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"Todo comienzo tienen su fin y este es el mio".
Hace un año no creería verme en esta situación, en esta cama con decenas de cables, ondas y agujas por cada extremidad de mi cuerpo, pero la vida es así, te presenta los peores escenarios para que fortalezcas tus sueños o aprendas la lección, conmigo pasó lo segundo. Sin embargo, no pienso rendirme, soltar la toalla y dejar que la desgracia me lleve. Pienso luchar hasta el último segundo que se me permita, anhelo vivir todos los años que creí hacerlo y que no hice nada más que caer en el vacío. Digo, cuando tocas fondo ya no puedes tocar más, solo tienes que buscar la forma de salir.
Tres años después.
Hoy se cumple mi tercer aniversario de la última vez que pise un hospital, de que valore la vida y las personas que están en ella, también se cumplen tres años de la primera vez que la vi, sí, a ella, a un amor imposible para mí y que en cada canción que escribo está presente. Es perfectamente imperfecta, sus orbes azules, la tez tan clara cómo un día de invierno y aquel cabello infernal se atravesaron en medio del pasillo con un rostro que irradiaba felicidad, no pude ver a dónde se dirigía pero supuse que era por una buena noticia. Después de unos meses la volví a ver en el café que estaba a dos cuadras del centro de rehabilitación, su cabello ya no lucia rojizo ahora era negro y tan oscuro que se asemejaba a una noche sin nubes y sin estrellas, y nuevamente no le pude hablar, quería que viera a un Shawn rehabilitado, no uno que se transportaba en muletas y con los pómulos amallugados, los labios rotos y los nudillos desechos.
"-¿Sigues pensando en ella?"
Escuché la voz de Niall mientras entraba a mi habitación. Bajé el bolígrafo y giré mi rostro rascando mi nuca asintiendo.
"-Simplemente háblale, digo, eres Shawn Mendes. Con una simple llamada puedes conseguir su número."
Se burló sentándose en la orilla de la cama, yo negué e impulse la silla con ruedas hasta llegar frente a él.
-No quiero utilizar el poder que mi nombre me da, quiero conocerla por mis propios méritos... ya me cansé de tenerlas por la fama que implica salir conmigo.
Relamí mis labios esperando una respuesta sensata de mi contrario, a lo que él se puso de pie y caminó hasta mi escritorio, quise ver que hacía pero me lo negó.
"-Me di la libertad de conseguir sus redes sociales y bueno, no creo que la idea de hacerte una cuenta falsa en Instagram sea un delito para conversar con ella... sin fama, sin prestigio o algo que con lleve ver un "Shawn Mendes" en una red social."
¿Qué carajos había hecho el rubio? Cerré mis ojos ante la idea más estúpida pero inteligente que se le había ocurrido, al final de todo no sonaba tan mal. Me levanté de aquella silla giratoria y tomé el ordenador para sentarme en mi cama y apoyar mi espalda en la pared.
