Intervención

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Me mataba la incertidumbre. Eso de que Pilar viajara un fin de semana desde Miami solo para hablar algo con nosotros me tenía con los pelos de punta.

Ya había perdido a una de ellas, no quería perder a la más importante. Me imaginaba mi vida como antes y no me sentía capaz.

Entre los nervios por lo que había sucedido hace poco y esto me mantenía en las nubes en el trabajo. Mi jefe me tuvo demasiada paciencia esos días porque no daba pie con bola.

***

Llegó el viernes y Thomas pasó a recogerme. Salimos del trabajo a eso de las 6 de la noche y nos fuimos directo para la casa de Pilar. Abrió el garaje y nos estaba esperando entre la puerta que da paso a la sala.

Yo estaba super achantada, no me sentía capaz de verla. Me bajé del carro, ella me miró con ternura, abrió sus manos y no pude contener las lágrimas. Caminé rápido y la abracé, ella me cubrió con sus manos, me abrazó muy fuerte, acarició mi espalda y luego mientras me limpiaba las lagrimas me daba besitos en la boca.

- ¿Estas bien?
- No, estoy vuelta mierda, paranoica, histérica y... me muero de miedo de perderte
- Shhh shhh -me abrazó y descargó mi cabeza en su hombro- no llores más, yo no vine para que terminemos, quería verte y saber que estabas bien
- No los quería -sollozaba- meter en problemas
- Yo sé -me cogió de la mano-. Ven, comamos algo y ahora hablamos

Cuando entramos a la sala giramos a la derecha y nos tenía una cena romántica en el comedor. Rosas, velas y los platos llenaban con su delicioso aroma el ambiente.

- ¡Ay no! ¿se me pasó alguna fecha especial?
- No jajaja me hacían falta y quería comérmelos, eh perdón comer con ustedes
- jajaja pendeja

Necesitaba un descanso como este, olvidarme por un momento de todo lo que había pasado. Reírme y tomar una copas con mis dos amores. Pilar como siempre es una excelente anfitriona, nos atendió de maravillas y la comida estaba mas que perfecta.

***

Nos invitó a pasar a la sala, Thomas y ella se sentaron en es sofá más grande y me hicieron sentar en un de un solo puesto al frente. Esto ya tenía toda la pinta de un interrogatorio.

- Amor, tenemos que hablar -me dijo Pilar con tono cariñoso-
- Yo sé que la cagué feo y a ustedes dos también les debo uno disculpa
- Los dos hablamos esta semana...

Abrí los ojos pues ellos no acostumbran hablarse mucho y menos si no yo no estoy. La cosa pintaba más grave de lo que me imaginaba.

- ... y creemos que las cosas se están desbordando más allá de nuestro control
- Sin duda, esto se me salió de las manos y yo sé para dónde van, pero es algo que no quiero dejar de hacer
- Parce -intervino Thomas- yo mas que nadie disfruto lo que hacemos ¿qué hombre no quisiera una esposa como vos? pero si seguimos así estas mismas cosas nos van a destruir
- Si yo sé

Agaché la cabeza y comencé a jugar con los dedos como una niña chiquita cuando la regañan. Sabía que la había cagado pero igual no quería volver a mi vida de antes.

- Eri -continuó Pilar- yo te amo como nunca me imaginé amar a una mujer, pero no podemos dejar que pase algo como esto otra vez
- Entiendo todo lo que me dicen, se que me lo advirtieron mucho y ustedes veían señales que yo ignoraba, aún así me dejaban tener mi libertad y seguir adelante
- Exactamente amor, estas muy terquita y carro loco -dijo Thomas con tono seco y algo molesto- te fallan los frenos y seguís acelerando

Mi vida real oculta a la sociedadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora