~Lost~(8/?)

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Me desperté gracias al hambre, traté de levantarme encontrándome con la sorpresa de que unos brazos me rodeaban, que no estaba acostada necesariamente en el colchón, y que me invadía un dolor de cabeza, apenas si recordaba que hacía ahí, a ver, limpiamos, fuimos a buscar comida, volvimos, y después... ¿Qué pasó? ¿Qué hice? Ni siquiera tomé tanto, ¿Me drogué? Nah, creo que lo recordaría, ¿O no? Ahhggggg pensar duele... Me cambié... C A R A J O AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA NOS BESAMOOOOOSSS Ay Dios Mío, ¿QUÉ MIERDA ME PASÓ? Yo no soy así ¿Y si todo se pone raro ahora? YO-TENGO-NOVIO ¿Y? El tipo es gay y seguro me esta metiendo los cuernos... Me tengo que levantar, tengo hambre. Nuevamente quise levantarme pero Warren parecía no querer ceder de ninguna manera, y no quería despertarlo, me tomé unos segundos para estar abrazada a él en esa paz hermosa que sentía al estar recostada en su pecho, pero tenía que levantarme, realmente no quería despertarlo, pero parecía no haber opción, son las 10... No va a ser tan malo.

—Warren... —nada— Warreeeeen...

—Mmmm...

—Despertateee...

—Nno...

—Soltame.. Me tengo que ir.

—Nnno, no te vayas— soltó un bostezo— es muy temprano.

—Soltame, tengo que ir a buscar algo de comer— me soltó.

—Traeme algo.

Me levanté, me desperecé, y salí de la habitación. Que frío que hace... Miré mi ropa, sOLO TENGO PUESTA SU REMERA, entré de nuevo a la habitación dando un portazo y con la respiración agitada.

—¿Qué pasó? ¿Por qué tenes que hacer tanto ruido?

—N-no pasó nada... ¿Y mi ropa?

—Por ahí— dijo sin el menor interés dándome la espalda.

—Gracias por tanta ayuda.

—De nada.

No respondí y me puse a buscar mi ropa, encontrándola abajo de la cama.

—No te des vuelta.

—Mmm...— comencé a vestirme con la mirada fija en la espalda de Warren, podría tratar de curarle esas heridas, tal vez... Podría curar a varias personas, me quedé como una idiota con la mirada fija en Warren— Deja de mirarme así— dijo dándose vuelta para verme.

—¿Eh?— salí de mi trance.

—Que dejes de mirarme, ya se que soy hermoso.

—Si campeón.. Sos hermoso— dije sarcástica a lo que él me respondió tirándome una almohada.

Ya vestida, otra vez salí de la habitación, esperando perderme como ya me era costumbre, o chocarme con alguien por estar distraída con mis pensamientos, o las dos cosas, algo también común. Tan común que ocurrió; al estar distraída pensando en que o a quienes podría curar, o si tendría alguna otra habilidad oculta, cantando para estar tranquila, pasando los dedos por las paredes y puertas, sin mirar realmente al frente, me choqué con Hank haciendo que se le caigan varias hojas.

—Perdón Hank— me disculpé mientras lo ayudaba a juntar las hojas.

—No pasa nada, ya estamos acostumbrados a que nos choques— dijo con una sonrisa recibiendo las hojas.

—No deberían— dije avergonzada.

—No importa si nos haces algo porque nos podes curar— solté una leve risa ante su comentario— ¿A donde ibas?

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