~That's My Choice~

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Me desperté, abrí lentamente los ojos y me encontré con que no estaba en mi habitación, me asusté, miré debajo de las sábanas encontrándome con la sorpresa de estar totalmente desnuda; entré en pánico pero me contuve y no grité.

De a poco fui girando la cabeza, me encontré con la espalda de alguien que evidentemente dormía y una cabellera rubia.

Trataba de recordar como es que había llegado a tener sexo con un posible desconocido.

La fiesta de Darren.

Solo iba a saludar, tal vez beber algo y después solo me iría, no tenía muchos animos para fiestas ¡Y terminé en su cama con un extraño!

No recordaba mucho, no sabía si habíamos usado alguna protección, y agradecí el las tomar pastillas; lo ultimo que recuerdo es estar besando a alguien y después, escena perdida.

Busqué mi ropa y mis cosas, mientras me vestía trataba de reconocer a la persona que roncaba en la cama, una vez que estuve vestida me acerqué al tipo y casi me da un infarto al darme cuenta de que era Benjamin Jones Hardy, el Benjamin Jones Hardy que me había estado haciendo la vida imposible desde que llegué a la escuela, el Benjamin Jones Hardy al que odiaba con el alma, el Benjamin Jones Hardy que me odiaba con el alma. Quise vomitar.

Salí en silencio de la habitación, mas pálida que un fantasma; toda la casa de mi hermano de otra madre estaba hecha un desastre, su mamá lo iba a matar si no limpiaba todo antes de que ella llegara.

Él estaba limpiando todo junto con otras personas, estaba un poco enojada con él por convencerme, pero tenía mas enojo conmigo misma por embriagarme y tener sexo con mi enemigo mortal.

Solo me despedí y volví a mi casa, era un sábado soleado precioso, tan precioso que casi me deja ciega.

Mamá me castigó por no haber llegado la noche anterior, por haber bebido con solo "17 añitos", y por haberla llamado a las 3 de la madrugada diciéndole entre llanto e hipo que la amaba y que era la mejor madre del mundo, yo no recordaba eso pero parecía probable. Así que no volvería a salir hasta que volviera al camino del Señor o pasaran al menos dos meses, pensé que sería muy difícil estar dos meses sin salir, pero recordé que casi no salía y me tranquilicé.

[...]

El lunes fui como todos los lunes a la escuela, con cara querer matar a todos, pero así estábamos la mayoría.

Darren se disculpó por haberme dejado con el rubio aquella lejana y desconocida noche del viernes pasado, lo perdoné casi al instante y seguimos con nuestras vidas.

A la hora del almuerzo, sentía algo raro en la boca del estómago, pensaba que algo me había caído mal o que otra vez estaba enferma y vomitaría todo lo que tratara de comer por al menos una semana, pero era otra cosa, una sensación de que algo iba a pasar.

Y pasó.

Cuando nos dispusimos a comer, el bueno de Benjamin apareció alterado en el comedor y corrió hasta donde estaba.
Tenía miedo de que me tirara la comida encima o hiciera alguna de esas cosas que pasan en las películas, pero solo me arrastró hasta el patio, nadie lo cuestionó, nadie lo detuvo.

Estaba nervioso, con la cara roja y los ojos demasiado abiertos.

-¿Qué pasa?

-No tuvimos sexo.. ¿O si?

-Parece que si...

-¡MIERDA!... Y-y ¿Nos cuidamos?

-No tengo idea, ¿No te acordas de nada?

◇Crush◇Where stories live. Discover now