Capítulo XXV /Religión

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La sociedad no tiene límites cuando hablamos de las redes sociales. Es a esto lo que se refería mi buen amigo Guy Debord, no vivimos si no es a través de una pantalla. Grabamos constantemente lo que hacemos para convertirnos en una especie de reality show. Pero sobrepasan los límites cuando cruzan la delgada línea al invadir la privacidad del otro. 

Es por eso que apps como twitter son las redes sociales más usadas, pero en donde más incrementa el bullying cibernético. 

Es fácil hablar, comentar, compartir, opinar, viralizar; pero no es fácil pensar antes de actuar. Las personas no se dan cuenta el daño que pueden llegar a causar con un simple comentario o acción. En este caso, grabar sin consentimiento como dos chicas se besan y viralizarlo como si se tratara de algún espectáculo de circo. 

Y si viralizarlo es repugnante, que lo compartan es aún más. Pero eso se queda corto con los comentarios que dejan en el vídeo publicado en Youtube. Pleno siglo XXI y algunas personas todavía piensan que es incorrecto besarse entre mujeres, y que Dios no lo permitiría. Entonces discúlpenme, pero no creo que Dios acepte a personas que se burlan o critican la orientación sexual de otras personas. 

Debemos dejar de vivir con la mente tan cerrada, de ver todo tan cuadrado, y empezar a entender que las personas y el mundo en si esta cambiando, y que eso nadie lo podrá cambiar. Todos evolucionamos, los años pasan y no pueden seguir comparando lo que es ahora a hace unos años. Menos cuando más personas se están auto descubriendo a sí mismos y no se están reprimiendo a sentir o amar, por mas que algunos ignorantes crean que es malo.

Las clases resultan asfixiantes cuando de lo único que puedo pensar es en cómo la estará pasando Xionne. Todavía no la he visto, pero cuando toca el timbre lo primero que hago es ir a buscarla y poder charlar. Cerca de los casilleros, estaba ella arreglando su uniforme, sacando libros y tenía la cabeza agachada, como si intentara pasar desapercibida, pero toda persona que pasaba a su lado la miraba. 

Me acerco hasta ella y agarro su brazo para llamar su atención, pero lo único que hago es asustarla. Cuando nota que soy yo se tranquiliza. 

—No les hagas caso, son unos idiotas—Ella no dice nada y sigue sacando libros—No pienses que lo que has hecho esta mal, ellos están mal. 

—No, Alizee, claro que esta mal lo que hice, nunca debió pasar, sino nunca hubiera salido ese video y yo no estaría en esta situación. 

 —Estas equivocada, tu puedes hacer lo que quieras con tu vida, ellos no tienen porqué estar...

Soy interrumpida por un grupo de chicos que vienen hacia nosotras y se detienen al lado de mi amiga. Yo los miro con el recelo, y Xionne tenia lo ojos bien abiertos. 

—Hola lindura—La sonrisa del capitán del equipo de basketball se expande sobre sus labios—Sabes...—Agarra un mechón de su pelo y empieza a jugar con el—Se que te gustan las chicas pero yo te puedo sacar de esa zona si gustas, y cuando pruebes lo que es bueno, conocerás el verdadero paraíso.

Asco.

¿De verdad los hombres creen que al decir eso las chicas caerán a sus pies? ¿No se dan cuenta que solo generan repugnancia? 

 —Oye viejo, deja de molestar, ¿no ves que ella no quiere nada contigo?

Alessandro se para a mi lado y agarra a Xionne de la mano, para alejarlo de él. Brad lo mira molesto, de arriba a abajo, con desprecio.

 —¿Y tu quién eres para decirme qué hacer?

El chico avanza hacia Alessandro y éste retrocede con miedo. Brad media dos metros al lado de Aless, mi mejor amigo era una bacteria a su lado. Así que si inician una pelea, Alessandro no saldría muy beneficiado en la situación. Vamos a ser sinceros, Brad era musculoso y jugador, Aless en cambio lo único que tenía de ejercicios eran los videojuegos que suele jugar en su habitación. 

Prescindible AmorWhere stories live. Discover now