LIFE: de mesero a modelo (Completa) [Life 1]

Capítulo 15: Amenaza Y Una Entrevista Fatal

Amanda Sullivan.

—¡Eres un bastardo, mal nacido! —grito a Evans desde el fondo de mi ser, sintiéndome totalmente traicionada, más que las veces en las cuales jugaron conmigo sin ningún pudor —¿Cómo pudiste? —mi voz se hace un hilo ante un nudo que quema en mi garganta, hago el mayor de mis esfuerzos por que ninguna lágrima se atreva a salir —¡¡Responde maldición!! —golpeo el escritorio del lugar.

—Señorita calmese por favor —el oficial pone sus manos en mis hombros, yo las aparto de un manotazo y le doy la peor mirada que de mi pudo salir en ese momento, el sujeto desvía su mirada y se aleja un poco de mi.

—Amanda, realmente lo lamento - habla Evans, quien está esposado a la silla frente a mí —. Yo... Yo no quise Amanda.

—¡Confíe en ti! —apreto mi mano hasta que mis nudillos se ponen blancos.

—Mi rayo de luz, ¡Te amo! —Evans se exaspera —¡Te amo más que a nadie! ¡Amanda!

—Si realmente me amaras no me habrías traicionado de una manera tan sucia y asquerosa, me viste la cara de idiota miles de veces, mentiste en mi cara sin ningún problema o remordimiento. Las personas como tú son basura inservible que solo existe para hacer daño a los demás y eso es algo que no voy a tolerar, no ahora —hablo furiosa entre dientes —. Oficial - hago un gran esfuerzo por pronunciar esas palabras —. Lléveselo —murmuro con todo el dolor de mi alma, puedo sentir mi corazón romperse poco a poco, cuando el policía sujeta a Evans para llevárselo a prisión.

—¡Amanda! —el rubio forcejea inútilmente —¡Amanda, por favor, perdoname! ¡No me hagas esto! —el oficial logra sacarlo del lugar con mucha dificultad — ¡Amanda! —vuelve a gritar por última vez en el pasillo.

Mis puños tiemblan y el nudo en mi garganta lastima, mis ojos arden ante las lágrimas que amenazan fuertemente salir, apreto mis dientes de sobremanera pero no es suficiente, las lágrimas empiezan a caer libremente de mis ojos y sin poder evitarlo empiezo a sollozar, tomo asiento en la silla y dejo salir lo que estaba reprimido, desde que mis padres me dejaron semejante responsabilidad en los hombros.

Despierto lentamente encontrándome al pelirrojo mirándome fijamente con expresión interrogativa y curiosa.

—Amanda —empieza a hablar —¿Por qué estamos acostados en la misma cama? —sus mejillas se sonrojan, y yo sonrío perversamente.

—Oh ¿Es qué acaso no recuerdas lo que pasó anoche? —me muerdo el labio inferior, él frunce su seño —. Cuando me dejaste verte por completo —vuelvo a sonreír perversamente.

—Amanda —oculta su rostro — ¿Qué es lo que estás diciendo?... Yo no haría... Bueno... Amanda —se queja para luego alejarse un poco de mi, cubriéndose con la manta.
Yo río por lo bajo.

—No seas tonto, eso nunca ocurrió —acaricio su cabeza y deposito un tierno beso en su tibia mejilla, él suspira.

—Ya me había preocupado —admite aún sonrojado.

—Te amo —suelto derrepente —. Te amo tanto —Chase me mira extrañado pero no me importa, siento que debo decirlo, no entiendo porque.

—Yo también te amo —sonríe tan tierno como siempre, tanto que me dan ganas de apretarlo contra mi.

Deposito otro beso en su mejilla.

—¿Cómo te sientes? —toco su frente, la cual está caliente pero no demasiado como ayer.

—Me duele el cuerpo, pero es soportable y aún me siento extraño —cierra sus ojos.

—Eso es normal, nene —me dedico a acariciar su hermoso cabello, sedoso, suave e increíblemente rojizo. Él como buen gatito se deja mimar —¿Quieres que te lleve a tu mansión? —pregunto sin dejar de mimarlo. El pelirrojo asiente con su cabeza.