Por favor

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Capítulo nueve.

¿Qué creía Hermione que ocurriría si hablaba de la Cámara de los Secretos?

No que alguien le tomara del brazo y la metiera en un aula vacía. ¿O sí?

-¡¡Señor Riddle!! -gritó escandalizada. Por dentro, luego de un leve pánico, muy divertida.

-Lo siento, profesora, pero desde hace una semana que quiero hablar con usted. -intentó disculparse Tom, como sabía que haría con cualquier profesor.

-¿Y por qué no me buscó en el salón de profesores?

-No quería que alguien supiera...

-Solo soy una profesora. Nadie pensaría mal de usted. En especial con sus notas. -tergiversó la respuesta a propósito.

Tom la miró de hito en hito. ¿De qué estaba hablando?

-¿Mis notas?

-Pudo pedirme un momento por una duda, aunque fuera extraño en usted, no meterme de prepo en un aula vacía. ¡Esto es escandaloso!

¡Hermione se estaba divirtiendo a costa del futuro Señor Oscuro! No tenía precio.

-¡Señora! Que no es lo que piensa.

-¿Ah, no? Estamos solos en un aula... ¡Usted me tomó a la fuerza para entrar!

-¡No es lo que piensa! –se volvió a justificar. ¿Cómo terminó así?

-Entonces, ¿qué es eso que no puede preguntarme en horas de consulta?

-La Cámara de los Secretos.

-¿La "leyenda"?

-Estoy seguro que usted sabe dónde se encuentra.

-¿Y qué le hace pensar eso? -preguntó con cierto rintintin.

-No juegue conmigo... -terminó por perder su temperamento.

-¿O qué, señor Riddle? –Hermione se envaró como la leona que era. –Por lo que yo veo, usted está desafiando a una profesora por un tema fuera de su curriculum.

Tom tomó aire, llenó sus pulmones y lo soltó lentamente. Hermione esperó. Le gustaba apretar los botones del (¿futuro? ¿pasado?) señor oscuro.

-Le pido, por favor, pro-fe-so-ra, que me diga si sabe la ubicación de la Cámara de los Secretos.

-Bueno, eso fue más educado. Sin embargo, no puedo decirle. Solo el heredero...

-¡Soy el heredero de Salazar Slytherin!

-¿De verdad? Permítame que lo dude.

-Hablo pársel.

-Bien por usted pero eso es irrelevante.

-¡Irrelevante! Solo la familia de Slytherin habla pársel.

Hermione ya negaba desde el principio.

-Lamento informarle que no es así. Yo conocí a un muchacho que hablaba fluido parsel y no era descendiente de Slytherin. Incluso escuché que hay hablantes pársel en India. Yo puedo decir dos o tres frases en parsel.

-¿En serio?

Hermione asintió.

-Abre. Cierra. No me mates. No se tu lengua.

-Interesante.

-Sí, bueno...

-Son frases para ir a la cámara y hablar con el monstruo.

-Tal vez...

-¡Por favor! Deje de dar vuelta. –pidió Tom exasperado.

-Está bien. Necesito que me traiga una carta de herencia de Gringotts para verificar que eres su descendiente. 

-Ya le he dicho...

-¿Quieres que le confíe la Cámara Secreta a un simple niño?

-¡Tú no eres más grande que yo! -le contestó Tom. No sabía por qué, pero apreciaba que ella se impusiera.

Hermione sonrió.

-Pero soy tu profesora y tú, el alumno... ¿O quieres que busque a los Gaunt?

Tom abrió los ojos.

-¿Los... Gaunt?

-Supongo que sabes que los últimos descendientes de Slytherin son los Gaunt. Unas gentes endogámicas que se han echado a perder tanto como seres humanos como magos. ¡Por Merlín! Yo soy bastante tolerante, pero eso de tomar a tu propia hija o hermana para mantener la sangre limpia... -Hermione se estremeció.

-Yo...sí... he escuchado... algo... -su mente dispersa en la información.

-Como verás, no eres el único que sabe parsel o que afirma que es descendiente del gran Slytherin. Así que, perdona si pido garantías. Creo que tienes problemas con tu tutor legal. –Tom no pudo reprimir el gesto de desagrado. –Por lo que te sugiero que vayas directamente con el director Dippet y solicites ir a Gringotts a investigar sobre tu herencia ya que estás a punto de emanciparte...

-¿Emanciparme?

Hermione le miró, con curiosidad.

-Si no me equivoco, algo raro en mí, usted está por cumplir la mayoría de edad en diciembre. ¿No? A los diecisiete eres emancipado en el mundo mágico. Puedes tomar tu título y elegir un sucesor y un representante para tu asiento en el Wizzegamot, hacer negocios, etc, etc. -terminó moviendo su mano como si espantara una mosca. -Si eres el descendiente de Slytherin, lo primero es que revises tus patrimonios. Creo que tendrías varias propiedades y bóvedas...

A Hermione le daba gracia la forma en que los ojos de Tom se agrandaban con todo lo que le decía. ¿En serio nadie le había hablado sobre su patrimonio? Igual que con Harry.

-Por lo tanto, el director sería el mejor para ese trámite. Y pide una oficina privada. Que él te acompañe, no significa que esté presente cuando lean el pergamino. –miró su reloj pulsera. –Bueno, ya llego tarde al almuerzo. Nos vemos, señor Riddle. -dijo saliendo con un pequeño saltito en sus pasos.

Estudios muggles (editando)Where stories live. Discover now