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Pov Narradora.

En la cabeza de la albina, los escenarios viles corrían libremente. Aquel desconocido, en esa noche fría, se la llevo sin dejar rastro. 

Cuando ella despertó, se dio cuenta de que estaba en un lugar desconocido.

Pensé que todo había sido un sueño, pensó preocupada.

Se sorprendió al darse cuenta de que estaba en una cama. De inmediato quiso confirmar de que tenía su misma ropa, y suspiró aliviada. Si era la misma. Se sentía algo mareada, su cabeza dolía un poco, pero no era algo que no pudiera tolerar. Trato de moverse, pero se dio cuenta de que estaba atada de una de sus manos, a la cama. 

- Maldita sea...-susurro sintiendo como cada vez, el temor invadía su ser.

Estaba secuestrada. ¿Quién es su captor?. No lo sabe, pero tampoco quiere descubrirlo. Movió su mano de un lado para otra, lastimándola en el proceso. Pero estaba desesperada y quería salir pronto de aquel lugar, con su otra mano libre trato de zafarse, pero solo conseguía lastimarse más y más. Se sentó en la cama, ya que le resultó muy cansado el estar acostada y con la mano, casi en el aire. Suspiró resignada.

¿Qué le pasaría?. Solo esperaba que todo fuera una pesadilla. Una repugnante y vil pesadilla. Escuchó pasos afuera y se alarmó. De inmediato se le paso por la cabeza, fingir que estaba dormida, pero sería en vano. Así que solo ocultó su cabeza entre sus rodillas, escuchando el molesto chirrido de la puerta al ser abierta.

Su corazón latía cada vez más veloz. 

- Que bueno que despertaste-dijo aquella voz, de manera calmada.

La albina no se lo podía creer, sus ojos volvieron a nublarse, pero está vez de lágrimas. El miedo se fue, pero la inseguridad lo remplazo. No quería alzar la cabeza, pero lo hizo para confirmar sus sospechas. Se quedo muda al verlo.

- ¿Qué ocurre, linda? ¿Te comió la lengua el ratón?...¿me tienes miedo?-la albina no podía responder, las palabras se habían ido-. ¿No habías dicho que nunca me temerías?

La albina tragó saliva y negó repetidas veces.

- Fo-Fox...-solo logró susurrar eso, incrédula-. ¡Eres tú!

- No sería otro, ¿o si?-preguntó con el ceño fruncida. La albina se desesperó por aquel tono tan calmado y sarcástico que usaba.

- ¡Suéltame, ahora!-gritó moviéndose.

- Eh, calma. No quieres hacerte daño, verdad?-dijo el pelirrojo seriamente.

- ¡Entonces suéltame, genio!

El pelirrojo negó. Mientras soltaba una pequeña risa.

- No me imagino lo que harías si lo hago.

- ¿Por qué...? -preguntó la albina, con la mirada baja-...¿por qué hiciste eso en el hospital?, ¿por qué huiste?...¿por qué haces esto?

- ¿Por qué? ¡grandiosas preguntas!. Allá, todos me tenían harta, pensando que podían cambiar  y controlar todo, que estúpidos tan ingenuos. No huí, solo me aleje para volver a ser lo de antes, fue bueno mientras duro -soltó una amarga risa-. Merecían la muerte y lo sabes.

- ¡Claro qué no! ¡Que tu mente sea tan retorcida no era su culpa!

El pelirrojo ladeo la cabeza, cabreado.

- Como sea, los muertos no reviven.

- Que descaro tienes -negó la albina con lágrimas.

- Gracias, pequeña.

- ¿Ahora qué? -preguntó ella seria-. ¿Piensas matarme? ¡estás tardando demasiado!

- Oh, ¿qué dices?, claro que no. A ti jamás te lastimaría -se acercó a ella mientras acunaba sus mejillas entre sus manos y susurraba en su oído-...al menos no físicamente.

- ¿Insinúas qué, quieres herirme mentalmente?. ¿Qué corre por tu cabeza?

- Lo mismo me pregunto -dijo el pelirrojo inhalando fuertemente-. Pero dejemos las caras largas, créeme, te encantará estar acá. Ahora solo seremos tú y yo.

- Pero, ¿por qué yo?

- ¿Por qué tú? -se ríe-, vamos, deja de lado las preguntas -dijo acercando cada vez más su rostro al de ella-...pronto lo sabrás, todo.

Y beso sus labios. La albina se quedo estática. Su corazón volvió a latir como aquella vez, sentía otra vez como todos sus sentimientos querían salir, pero se rehúso. Se negó a aceptar que comenzaba a enamorarse de un asesino. No quería, no lo necesitaba, ¿por qué lo haría?.

Pero todo ella estaba en su contra ahora mismo. Cerró sus ojos, y volvió a probar aquella hermosa sensación que sintió antes de todo el caos.




Obsesión »FxM«Where stories live. Discover now