Descendiendo al infierno

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Capítulo once.

Tom no entendía cómo llegó a eso. Es decir, sí lo sabe. Quería ir a la Cámara a cualquier costo. Pero a este precio...

-¡Esto es tan emocionante! –dijo el semigigante.

Rubius Hagrid, sino se equivocaba, Gryffindor, un puff de apellido Rochester y una Ravenclaw apellidada Warren.

-Es cierto... pero, ¿profesora, por qué estamos nosotros acá? –preguntó Rochester.

Tom se preguntaba lo mismo.

-Porque bajaremos a la Cámara Secreta de Slytherin. ¿Pueden decirme qué encontraremos allí?

-¡Yo sé! ¡Yo sé! –gritó Hagrid. -¡Un basilisco!

-¡Correcto, señor Hagrid! Diez puntos. Señorita Warren, ¿cómo se mata a un basilisco?

-Con el canto de un gallo. –respondió resplandeciendo.

-¡Muy bien, señorita Warren! Diez puntos. –Tom revoleó los ojos. ¡A todos regalaba puntos! –Ahora... -sacó un reloj despertador con forma de gallo de su túnica. -¿alguien puede decirme qué es esto?

-Un reloj despertador muggle. –respondió Tom.

-Un despertador encantado. –dijo Rochester.

-¡Exacto, señor Rochester! Diez puntos...

-¿Ya podemos bajar? –preguntó exasperado Tom.

-Por supuesto. Este es el lavado. –Hermione señaló el indicado.

-¿Por qué el señor Slytherin pondría la entrada en este lugar? –preguntó Hagrid.

-El lugar menos obvio es a la vista de todos. –contestó Myrtle.

-¡Muy bien, señorita Warren! Di...

-¡Si vuelve a dar puntos yo mismo la estrangulo! –le gritó Tom.

-Uy, creo que alguien está estresado. A ver, todos, respiremos profundos. –jugó Hermione.

Todos excepto Tom respiraron profundo. Mientras, Hermione se moría de risa por dentro. La única forma de conseguir un "seguro" era un "comité" que asistiera la apertura de la cámara. Un comité que ella misma eligió.

-Adelante, señor Riddle... ¿o prefiere señor Slytherin?

-Le gusta tocarme la nariz, ¿no? Ábrete.

Fue toda una odisea hasta que llegaron a la entrada. Primero ensanchar el túnel para Hagrid, luego la eliminación de tierra porque Rochester era alérgico, por último la descripción de cada roca por parte de Warren. ¡Tom estaba que se tiraba de los pelos! "Esto es el infierno".

Cuando abrió la puerta todos exclamaron de asombro.

-Rápido, colóquense estos lentes. –Hermione repartió con prontitud. –Los ojos del basilisco matan con solo mirarlo.

-Le pediré que no lo haga.

-Somos todos sangresucia, señor Riddle. -aclaró Hermione innecesariamente.

-Entonces, escóndanse.

-Él nos encontrará. No hay salida, señor Riddle. Ahora... ¿estamos todos listos? -la profesora los empujó a los demás unos pasos más atrás.

Tom se posicionó cerca de la estatua de Slytherin.

-Aquí estoy. Soy... el descendiente de Salazar Slytherin. Háblame, Slytherin, el más grande de los Cuatro de Hogwarts. -dijo la frase que le dio la profesora.

Estudios muggles (editando)Where stories live. Discover now