No iba a mentir, algo había cambiado dentro suyo. El sentimiento de culpa y la tristeza, parecían desvanecerse cuando le llegaba un mensaje de Yoongi. Una sensación extraña corría por todo su cuerpo cuando oía el tonto que había puesto especialmente para él. Por eso, cuando lo escuchó nuevamente, corrió hasta su cama y agarró el teléfono sonriente.
06:05
¿Sabes? Esto es algo raro, pero me acostumbré a mandarte mensajes todas las mañanas para que despiertes.
¿Estás despierto?
Bueno, alguien llegará tarde a sus clases y no seré yo.
Hasta puedo imaginar tu cara de bebé llorón cuando el profesor te mire con mala cara.
06:06
Yoongi Hyung, usted es malvado.
Estaba a punto de tomarme un baño, pero gracias por ser mi despertador personal.
06:07
Por cierto, buenos días.
06:08
¿Despertador personal?
Bien, mis tarifas son altas.
06:10
Levantarse temprano todos los días, para despertar a un llorón como tú, cuesta demasiado.
Cielos, eso sonó muy cursi.
06:14
Solo lo hago por costumbre, ¿si?
06:19
Bien, supongo que estás arreglandote. Luego hablamos, llorón.
Yoongi ha enviado una imagen:
06:20
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Hyung te desea un buen día.
Y abrígate, está nevando.
Con una gran sonrisa, dejó el móvil a un costado. Estaba algo justo de tiempo así que decidió contestar en otro momento. El primer chorro de la ducha salió helado y chocó contra su espalda, provocando que soltara un pequeño chillido. Amaba el invierno, era su estación del año preferida, pero odiaba con todo su ser el despertarse temprano y sentir el frío que le calaba hasta los huesos cuando se destapaba y ni hablar de ducharse. Cuando salió, le tomó unos segundos decidir si planchar la ropa o dejarla como estaba, dando un vistazo rápido al reloj optó por dejarla como estaba. A nadie le interesaría si su ropa estaba con arrugas o no. Pensaba que todos estarían más concentrados en conseguir un café caliente a fijarse si su ropa ese día era un desastre.
