III

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La idea de encontrarse con personas que conocía mediante su padre, no le agradaba del todo. Pero Jungkook era un omega amigable y podía decirse que se llevaban bien.
Cuando lo conoció, a pesar de ser omega, Jungkook tenía un aura feroz; su cuerpo estaba bien trabajado, dejando de lado esa apariencia de omega tierno. Si no fuera por su dulce aroma a fresa, todos pensarían que se trataba de un alfa.

-Por favor, pasa.- dijo el menor dándole espacio para que pueda entrar. No se sorprendió al notarlo algo tenso, tal vez más de lo que él comenzaba a estarlo.

-Gracias, Jungkook.- esbozando una sonrisa o haciendo el intento de ella, entró.

Un delicioso aroma a comida casera se adentró en sus fosas nasales, casi suelta un suspiro de satisfacción. Pero entonces, no le tomó más de cinco segundos darse cuenta de lo que ocurría.
Namjoon y Jungkook eran o muy buenos amigos o pareja, pero estaba más seguro de la última opción.

Por eso había tantas cosas en el refrigerador. Pensó.

No, no estaba para ser un metiche.

Mochila y nada más, Jung.

-¿Quién era, Kookoo?- escuchó los pasos medio torpes de Namjoon cada vez más cerca. Llegó hasta ellos y su rostro mostraba genuina sopresa, para luego sonreír de forma tensa.- Hobi...- La voz de su mejor amigo sonó tan tensa como la de Jungkook.

¿Acaso había descubierto algo tan malo?

-Namu, hola.- esbozó una pequeña sonrisa, queriendo huir de aquel lugar que cargaba tanta tensión.- Lamento no haber avisado que iba a pasar, pero solo vine por mis cosas- explicó para dar paso a un silencio incómodo.

Bien, ahora él se encontraba más tenso que ellos dos. ¿Tal vez querían ocultar lo que sea que tengan? Pero, ¿por qué su mejor amigo le ocultaría tal cosa? Tal vez Namjoon no consideraba tan importante su amistad como él lo hacía.

No pudo evitar sentirse dolido.

Muy dolido.

-Bien...- escuchó hablar a Jungkook detrás de él.- Todo está muy raro, ¿no?- asintió algo incómodo, realmente todo esto era... demasiado.- ¿Quieres comer?

Por más que quisiera y muriera por probar la delicia que estaba en el horno, comenzaba a anochecer y no quería soportar otro sermón por parte de su padre, y por la cara de pocos amigos que tuvo cuando se fue, sabía que si volvía tarde, era capaz de pegarle. Y realmente estaba cansado de toda esa mierda.
Pero antes de poder hablar, Namjoon se le adelantó:

-Quizás la próxima vez Kookoo.

Kookoo.

-Si, yo...- se quedó unos segundos en silencio. No podía con el ambiente tan pesado- Quizás la próxima vez- repitió las palabras de su amigo.

-Oh, es una lástima- y por supuesto que no se tragó tristeza en el tono de voz del menor, era más que obvio que no lo estaba. Hasta notaba que su mirada decía un claro: "no te quiero aquí".

Entendió que ellos no querían que supiera acerca de lo que tenían.

Pero... ¿por qué?, él no iba a enfadarse, ni decir nada. Namjoon era como su hermano.

Tal vez él no lo consideraba así.

Tal vez Namjoon solo era su amigo por lástima.

No.

Namjoon es distinto, pensó.

Apartó cualquier pensamiento negativo de su cabeza, buscó su mochila y se despidió rápidamente de ellos. Si se quedaba unos minutos más, su cabeza iba a jugarle en contra, pensaría cosas que no debía y terminaría llorando.
Y estaba tan cansando de mostrar siempre su lado llorón.

ALPHA- (Yoonseok-HopeGa)Where stories live. Discover now