~Oh God I Hate You~

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Me despertaron los demasiado brillantes rayos de sol y un alegre buenos días de Ben, nunca iba a entender como hacía para tener esa energía por las mañanas, yo no podía ni abrir bien un ojo.

Ahora me estaba costando mas que antes, me estaba recuperando de un "pequeño accidente" y todo era dificil.

Ben siempre me ayudaba y eso me hacía sentir una completa inutil, pero cada vez faltaba menos para que volviera a hacer todo por mi cuenta.

-¿Cómo dormiste?

-Bastante bien, ¿Ya me vas a decir tu secreto para la energía eterna?

-Desayunar- iba a decirle que no tenía sentido pero en un abrir y cerrar de ojos había aparecido con un delicioso desayuno- ¡Voilá!- dijo alegre. No sabía que decir, nunca supe como agradecer correctamente ante estos gestos suyos- Gracias Ben ahora no voy a morirme de hambre- dijo imitando mi voz al ver que no podía decir nada.

Lo acerqué como pude y le dejé un suave beso- Gracias.

-Bueno, me voy a bañar, si te levantas camina lento, no tardo nada.

-Ya medio puedo.

Rió y me dejó un delicado beso en la frente para después irse a bañar.

Se suponía que saldría con el cast de Six Underground, me alegraba que saliera, desde hacía bastante que no vivía por cuidarme.

Terminé de comer, dejé las cosas en la mesita de noche y como pude me vestí. Ahora solo podía usar vestidos, lo que había sido hermoso en su momento, pero ya estaba harta de verme las piernas.

Fue todo un logro llegar a la sala sin caerme, y para cuando -ya exhausta- me senté en el sillón, Ben ya había salido de la ducha y me miraba alegre desde la puerta de la habitación.

-¿Viste eso? ¡Llegué sin caerme!- dije contenta.

-Ya no me necesitas- dijo fingiendo estar dolido, yo solo me limité a reir-, me alegra muchísimo amor... ¿Estas segura de que vas a estar bien?

-Si, tranquilo, no va a pasar nada.

-Cualquier cosa, sea lo que sea, llámame y en un segundo voy a estar ¿Si?

-Ya entendí, tranquilo- le llené la cara de besos-, que se diviertan- me dio un último beso y salió del lugar.

Estuve casi toda la mañana sin hacer nada, hasta que un número desconocido comenzó a llamar, primero solo lo dejé sonar, no sabía quien podía estar llamandome a las 11 de la mañana.

Después de que sonó varias veces atendí.

-¿Hola?

-¿_____?

-¿Marian?

-¡Ay que bueno que le insistí a este número!- carajo. No es como que la odiara, pero se acercaba mucho.

-¡Si!- traté de que sonara lo mas alegre posible pero no era la actriz de la familia- ¿Cómo estás? No te veo desde que terminó la secundaria.

-Fue hace mil años jajajajaj, solo llamaba para saber cómo estabas, me enteré de tu accidente.

-Si, pero pudo haber sido mucho peor, ya casi puedo caminar como antes.

-Espero que puedas, ¿Cómo está Ben?

-Está bien, salió hace un rato, ¿Cómo estás?

-Bastante regular, todavía no supero mi divorcio.

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