Capítulo XI

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Pican a la puerta de mi despacho. Me encuentro viendo unos documentos muy antiguos. Aunque he estudiado medicina, también estudié arqueología, de hecho tengo un doctorado en este campo.

-- Adelante -le doy paso. 

-- Señora Holmes, ha llegado el correo -dice Lesley, entrando.

-- Déjalo encima de la mesa -digo sin levantar la vista de mis papeles.

Lesley lo deja en el borde de la mesa y luego se retira.

Después de acabar el trabajo, cojo el sobre con papel de marfil. Saco una tarjeta. Es la invitación a la boda de Edward y Bella. Nos invitan a Gwen, Nicolás y a mí. La boda será el trece de agosto. Sonrío al imaginarme lo atareada que debe estar Alice en estos momentos.

Me levanto y salgo del castillo para ir a los establos. Allí veo a Gwen con su caballo Isis.

-- Mira lo que tengo -enseño la tarjeta.

Ella sonríe y la coge. La mira y su sonrisa se agranda.

-- La boda de Edward. Así que al final sí a encontrado la mujer de sus sueños. -dice contenta.

-- Le ha costado un siglo pero al final lo ha conseguido. Me alegro por ellos -comento-. Tendremos que ir de compras. Espero conseguir que Nick se ponga un traje.

Esa tarea iba a ser muy difícil.

-- ¿Qué tal si vamos a París a por los vestidos? -me propone-. Sería divertido pasar una tarde de compras en la ciudad de la moda. Y luego quedarnos en la casa que tenemos allí y mañana volver.

La verdad es que ganas no me faltan. Y a mi velocidad podemos estar allí en un suspiro.

-- Vale, vamos de compras -aseguro, será divertido.

Después del almuerzo cojo algo de dinero en efectivo y la tarjeta de crédito.

-- Vamos Gwen, solo vamos a comprar -digo mientras la espero en la puerta de su dormitorio-. No es para ponerse como si fueras a un desfile de moda.

-- Para ti es fácil decirlo, todo te sienta como un guante. Ojalá yo también tuviera tan buenos genes -me río ante su comentario.

-- Y lo dices tú, que tienes a todos los chicos en la Universidad locos por tus huesos. -ella pone mala cara.

-- Bueno que, ¿nos vamos? -dice Nicolás.

Los llevaré volando hoy y mañana volveremos en avión privado. Nos dirigimos a la terraza.

-- Lesley, ¿has llamado para decirles que pasaremos la noche en la casa de París. -le pregunto antes de irnos.

No quiero llegar allí y ver que la casa no está preparada para nuestra visita.

-- Sí, señora Holmes. Me han comunicado que lo tienen todo preparado para cuando llegue -contesta. Mejor.

-- Está bien, gracias.

Me despido y salgo para coger la mano de Nicolás y rodear la cintura de Gwen con mi brazo.

Cambio de fase y me los llevo volando. Por desgracia en París hoy es un día tormentoso. Llegamos totalmente empapados. Por suerte, suelo tener algo de ropa en todas mis residencias. Llego a la casa y pico. Una mujer mayor de unos setenta y tantos me abre. Va con bastón y lleva el pelo recogido en un moño alto.

-- Hola, Amy -sonrío al ver a la hermana de Lesley.

Amy es la encargada de cuidar mi casa de París. Paola se encarga del castillo de Rumania, Camille de la de Nueva York y Fionna es el ama de llaves de una casa que tengo en un pequeño islote paradisiaco privado cerca de Australia. En total cinco residencias por todo el mundo.

Holmes "El Angel de la Muerte" [Libro 1]Where stories live. Discover now