Capítulo 9

686 26 0
                                    

Luís.

El día había sido más ajetreado de lo normal.

Ana no dejaba de comprar ropa con la excusa de que en Noruega hacía frío y ella, en Canarias, nunca se había puesto abrigos, y Roí  había recorrido todas las tiendas para encontrar un pijama de Harry Potter que vio en Internet mientras desayunábamos.

-Os espero aquí, no tardéis- grite intentando sonar enfadado, porque a pesar de la tarde tan agotadora, era yo quien llevaba más bolsas llenas de ropa.

Un grupo de niñas que aparentaba tener unos 16 o 17 años se acercaron cantando mi canción a todo pulmón.

-¡Que por ti estaré, por ti ya estuve y estaría!

-Joder que bonito, muchas gracias.

-Luís,¿te echas una foto?

-Por supuesto.

Afortunadamente, las chicas se fueron antes de que Ana y Roi llegaran, porque si no aún seguiríamos atrapados entre foto y foto.

Mientras la Canaria conducía, Roi y yo nos peleábamos por la cadena de radio.

-Que no tío que prefiero cadena dial.

-Ya claro porque los 40 no han reproducido tus canciones hasta ahora poco - me picaba Roi.

-Venga ya, que más da, pon cadena dial.

-Que te aguantes ostia, los 40 y punto.

Y con los 40 principales tuvimos que ir todo el camino, y Ana apoyaba a Roí porque su canción, Bajito, comenzó a sonar.

-Ni tenía ganas, ni quería enamorarme- acabamos cantando a voces.

-Ana pero no subas el volumen que nos vamos a quedar sordos- protestaba Roi.

-Calla idiota que es Aiti- dijo mientras comenzaba a tararear la canción.

Cada persona huye de algo, de momentos, de situaciones, de tus padres al final de trimestre cuando reciben tu boletín de notas... Pero quien dice algo también dice alguien, porque hace daño, porque se te pone el corazón a mil por hora como la primera vez que te montas en una montaña rusa, o porque hay montañas rusas con peligro de muerte que te acompañan toda tu vida.

Aún no estoy seguro de si a las personas se les puede comparar con objetos, así que realmente no se cómo definir a Aitana. Ella es como un tornado de esos que se originan en Estados Unidos y la noticia llega hasta España, uno de esos que lo desordena todo pero que lo deja mejor que antes. Es una poesía rara, incontrolable, y como cada ser humano, me asusta todo aquello que no pueda controlar.

Sí, puede que huya de ella, pero puede también que lleve un año haciéndolo.

De Aitana estos últimos años he sabido poco, pero menos aún de su música, y esta era la primera vez que escuchaba Vas a Quedarte, así, de golpe, con toda la carga emocional que conllevaba.

Casi cuatro minutos que se hicieron eternos, consumiéndome en silencio, hasta que Roí se dio la vuelta en su asiento y me miro decepcionado.

-De hoy no pasa que vayas a hablar con ella.

-Te prometo que no va a salir nada bueno de esa conversación y lo sabéis.

-Cepi si no lo haces ahora estás vacaciones van a ser un infierno -agregó la chica con la vista fija en la carretera.

- De aquí no va a salir nada bueno, ya os lo digo yo- pienso en voz alta mientras busco el contacto de aitana en el grupo de los 16 y la agrego por su apellido, Ocaña, pero un llamada me interrumpe.

La pantalla del iPhone muestra una llamada entrante con un nombre en mayúsculas: AMAIA.

-Hola Luisín, ¿estás con Ana y Roi?

-¿Acaso me espías?

-No seas idiota, pon el altavoz.

-¡Hola reina!- saludó Ana

-Jo chicos, perdón pero tengo un problema.

-Pues ya tiene que ser gordo para que nos llames y no acudas a Aitana- añade Roi a modo de reproche.

-Enserio, es que lo siento mucho de verdad, perdón, pero prefería quedarse en casa y me he acordado de vosotros- ella y sus perdones, siempre disculpándose, como si a nosotros nos molestara.

-Claro encima eres una convenida- no se puede estar serio con esta niña- que sepas que no vamos a ir a ayudarte.

-Luis, ¿has dicho Estrella Galicia o Mahou?

-Eso, lo dicho, que en cinco minutos estamos en tu casa- cervezas con Amaia son risas aseguradas, y me vienen muy pero que muy bien.

-Allí estaremos Amaieta, pero guarda las cervezas que Cepi tiene planes- y la canaria, con una sonrisa triunfante, alarga la mano para colgar la llamada.

-¿Pero qué dices si no tengo nada que hacer?

- Ya claro, y la conversación con Aitana ya para el año que viene si eso- Roi me mira desafiante, odio cuando me excluyen del grupo de los trillis, son insoportables.

-Que sepáis que no se dónde vive- pero hacen oídos sordos a mis palabras, y ,cuatro semáforos más tarde, Ana para el coche en doble fila con los dos intermitentes puestos.

-Aquí no vive Amaia- protesto un poco desubicado.

-Amaia no, pero Aitana sí, así que baja que voy a formar un atasco y la multa la vas a pagar tú- Ana y sus órdenes, en este momento no la aguanto.

-Iros a la mierda- y bajo del coche con un portazo, me van a matar, soy consciente de ello.

Me acerco al portal, es grande, amplio, invita a entrar, pero hay algo que me dice que estaría mejor con la pamplonesa bebiendo cerveza. Leo los nombres de los inquilinos de estos pisos en el telefonillo, y cómo no, tenía que vivir en el ático. El ruido de una puerta abriéndose hace que me gire para ver a Miguel Bernardeau, el actor que interpreta al personaje de Guzmán en la serie de Netflix Élite, enserio, me encanta esa serie, pero tengo cosas más importantes antes que hacerme pasar por un fan loco, así que toco, decidido, en el botón donde pone Ocaña Morales. ella queriendo ser discreta y resulta que vive en el mismo bloque de pisos que un actor famoso. Qué ironía.

-¿Sí, quién es?

-Aitana soy Cepeda, ¿podemos hablar?- y mis manos empujan la puerta antes de que cuelgue el telefonillo, con las prisas, por si acaso, por si antes de verme decide colgar también el corazón.
______________________________________________

Vacaciones, Navidad, he vuelto para quedarme 🙃❤️



Por Última Vez-AitedaOnde histórias criam vida. Descubra agora