➻ Neels Visser

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"Fallin' All In You"

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"Fallin' All In You".

Este shoot es para una persona muy especial. Marisolguti201

"Si realmente quieres a alguien lo único que quieres para esa persona es su felicidad incluso si tú no se la puedes dar."

- ̗̀༼ຶཽ

"—Cinco minutos mas".

Murmuré inaudible cuándo sentí que me sacudían. Mis párpados pesaban y lo único que quería hacer era dormir un día entero. Sin embargo, un movimiento más brusco  provocó que abriera mis ojos cómo un par de platos y un soslayo de sol chocara directo en mi cara, arrugue mi nariz tallando mis ojos y observé a Cindy quién ya estaba vestida. Fruncí mis labios y antes de decirle algo una bola negra llegó corriendo hasta mí dando un gran salto para subir al sofá comenzando a lamerme, solté una pequeña sonrisa y escuché a la morena cuándo por fin el perro se calmó. ¿Desayunaríamos cereal con leche? bueno, no esperaba menos de ella, digo, no sé ve que sea una experta en cocinar o algo parecido.

El desayuno no fue malo, de hecho me gustó bastante y repetí llenando el tazón hasta la orilla. Me gustaba mucho ese cereal de chocolate.

"—Neelsito, ¿crees que me puedas llevar a mi casa antes de irte al aeropuerto?

Pidió haciendo un leve mohín regalándome un beso en mi mejilla.

—No tengo otra opción.

Respondí bromeando, lavamos los platos y salimos caminando hasta mi automóvil, por suerte el clima había mejorado. Una vez en el auto conduje con la vista pegada a la carretera parando en algunos semáforos dónde aprovechaba para taradear las canciones mirándola por el retrovisor. De pronto comenzó a aplaudir gritando que era nuestra canción, la observé sorprendido y asustado pero poco a poco esa mirada se convirtió a una burlona cuando empezó a cantar Fallin' All In You, negué reprimiendo una sonrisa y continuamos con el camino a su casa. Cindy no sabía que estaba enamorado de ella, éramos casi cómo mejores amigos, tal vez había sido un poco cliché la forma en que todo sucedió ya porque no me había dado cuenta de estos sentimientos hasta que tuve cierta preferencia por ella al ponerla sobre todos y todas, es decir, ni siquiera había pensado en la idea de estar juntos de esa forma.

—Kim, ¿te puedo pedir un favor?

Mordí mi labio un poco nervioso. No sé qué haría si me decía que no.

—¿Puedo pasar a tu baño?

Pedí un murmuro rascando mi nuca. No quería que su fiesta sorpresa se estropeara por mi poco profesionalismo para manejar este tipo de situaciones. Ella respondió con su expresión de siempre y en ese momento sentí un peso menos de encima por lo que tomé una sombrilla de los asientos traseros advirtiéndole que no se bajara. Salí del automóvil y enseguida abrí el paraguas protegiendo mi cuerpo de el sol que se volvían más fuerte en verano. Caminé hasta al otro lado del auto cuándo estaba lista para salir, y al inclinarme para abrir la puerta miré que su iris desprendía un brillo muy tenue. No pude evitar quedar hipnotizado cómo las anteriores veces cuándo nuestras miradas se unían e inevitablemente sonreí cómo un tonto.

—Debido a que olvidaste tus sandalias subirás a mi espalda y sujetaras la sombrilla.

Dije con un tono de voz demandante pero amable. Se había formado un camino demasiado caliente a la puerta de su casa, por lo qué me pareció buena idea llevarla cargando para compensar el mal rato que pasó ayer cuándo le dije que hoy viajaría por unas semanas fingiendo que no me acordaba de su cumpleaños. Kim no era pesada, de hecho parecía que llevaba a una niña a la orilla del mar para que jugara con los corales. Sonreí imaginando lo gracioso que sería vernos en esa situación, y sujete bien sus piernas comenzando a caminar más rápido.

Al llegar buscó sus llaves en su bolso y me las dio para que abriera porque su brazo no daba a la cerradura. Cuatro, tres, dos segundos transcurrieron antes de qué todos nuestros amigos salieran brincando soltando globos púrpuras adornando el techo que tenía sus iniciales en enormes letras doradas. En un movimiento rápido la bajé rodeando su cintura con mi brazo, pero ella seguía observando todo con un rostro incrédulo.

—Feliz cumpleaños, Cindy.

Susurré besando su frente. Sus expresiones no tenían precio para mí, absolutamente nada se comparaba con su cara de felicidad mientras miraba a todos procesando lo que estaba sucediendo. Le dí una señal a nuestro amigo Aiden y el cuarto se iluminó de la luz de un proyector que reflejaba un vídeo que había hecho para ella con las grabaciones que tenía de todos los años que llevábamos conociéndonos, aparecían imágenes de nosotros dos en nuestra primera salida dónde coincidimos. Recuerdo que era el cumpleaños de su tía la cual era amiga de mi madre, los dos habíamos salido al jardín a ver la lluvia de estrellas y de un momento a otro nos encontrábamos platicando de temas conspirativos. En ese momento me dí cuenta que el amor a primera vista si existía.

Varios se acercaron a saludarla dándole los regalos que habían traído para ella y poco a poco la gente comenzó a dispersarse por todo el living, decidí quedarme en una esquina observándola y suspiré profundamente armándome de valor. Sí, señores, Neels Visser le va a declarar su amor a Cindy Kimberly.

Me subí a una silla y grité captando la atención de todos, bajaron el volumen de la música dejándola en segundo plano y nuevamente suspiré bajándome del mueble. No sabía que estaba haciendo, todo rastro de valentía se esfumó cuándo me miró y nuestros ojos hicieron conexión.

—No sé por dónde empezar. –murmuré subiendo las mangas de mi camisa a la altura de mis codos.—Hay alguien que me pone demasiado nervioso. –me excusé. —Ella despertó una emoción muy grande cuándo miramos una lluvia de estrellas en una fiesta en la que no queríamos estar.

Mojé mis labios con la punta de mi lengua y sonreí alzando una comisura. El silencio comenzó a reinar cuándo la música se detuvo, y Dylan aprovechó el momento para plantarse en medio de nosotros dos sujetando la muñeca de Cindy mientras me miraba con una expresión que delataba lo enojado que se pondría sí se me ocurría soltar lo que sabía. Yo no le tenía miedo, pero tampoco arruinaría la fiesta que le había preparado a KIm, así que me limite a decir lo siguiente.

 —Estoy enamorado, pero sé que su corazón le pertenece a otro hombre. Sé que las posibilidades de estar juntos se reducen a cero cada vez que me habla de él y de lo feliz que la hace. 

Sonreí a medias abriendo la puerta.

—Sólo me queda decirle a la mujer mas valiente, fuerte y hermosa del mundo, feliz cumpleaños.

Cindy llevaba cuatro años con Dylan, es una relación que cualquiera envidiaría. Sin embargo, él la engaña con otra persona y yo no me aprovecharé de eso. Ella se dará cuenta tarde o temprano, y entonces, yo estaré para limpiar sus lágrimas y mostrarle lo valiosa que es... Pero después de esto no sé que suceda. Lo único seguro es que el amor que siento por ella nada ni nadie lo va a cambiar.

#wattys2019 ﴾♡ one shootʼs﴿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora