Obsesión »FxM«

17

Tengamos algo en cuenta...antes de comenzar.

Creo que tengo que recalcarlo enserio ;-; (riendo internamente).

Foxy es un ASESINO, no un VIOLADOR. ¿Okey? (se ríe aún más). Sé que hay asesinosvioladores(? pero este no es el caso de Foxy :) Sip, claramente el título se llama: Obsesión. Pero las obsesiones (por más peligrosas que sean) no obligatoria o necesariamente tienen que llevar a la ''Biolasion'' (se ríe xd). Aunque algunas si 7-7.

Pero aún así, cuidado, no saben con que podría sorprenderlos.

(Inserta música misteriosa)

Empecemos >:)

* * *

Pov Meg.

Respira. 

Uno dos tres. Respira...

Esto no es real. Es solo un estúpido sueño, ¿de acuerdo?. Me separé de inmediato, y el tenía una sonrisa demasiado canalla. No era falso, no era un sueño, era real.

- ¡Por q-que hi-hiciste eso! -grité avergonzada.

El ladeo la cabeza, sin dejar de mirarme. Yo me perdí un instante en sus ojos. Más ya no me contestó y resignada hice otra pregunta.

- ¿Por qué me trajiste aquí? -El bufo-. Esto es un delito muy grande.

- Ah si, ¿cual?

- Secuestro!

El ríe fuertemente.

- No te secuestre. Sólo tome lo que es mío, ¿o no Maggie? -Me sonroje.

- ¿Tu-tuya, yo? -Lo miré incrédula-. ¡Claro que no!

- No lo niegues -dijo levemente y negué.

- Ya, no es divertido.
Tienes que soltarme.

- ¿Soltarte? Eres mi doctora, ¿por qué debería?

- Soy tú doctora dentro del hospital. Aquí no soy nada, así que sueltame!

- Imagina que esto es el hospital -explicó.

Ja, claro.
Que lo imagine su abuela.

- ¡Porque! -Grité perdiendo la paciencia-. ¡Sólo dime el porque y lo pensaré!..., ¿¡es que acaso quieres matarme!? -exclame. 

- ¡Ya le dije que no! -exclamo más frustrado.

- ¡Entonces déjame ir, desatame!

- No tengo razones para obedecerte. 

- No hay tales razones -dije cabreada-...enserio, esto no está bien. Matas, torturas y ahora secuestras!? -dije más molesta.

- Nunca esperes cosas buenas de un asesino -recalcó frío-. Ahora acostúmbrate, pasarás aquí, hasta que yo lo decida.

- No puedes hacer eso -negó frustrada.

- Oh, que raro -se dirige a la puerta con mirada seria-. Ya lo hice.

Y sale, dejándome sola y arrebatándome las esperanzas.

- ¡Foxy, Foxy! ¡Vuelve aquí! -los labios me temblaron y me removí violenta contra la cama-. ¡No es justo, nada de esto lo es! ¡Déjame ir!...por favor...

Y mis suplicas continuaron hasta la noche. Los ojos me dolían y ardían de tanto haber llorado. No volvió, es más, creo que hasta se fue de este lugar. Pero no puedo ni siquiera salir de la cama, la muñeca de mi mano ya está roja de tantas movidas violentas, apuesto que unos cuantos movimientos más, y se desgarra. Los sollozos salían de mi boca y mi cuerpo no paraba de temblar, tenía frío y estaba preocupada.

¿Qué pasará con Joy y Bon?. 

¿Con el hospital y los demás pacientes?

¿Qué pasará conmigo?

* * *

Me desperté, por unos suaves movimientos en mi hombro.

- ¿Q-qué? -susurré sin querer abrir los ojos.

- Vamos, tienes que comer -dijo aquella voz de manera suave.

Sigo aquí. Ojala esto fuera una pesadilla y pronto despertará en mi cama. Pero la vida no es de color rosa, y tengo que aceptar la realidad; estoy secuestrada.

Negué. Y abrí los ojos, viendo los suyos, aquel hermoso dorado cautivador, pero misterioso y lleno de tanto peligro...

- No, llévate tu repugnante comida.

El frunció el ceño.

- No querrás morir de hambre, ¿verdad? -no respondí-. Vamos, no seas tan dura.

- ¡Estoy atada genio! -grité.

- No necesitas comer con tus manos, para eso estoy yo -dijo con una sonrisa, que me pareció demasiado tierna. No era la sonrisa de un asesino, era como la de un niño pequeño, contento. 

- No me darás de comer como si fuera una niña, verdad? -el asintió.

- Ammm...¿por qué no? ¡anda, deja de ser terca!

Bufé y agaché la cabeza. No quería, pero mi estómago rugía. Miré el plato que tenía y la verdad, la comida se veía muy apetecible.

Cerré los ojos y abrí al boca resignada.

Escuché una risa y eso me frustro.

- ¡Solo hazlo para que te puedas ir más rápido! -grité enojada.

- Me encanta cuando te pones así.

Me apene aún más. Solo quería que esto acabará.

La primera cucharada paso. Comencé a comer, como esperando que la comida estuviera envenenada o podrida a pesar de verse exquisita.

Resultó que tenía un sabor bastante bueno. 

Abrí los ojos y el pelirrojo me miró satisfecho.

- Vamos muy bien pequeña, sigue así y puede que todo cambie.

* * *

#NoALaBiolasion.

JAJAJAJAJA.