Open Eyes [Justin Bieber]

Epílogo

 París es un lugar mágico, en donde el amor va por las grandes calles. Parejas tomadas de la mano, familias llendo de compras o mismos ancianos felices tomando una taza de té. Amigas sonriendo mientras se toman la foto, y observan la reacción de ello.

Hace dos días llegamos y nos queda mucho por recorrer, he venido aquí solo por dos días o tres, ya que solo era una parada para dar un show y luego irme. Pero esta vez recorreremos todo París.

Las personas se acercaban a tomarnos fotos, o para un autógrafo o simplemente nos graban pidiendo saludos a sus amigas o para ellas mismas.

Hemos subido a la cima o hasta donde se podía subir de la Torre Eiffel, y la vista era increíble. Hemos ido por té, cenamos en un restaurante recomendado por una fan, y obvio, nos tomamos muchas y muchas fotos juntos.

Fue hasta entonces que gracias a ese viaje me di cuenta de lo mucho que lo quiero a Justin, y que gracias a él yo soy otra persona.

Insistió mucho en ir a ver nuevamente a la Torre Eiffel de noche, ya que dice que es una experiencia distinta, y que a él le gustaba. Acepte sin precio alguna, pero dijo que quería que me ponga algo lindo, ya que luego cenaremos en otro restaurante.

Me puse un vestido suelto blanco con unas plataformas marrones, el cabello suelto liso, y un maquillaje no tan cargado. Tomé mi cartera y observé mi celular, Justin me ha enviado un mensaje diciendo de que no podía ir conmigo, pero me esperaba en la cima de la Torre.

¿Qué le pasa a éste chico? ¡Está loco!

Le contesté con una carita feliz y me fui en taxi hasta el lugar. Subí escalera por escalera sin sudar, por suerte. Y cuando llegue a la cima me encontré con una gran sorpresa que no me esperaba.

Habían rosas por algunas partes, una mesa en el pedido con velas y unos platos blancos. Justin estaba parado observándome con una sonrisa vestido de traje negro. Se acercó lentamente y me tomó de la mano, la acercó a sus labios y dejó un beso en ellas.

-Hola, linda. -dijo él.

-¿Qué es esto, Justin?

-Es algo que preparé hace mucho tiempo, y creí que era la mejor noche para hacerlo.

-Esta demente. -reí.

-Me ofendes. -bromeó.

-Es hermoso, gracias. -dije observando todo.

-Te lo mereces.

-Te amo. -dije y besé sus labios.

-Quiero decirte algo, Ali. -dijo, y mi corazón comenzó a latir rápido.

-¿Qué sucede?

-Eres muy especial para mi, cuando estuvimos separados comprendí que era un idiota con todos y cambié, por ti. No quiero estar con nadie más, sólo contigo. Cada vez que te sucede algo siento la necesidad de correr y abrazarte, decirte que te amo y que te necesito. Tú eres la razón por la cuál creo en el amor. Eres tan hermosa, no sé cómo lo haces, pero me haces sentir muy bien. -dijo y mis ojos comenzaron a cristalizarse.

-Justin, tú haces esas cosas. Yo era un caso perdido, nadie estaba junto a mi, todos huían de mi, pero tú te quedaste. Y sé que fue difícil, pero lograste algo que nadie hizo, amarme, amarte, y a sentirme amada. -respiré.- Te amo con locura, y si llega a suceder te algo no sé qué haría sin ti, eres muy importante para mí, y no podría sacarte de mi vida. No creería cómo sería vivir sin ti. Te amo mucho, mucho, mucho.

Y en ese momento, prometo que fue eterno. Ambos éramos uno solo, dos personas diferentes, pero con cosas en común. Ambos nos amábamos y eso era lo que importaba.