Amuleto de la (mala) suerte

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Él día de la tan ansiada master class dada por la famosa Reina del estilo y de la moda Audrey Bourgeois había llegado por fin. Realmente la semana había pasado increíblemente rápido, y de cierta manera agradecía que Chat se preocupase por ella para que durmiese temprano, pues esa mañana se levantó con las energías renovadas, además de un claro buen humor.

No sabría cómo se lo pagaría, pues además de atreverse a hacer algo así por ella, la suerte había jugado en favor de su extraño amigo.

Planeaba hacerle una llamada para que le acompañase durante el recorrido de su hogar hasta el hotel Le Grand parís, pero él contestó que se encontraba realmente atareado con algunos asuntos que su padre le había encomendado de último minuto. Pero claro, esperaba hablar con ella más tarde para que le contara con lujo de detalles lo ocurrido.

Al llegar al lugar no pudo evitar sentir sus piernas temblar un poco. Llevaba en sus manos un pequeño portafolio donde guardaba todos los diseños que había dibujado durante el año entero, esperando que uno fuese lo suficientemente bueno para la mirada de Audrey Bourgeois.

Conocía la fama que tenía esa mujer, era increíblemente talentosa así como directa, logrando hacer llorar a más de uno en la industria.

Entregó el boleto electrónico en la entrada, así como también se registró colocando sus datos personales y entregando un permiso que sus padres tuvieron que firmar, al ser ella menor de edad le era requerido, afortunadamente ellos se encontraban encantados porque ella participara en un evento así.

Le entregaron un pequeño gafete así como una pequeña bolsa con una libreta condecorativa de evento y una pequeña pluma, supuso que sería para tomar notas, y no desaprovecharía la oportunidad.

Al entrar observó a sus alrededores, podía notar muchas personas de diferentes edades aglomeradas en el vestíbulo, y le pareció increíble como una pequeña clase podía llamar la atención de tantas personas. Pero tampoco era algo sorprendente, París era una de las capitales de la moda, muchos aspiraban a llegar a ser lo que era Audrey o incluso Gabriel Agreste.

Unos trabajadores comenzaron a llamarlos por número de boleto. Ella tenía uno de los folios más bajos, el número doce, así que no dudo en acercarse donde comenzaban a formar una fila.

Según entendió, iban a entrar a la sala de conferencias del hotel. Su asiento se encontraba en la segunda fila, por lo que no pudo estar más agradecida de aquella suerte que podía traer aquel chico con nombre de gato negro.

Observó a su lado un asiento vacío, era el número trece. Pensó de forma irónica que quizás el dueño de ese asiento quizás tenía una gran mala suerte, pues además de tener aquel número tan relacionado con ese concepto, no había podido llegar a tiempo.

Respiró profundo antes de tomar su teléfono y así escribirle un mensaje a Chat, sintiéndose completamente emocionada.

"¡Este lugar es increíble! Realmente te agradezco mucho esto. Eres mi amuleto de la suerte gatito." Escribió con una sonrisa de oreja a oreja.

Aunque, no todo podía ser miel sobre hojuelas.

Pues, cuando estuvo sentada pudo observar como al fondo la Reina de la moda hablaba amenamente con un rostro que conocía demasiado bien; Adrien Agreste se encontraba ahí.

Y no recordó otra ocasión donde el pánico se sintiera tan intenso en su cuerpo a tal punto que pudiese sentir como su respiración se cortaba ¡Todo eso debía ser una broma!

Él no estaba en el programa, estaba segura. Al principio cuando Chat le había explicado lo que él había hecho, lo primero que hizo fue buscar el programa que tendrían durante ese día. No es que fuese una exagerada, pero sabía que la relación entre los Bourgeois y el gran Gabriel Agreste era estrecha, después de todo Audrey Bourgeois lo había descubierto justo cuando ella empezaba con su carrera.

― Esto tiene que ser una broma ― Se dijo a sí misma, cubriendo su rostro con impotencia ― Bien, no pasa nada, no sabe que soy yo, o algo por el estilo, todo está bien ― Se repitió, llevando sus manos hasta su corazón que latía de forma apresurada.

¿Cómo le podía pasar eso después de su decisión? ¿Por qué el destino era tan cruel como para repetirle sus errores frente a ella?

Intentó no tomar importancia a aquello, después de todo no podía ser el destino ¿Verdad? Ella deseaba trabajar en el mundo de la moda y pues él era un modelo, sería ilógico que no lograra ver algo relacionado con él.

Aunque también era inimaginable que estuviese ahí, de forma precisa.

― Hey ¿Estas bien? ― Escuchó a su lado una voz apacible y palpada de preocupación, ella asintió, intentando tranquilizarse a sí misma, para después levantar la mirada.

Adrien Agreste estaba sentado a su lado, en el asiento número trece.

Y, de una forma u otra se sorprendió ante la mirada que él le otorgaba, e incluso le infundió algo de miedo.

Era como si esperara verla ahí sentada.

[...]

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Para desgracia de Marinette, ella conoce cada gestó de él.

¡Bien! Algo tarde ¡Pero hey! Sigue siendo Lunes. Mañana espero poder publicar la siguiente parte más temprano.

Y bien ¿Esperaban que Adrien estuviese justo a un lado de ella? ¿Es demasiado lo que esta haciendo?

¡Hasta mañana y mil gracias por su apoyo!

Fanática [Miraculous Ladybug AU][Drabbles]Where stories live. Discover now