Capitulo XXXVI |Éxtasis

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Cuando era chica, mi mamá solía decirme que la fortaleza venía a través de los años, que por más mierda o injusta que sea la vida a veces, limpie mis lágrimas y vuelva a comenzar.

"—Nada es fácil, cariño, así como te levantes un día, puedes caerte mil veces al otro. Y eso no es signo de fracaso, ni una señal para abandonar todo, sino simplemente se llama experiencias. Cada caída, cada raspón, cada dolor, cada lagrima y cada frustración vendrá antes de poder concretar realmente lo que amas. ¿Serás completamente feliz cuando lo hayas finalizado? Pues no, porque un título que es simplemente papel no te tiene porque hacer feliz, sino los momentos, las personas, los sucesos. Todo va cambiando constantemente. Capaz un día te levantes a la mañana y sientas que lo que te hizo feliz un día, como agarrar una cámara y sacar fotos, no te provoca la misma sensación que antes. Como cuando eras feliz jugando a las muñecas o a la pelota con Aless; y al crecer eso ya no te generó la misma emoción y tus aficiones se volvieron otras. No esperes que todo suceda al primer intento, ni mucho menos que deje de doler cuando no se realice."

Todavía podía recordar sus palabras, como si fuera ayer que tenía doce y ella me daba esos consejos para un futuro, las mismas veces que yo le contaba qué quería estudiar. En el pasado no solía entenderlo y hasta me parecía absurdo, yo juraba que era imaginación de ella. Crecí prácticamente con sus palabras tatuadas en mi mente, y no es hasta el día de hoy que realmente me doy cuenta de lo ciertas que eran. Y por más que me haya preparado para lo peor, no hace que duela menos, como ella dijo que sucedería.

Toda mi vida esperé para poder capacitarme y estudiar sobre lo que amo. Un millón de noches me acostaba pensando como sería mi vida en la universidad. La universidad que me brindaba las herramientas necesarias para poder aprender sobre mi carrera, y convertirme en lo que quiero ser. Es por eso que debía esforzarme con mis notas, ya que no era la única que deseaba entrar y estudiar lo mismo que yo. Sin embargo, todo esfuerzo que haya previsto para entrar no fueron las necesarias para ganarme una beca. Hoy mismo me llegó una carta de rechazo por parte de muchas de las universidades, entre ellas la de New York, a la que ansiaba asistir. El plazo de becas había sido llenado por cincuenta alumnos, en los cuales no entraba porque seguramente no estaba lo bastante capacitada o eso llegue a creer, después de llevarme esa horrible noticia. La otra forma de entrar era pagando la matrícula y financiando cada mes mi alumnado, como los demás estudiantes, sin embargo, se me complicaba al ser la tarifa muy alta para mi bolsillo, y más los demás gastos que debía llevar como estudiante, quedaría en banca rota antes de comenzar a rendir los parciales.

Tenía tanta bronca conmigo misma que lo único que se me ocurrió fue romper la carta de rechazo en mil pedazos. Había hecho de todo para entrar, me pase horas estudiando para sacarme notas altas, mis trabajos eran los mejores, pase por estrés, llanto y frustración solamente para obtener la boca, ¿y eso no les bastó?

Tampoco a las demás universidades que no dudaron en darle la oportunidad a otro chico o chica.

Me acuesto en mi cama cuando siento las lágrimas bajar por mis mejillas. No le había contado a mi mamá sobre ello, no me sentía con ganas de decir en voz alta que no era lo suficientemente lista como para ganar sus becas. Lo repetía en mi mente todo el tiempo, mientras repasaba las palabras que escribieron en la carta.

"Querida señorita Alizee Annie Bennet:

Lamentamos informarle que su solicitud para la beca de bellas artes Manhattan ha sido rechazada..."

Eso y un monton de otras estúpidas palabras que pusieron para rellenar el hecho de que me querían decir que era una inútil y mi inteligencia no estaba apta para sus estúpidas clases. Y así, lo mismo con la universidad de New Jersey, de Los Angeles y de San Diego.

Prescindible AmorWhere stories live. Discover now