Querido lector(a)...
¿Alguna vez has querido ver la vida de alguien más? ¿oculto, detrás de una ventana o de una puerta?
Sí, todos tenemos ese pequeño voyerista interior. Somos entrometidos y curiosos por naturaleza.
Por eso te invito a que alimentes tus instintos, tu deseo, tu lujuria, tu imaginación. Que lo hagas mirando por ese pequeño espacio entre las cortinas de nuestra vida, que irrumpas con tu mente nuestra alma desnuda, sin límites.
No te dejes intimidar. Yo sé que vivimos en una sociedad que le parece normal estar plagada de desagravios, irrespeto y corrupción; que cegada por la religión y las buenas costumbres va a misa para borrar sus pecados y poder salir de nuevo a despotricar de sus prójimos. Hipócritas que se escandaliza por el sexo, las drogas recreativas y el rock.
Muchos son así. Lastimosamente, es la misma sociedad en la que tú y yo vivimos. En la que para poder conservar un status social y no ser perseguidos como herejes por esa inquisición actual disfrazada de moralidad nos toca conservar en secreto nuestra identidad.
shhh aún no digas nada, déjame terminar.
Mi esposo está de acuerdo en que yo escriba estas historias, porque sabe que me encanta meterme en la mente de los demás y excitar sus neuronas para lograr una sinapsis diferente, explosiva, que inunde la mente de dopamina.
Para ser muy sincera, me encanta hacer mojar a las mujeres, si me encanta hacerlas explotar de excitación. Me llena, me alimenta el morbo y las ganas de escribir. Obviamente es bueno para él porque me mantengo caliente y sedienta de sexo.
Sin embargo, no deja de inquietar que todo tenga que ser a escondidas, mostrar una cara de santo por un lado y mantener a raya esa alma retorcida debajo de la piel. Seriamos una sociedad más feliz sin pudiéramos aceptar a los otros como son.
¿Somos el reflejo de lo que pensamos y decimos?
¿o de lo que hacemos?
Un día nos dimos cuenta que nadie tiene el derecho a decir y decidir cómo llevar su propia vida, como sentir, como disfrutar. Para mí fue una lección difícil de aprender que me cambió la vida.
Y créeme no por hacerlo quiere decir que ahora mi vida es perfecta, ni de lejos, pero si les puedo asegurar que siento mayor plenitud.
Te aseguro que si decides tomar el reto de leer y profundizar en nuestras vidas a través de estos relatos no solo vas a encontrar, sexo, también hay amor, cursilería, descontrol, decepción y hasta peleas. Algo puedes tener claro, somos una pareja atraídos hasta el tuétano por darnos y recibir placer.
Bienvenido(a) a mi vida real, la que desean tanto los hipócritas pero que no tienen la valentía de vivir. Te daré acceso a todas esas historias secretas que no saben los demás.
Eso sí, querido lector(a)... si decides continuar debes prometerme algo:
No se lo digas a nadie ¿Lo prometes?
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Mi vida real oculta a la sociedad
Non-FictionEstá historia se desarrolla principalmente en la hermosa ciudad de Medellín, Colombia. Exuberante de paisajes, personas amables, mujeres inteligentes y hermosas. El relato de mi vida y de como para los ojos de los demás mi relación es todo, menos lo...