«Escuchaba las canciones y solo podía pensar en ti.»
Ella quería hacer una tesis sobre el álbum que amaba y decidió buscar la ayuda del creador cuyo propio álbum odiaba. ¿Qué podría salir mal?
|Prohibida copia u adaptación, se original.|
|2019|
"Tengo un caso de lenguaje corporal." Body Language
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Amber escuchaba desde el baño, como Roger reía ante la conversación que estaba teniendo con algún conocido suyo a través del teléfono. Lavó su cara para calmar sus nervios y peinó sus cabellos, se dio un par de palmaditas en las mejillas para controlarse y salió hacia su dormitorio.
—¿Puedo usar tu baño? —preguntó el músico desde la sala.
—Claro —le respondió.
Mientras sostenía su pijama, notó por el sonido del seguro de la puerta, que el rubio había entrado a su pequeño baño. Y aprovechó para rociar su cuerpo con una loción barata, pero que tenía un olor agradable. Intentó quitarse sus pulseras de colores pero escuchó la puerta de su dormitorio abrirse.
—¿Así que aquí es donde duermes? —preguntó al entrar.
—¡Me asustaste! —dijo al recoger su pijama que había dejado hace instantes sobre la cama— Pensaba que seguías en el baño.
—Solo quería lavarme las manos —comentó al ver las cortinas blancas que poseía—. Me gusta como decoras —declaró al notar que había un póster de su propia banda pegado en la puerta del armario.
—Si lo dices por ese póster, déjame decirte que eres un egocéntrico —dijo burlona.
—Tal vez —rió al sentarse en la cama de ella.
Amber guardó su pijama discretamente en un cajón y observó al rubio con ambos brazos cruzados.
—¿Qué crees qué haces?
Él solo alzó las cejas en señal de indiferencia y se quitó los lentes.
—Descanso —declaró al echarse boca arriba.
—Mira, no sé si haces esto en las camas de otras chicas, pero conmigo no...
—En serio estoy cansado —la interrumpió.
La castaña se sentó a su lado y también se echó boca arriba, giró un poco su cabeza para verlo y la mirada que él mostraba hacia el techo decía mucho. Se encontraba pensativo, jugaba con sus manos nerviosamente. Al parecer algo le molestaba, quizá no lo decía, pero el lenguaje de su cuerpo y su mirada lo delataba.
—Si estas cansado ¿por qué vas a salir otra vez?
Él volteó un poco su rostro y se encontró con los ojos cafés de la muchacha posados en él.
