Parte 12

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El extraño silencio en aquel local fue roto por una voz que tomó por sorpresa a todos los clientes.

— ¡Hoy es noche de Karaoke queridos clientes!

Los ojos de Bianca brillaron y preguntó a sus compañeros de mesa

— ¿Quieren participar en el karaoke?

—Y ¿Dónde quedó esa angustia que tenías esta mañana por el examen del lunes?— le preguntó Lucrecia—, que en materia de estudiante irresponsable no eres buena. Además que eso, es cosa mía.

—Tengo todo el domingo para estudiar. Además que nuestra participación no depende de ti o de mi ¿Qué dices Vaquero? ¿Nos apuntamos a ese rodeo?

—Creo que podríamos participar, eso sí, pero después nos vamos. Mi querida abuela va a necesitar a "Silver" para mañana y mi segundo día de descanso me lo quiero pasar sin sobresaltos, la verdad.

De repente, aquella voz que anunció la apertura de la "Noche de Karaoke" hizo lo propio con los primeros participantes, quienes resultaron ser ni más ni menos que Josh y su pareja. Quienes ya habían perdido algo más que su marcado gusto por el tequila, algunos kilos adicionales sino también buena parte del sentido del ridículo, lo que quedó demostrado con su selección, esa canción que cantaron Frank Sinatra y su hija Nancy.

—Creo que eso no me lo esperaba— Comentó Lucrecia al ver subir a una humilde tarima a Josh y a su esposa—.

— ¿Ver de nuevo a Josh en el mismo día o que esté casado?— le preguntó Richard—; pero pensé que sabías muchas cosas sobre ese locutor.

—No, el hecho que fuese un apasionado por cantar. Lo intentó en varias ocasiones, pero cuando lo compararon con Paris Hilton, simplemente desistió del asunto.

—Apuesto a las de perder que te mueres de ganas por pedirle un autógrafo y una oportunidad para hacerle la entrevista. Así que debo preguntar ¿Qué te detiene?

La pregunta que le hizo Richard dejó pensando a Lucrecia, pero ¿Qué le iba a decir? Ciertamente, había muchas cosas, incluso el clásico "puede darme su autógrafo" se paseaba por su mente. Pero, aquella situación se volvió más extraña cuando el comentarista deportivo se acercó a Arthur y le comentó.

—Sabía que te había visto en otra ocasión. Y ¿Quién iba a creer que el ganador de ese concurso me lo volvería a encontrar? Y ahora sé que también eres conductor de esta cosa moderna llamada Uber. Me hiciste un gran favor con ese par que se va a subir a cantar.

—Las coincidencias son algo extraordinario, señor Colt. De hecho no vengo a cantar, ya sabe, conductor designado, aunque lo peor del caso es que ninguno de mis amigos está con altos niveles de alcohol en la sangre. Así que vine a registrar a unos amigos a este asunto del Karaoke.

Arthur, después de esas palabras, le pidió un autógrafo a quien fuese el ídolo de su abuelo, sino también de su padre. Quizás en aquellos días cuando era jugador era raro para él firmar autógrafos a gente que no apoyaba a su equipo, pero cuando se hizo de un nombre como comentarista, se volvió normal.

— ¿Me puedes dar tu número de contacto? Digo, para tener alguien de confianza cuando me toque un viaje lejos de esta soleada ciudad. Y creo que no te tocará llevar a ese par nuevamente esta noche, te doy mi palabra.

—Aunque me gustaría pedirle un pequeño favor, si no es mucha molestia de mi parte.

—Claro que no será molestia alguna, Vaquero. Tu solo dispara.

— ¿Ve esa muchacha que está con otros dos "entonando"? No le menciono a la de cabello castaño, sino a la de cabello oscuro; su nombre es Lucrecia y es una de esas admiradoras de su buen amigo Josh. Tiene algo de tiempo queriendo hacerle una entrevista para una asignación de su universidad ¿Cree que podría arreglar una?

El comentarista deportivo estuvo callado unos segundos, posteriormente, le respondió a Arthur con mucha seguridad.

—Déjame ver eso que me propones, pero ten por seguro que esa entrevista va a ser realizada.

Después de ese suceso, Lucrecia, Richard y Bianca estuvieron preparando sus cuerdas vocales para entonar ni más ni menos que "Septiembre" una de esas piezas clásicas de la música pop y que parecía perdida para la fecha. Mientras tanto, Arthur vio como no era el único conductor designado aquella noche así como el ex jugador apodado como "El Aplastador" volvía a su mesa tranquilamente.

Quizás para unos puristas, Josh y su esposa no destruyeron tanto aquella mítica canción. Extrañamente era una pieza musical que les recordaba buena parte de las locuras que habían vivido desde aquel día en que se conocieron; aquella misma canción que, por alguna extraña coincidencia, a su abuela se le ocurrió usarla para el funeral de su querido esposo. Ciertamente, una extraña elección. A partir del presente momento, debemos relatar algunos pormenores de lo que pasó en la camioneta de Wilson. Extrañamente, Russel y Melisa se encontraban dormidos, mientras que Josh trataba de ocultar el hecho que cabeceaba de un lado a otro.

—Qué semana tuvimos, eh Josh. — Comentó el piloto del vehículo—, extrañamente hasta tu saliste metido en el asunto del aniversario. Ciertamente debo felicitarte por eso.

—Creo, que es lo menos que puedo hacer por ti. Después de...todo por lo que te he hecho pasar así como todo las cosas buenas que has hecho por mí y mi familia.

— ¿Pero le ofreces a un extraño un show de Pole Dance de tu esposa pero no a mí? Eso te costará caro, Josh y más sabiendo que ese extraño era el conductor de Uber que los llevó a casa.

Josh al escuchar eso estaba apenado, como era normal, pero ya no podía usar la excusa del alcohol para enmendar el asunto ni mucho menos irse por las ramas, otra de sus especialidades. Así que le salió apelar por la honestidad, aunque lo bueno es que su querida esposa no estaba escuchando aquella conversación.

—Con razón se nos hacía conocida la cara. Y me gustaría disculparme con ese muchacho de alguna forma, justo cuando creí que ya no me iba a suceder ese tipo de cosas nuevamente, recaigo. Algo me decía que no debía beber ese día, pero ¿Cómo no hacerlo? ¡Había que celebrar la independencia de la nación!

—Un día hablaremos sobre tu extraño concepto de patriotismo y como ustedes dos están tomando el asunto de dejar de beber alcohol; pero creo que si te carcome lo que te queda de moral por ese hecho, hay algo que puedes hacer. Una amiga de ese muchacho te quiere hacer una entrevista.

— ¿No hay trampa en el asunto?

—Te iba a pedir que limpiaras las canaletas de mi casa. Pero creo que no es algo que tu harías, además que parece que ese tipo de cosas es más de tu esposa y creo que tu estas más que dispuesto de tomar esa bala. Aunque debo admitir una cosa, no es un acto muy noble lo que te estoy haciendo en este momento.

—Creo que tienes un extraño sentido del humor, Wilson. No lo puedo creer que tengas algunas manchas oscuras en tu noble alma. Ese estereotipo de los jugadores de futbol americano no es tan errado después de todo.

—Oye, tengo derecho en hacerte una broma de vez en cuando. Ya que, si tu esposa lo hace ¿Qué me impide a mi hacerlo? Además, creo que más bien es algo que siempre tuve ganas de hacerte una broma pesada. 

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⏰ Last updated: Dec 08, 2018 ⏰

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