25. Carlos - "El primer amor nunca se olvida" (Primera parte)

1.2K 158 172
                                    

Alicia no logra creer lo que acabo de decirle.

—¿De qué hablas? —pregunta, consternada.

—Thomas fue encarcelado hace días —le informo—. Lo acusaron de traición. Algunos miembros de la Cúpula descubrieron que confabulaba con rebeldes y lo delataron con los gobernadores.

—¿Rebeldes? —Alicia hunde el ceño—. ¿Qué tipo de rebeldes? Que yo sepa, Eternidad no tiene nada que ver con Thomas. Ni siquiera lo quieren cerca, ya sabes, por Susan...

—Al parecer, el mismo Thomas fundó un grupo subversivo junto a otros funcionarios de la Cúpula y unos cuantos civiles descontentos. Hace horas se filtró a la prensa la noticia de su encierro y el rumor de que los gobernadores planean ejecutarlo. Su padre está de acuerdo, pero no me sorprende. Perdonarle la vida por tratar con rebeldes podría hacer que pierda el mínimo apoyo y respeto que le queda.

—No pueden matarlo —coincide Alicia. Se ve muy afectada—. No pueden...

—Tenemos que salvarlo antes de que sea tarde. No podemos permitir que lo asesinen. Sabes que Thomas es el único que puede ayudarme a encontrar a Elías.

Lamentablemente, es cierto. He investigado por cielo, mar y tierra, pero no he hallado rastro alguno de Elías, el hermano mayor de Thomas. Según los archivos del registro civil de la Cúpula, Elías está muerto. Se supone que falleció poco después de que fue descubierto nuestro romance, si es que se le puede llamar así.

La causa, según su registro de defunción, fue un accidente aeromovilístico, pero estoy convencido de que no murió o al menos de que no falleció en la fecha que indica el registro, pues recuerdo que los gobernadores lo mantuvieron encerrado por al menos cinco meses en los que fui testigo de torturas que le implicaron los protectores y otras que yo mismo fui obligado a ejecutar.

Sabía de la existencia de Elías antes de recobrar la memoria, pero, tal como la mayoría de los habitantes de Arkos, lo daba por muerto. No recordaba que tuvimos una suerte de amorío, mientras que su nombre no causaba ninguna reacción en mi cerebro. Se hablaba sobre él en la preparatoria, pero no fue hasta que José me lo nombró que logré rememorar lo que vivimos. De haber hablado antes con el chofer de mi familia sobre Elías, lo habría recordado años atrás y quizá ya sabría dónde encontrarlo.

Por ahora, estoy en un punto muerto. No sé dónde buscar. En la Cúpula no existe información y los protectores rebeldes tampoco saben nada.

Debí llegar a Thomas antes de perder la oportunidad. No lo intenté porque Alicia me pidió mil veces que no lo metiera en problemas, además, es probable que Thomas también crea muerto a su hermano. No quería arriesgarme a darle esperanzas de que Elías podría estar vivo cuando puede que no sea cierto.

Ahora sé que debí acercarme a Thomas. Después de todo, se lo debo. Fuimos grandes amigos en la infancia, gracias a nuestra amistad me acerqué a Elías.

Thomas y yo teníamos nueve años cuando nos hicimos amigos. Abraham Scott, el hombre que por desgracia es mi padre, no se opuso. Es más, estaba fascinado, porque el gobernador Soles y él siempre han sido cómplices, así que me permitía ir a la casa de Thomas después de clases y los fines de semana.

Fue durante esas visitas en las que me acerqué también a Elías, quien comenzó a gustarme con el paso del tiempo. Al principio tenía miedo de mis propios sentimientos, porque desde que tenía uso de razón me enseñaron que no eran normales. Al tener apenas diez años, ya sabía sobre la enfermedad prohibida y entendía que tenerla me traería muchísimos problemas. Yo mismo fui testigo de cómo un grupo de protectores torturaba a una pareja de mujeres que tenían la supuesta enfermedad. Mi padre me obligó desde muy pequeño a presenciar actos inhumanos para "endurecerme". Él creía que me hacía un favor.

Renacidos [#3]Where stories live. Discover now