10. Aaron - "El baúl de los recuerdos" (Tercera parte)

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Despierto en un lugar completamente oscuro y silencioso. No siento frío ni calor; es como si me encontrara en medio de una tétrica y penumbrosa nada. No recuerdo cómo ni por qué acabé aquí. ¿Dónde estaba? ¿Cómo llegué? ¿Qué hacía antes de dormir?

Me froto los ojos en un ridículo intento de comprobar si no he quedado ciego. Al abrirlos nuevamente, vislumbro una esfera de luz ubicada no muy lejos de donde estoy parado. Decido ir hacia ella. Ni siquiera puedo ver mi propio cuerpo; camino con mucho cuidado. Podría encontrarme en el borde de un acantilado y no lo sabría debido a la densa oscuridad.

—¿Hola? —vocifero al caminar. Siento el estómago apretado a causa de los nervios—. ¿Alguien me escucha?

No recibo respuesta. Mis pasos no hacen sonido alguno. No oigo nada más que mi respiración.

Llego a la luz. Levanto una mano hacia ella para tocarla y ver qué sucede. Esta me quema como si de fuego se tratase, por lo que me alejo de inmediato.

—¡Mierda! —Me quejo. Agito mi mano para disipar el dolor.

Apenas toco la luz, muchas otras se encienden a mi alrededor, luego se extienden hasta convertirse en pantallas holográficas suspendidas en el aire.

Miro con precisión las pantallas y me doy cuenta de que muchas exhiben imágenes. Una de ellas se alza hacia lo más alto del lugar y se agranda hasta volverse inmensa. Una frase aparece en ella:

"ZONA DE RECUERDOS INACCESIBLES".

Recuerdo todo de golpe. Mis sueños indebidos con David. Mi visita al despacho de Heinns. El intento involuntario de asesinato a Tyler, hijo de mi psiquiatra. La regresión.

La regresión...

Mierda, estoy dentro de mi propio cerebro.

Pensarlo me emociona y me aterra al mismo tiempo. ¿Quién sabe qué clase de cosas horrorosas encontraré aquí? Puede que me tope con mis peores pesadillas y los recuerdos bloqueados del abuso que viví por parte de David. Lo que menos necesito es recordar en detalle todas las barbaridades que me hizo.

Una voz resuena desde alguna parte, sobresaltándome.

—Bienvenido a la zona más recóndita y secreta de tu cerebro, Aaron. —Reconozco la voz de Heinns. Se oye como si hablara a través de un micrófono—. Las pantallas que ves por aquí son aquellos recuerdos que se encuentran bloqueados en tu mente, cuyas fechas corresponden a no más de tres o cuatro años. Como dije antes, a medida que avances por la zona encontrarás recuerdos más antiguos o más recientes. Para elegir qué recuerdo ver solo debes acercarte a la pantalla que tenga la vista previa que más te llame la atención y tocarla. ¿Alguna pregunta?

—¿Por qué tengo recuerdos bloqueados? —inquiero, confundido—. ¿En qué me ayudará verlos? ¡Quiero olvidar la imagen falsa de David, no recordar mi pasado!

—Hurga en tus recuerdos y encontrarás las respuestas a tus preguntas —responde Heinns—. No me creerías si te las dijera; necesitas descubrirlas por ti mismo. Te deseo suerte.

—¡Espere, tengo más preguntas! —grito, pero no oigo nada más de su parte—. ¿Heinns? ¿¡Heinns? ¡¡¡Imbécil!!!

Resoplo, frustrado. No entiendo en qué mierda me ayudará ver recuerdos que olvidé.

Como sea, me dispongo a caminar por el lugar. Me acerco a la pantalla más cercana y examino la vista previa. Todo luce como si hubiera sido grabado con mis ojos.

Veo un pasillo. De pronto, David aparece a mi lado junto a otras personas que no reconozco.

Retrocedo por instinto. ¿Qué rayos es eso? ¿En qué momento de mi vida estuve con David en otro lugar que no fuese mi habitación de la infancia y el cuarto del hospital psiquiátrico? No hay forma de que lo que se aprecia en la vista previa sea un recuerdo...

Renacidos [#3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora