Capítulo 5

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"Quiero una compañía agradable."
Staying Power

Con el cigarrillo en sus labios, Roger pensaba en la noche anterior. Recordó la respuesta de la joven ante sus críticas y también rondaba por su mente la llamada sin éxito que le hizo.
Aplastó el cigarro y con sus pantuflas fue en busca del teléfono, pues había decidido llamarla, pero la contestadora respondió. Aún así, aceptó dejar el mensaje.

—Hola, soy Roger —se encontraba nervioso—. Quería que sepas que escuché lo de anoche y tienes razón. Siento haber juzgado tu forma de ser, la verdad me gustaría invitarte a comer en señal de disculpa pero —rió—, si salimos un escándalo se armará. La prensa ama crear historias si ven a alguien famoso con alguien desconocido. Voy a estar en mi casa todo el día si deseas hablar al respecto, en serio no me gusta quedar mal con nadie. Espero verte, adiós.

La joven que se encontraba transcribiendo parte de su tesis en su máquina de escribir escuchó el mensaje, dejó lo que estaba haciendo, guardó sus objetos y al colocarse su casaca roja decidió ir al encuentro.
Hizo un par de paradas antes de llegar y en el camino pensaba con qué cara lo iba a ver, luego de la bochornosa noche llena de discusiones y gritos que protagonizaron.

La puerta se abrió y el músico vio como la joven universitaria estiraba su mano, que sostenía una bolsa de papel.

—Te compré unas donas, ¿me perdonas? —dijo ella sin quitarle la vista de su rostro—, espero hayas entendido la broma —dijo seriamente—. Las donas son en señal de disculpas por lo de tu auto.

—Juego de palabras —le respondió— y gracias por el postre —dijo al recibir la bolsa—. Pasa.

Amber al encontrarse en el interior de la propiedad colocó sus cuadernos y lapiceros sobre la mesa de mármol y sentada, esperó a que Taylor llegara a la sala.

—¿Qué haces? —le preguntó.

—Voy a continuar con mi trabajo —le respondió.

—¿No vas a querer hablar de lo que sucedió?

—Si lo hacemos, quizá volvamos a discutir —fue sincera—. Prefiero acabar una parte de mi tesis hoy, para luego poder solucionar el problema.

Roger tapó sus ojos con las yemas de sus dedos, bufó y dejando la bolsa con los postres en la mesa, se fue a traer sus archivos respecto al último álbum lanzado por su banda.

Les tomó cuatro horas hablar de "Dancer", "Put Out the Fire" y "Staying Power". A pesar de descansos para comer algún aperitivo, ir a los servicios o descansar de tanta charla, no se dirigieron la palabra a menos que sea sobre el disco. Solo era sobre Hot Space y silencios incómodos, lo que se presenciaba en la casa del rubio.
Pasaron los minutos y al dejar la última hoja escrita dentro de un folder, Amber frotó sus manos y alzó la vista para ver al cantante, pero no se encontraba presente en la sala.

—¿Roger? —preguntó pensando que él se encontraría en una de las habitaciones cercanas a donde se encontraba, pero al no obtener respuesta, con temor empezó a avanzar al interior de la casa.

Ella apenas conocía la cuarta parte de la gigantesca mansión del músico, por ello lentamente caminaba mientras observaba cuadros, fotografías familiares, premios, afiches, adornos, esculturas, flores, etc. Parecía un pequeño museo.
Continuando con su travesía, ni llegaba hasta la mitad del recorrido cuando cruzó miradas con el rubio, quien se encontraba con una toalla sobre su cuello.

Hot Space «Roger Taylor»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora