epilogue

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1 año después

Había pasado exactamente un año desde la muerte de Sydney Johnson la chica más hermosa que Milo había conocido, en su vida.

Mike en cuanto se enteró quería matar a Milo, pero sabia que no debía hacerlo él no tenía la culpa de nada.

Alison había quedado a totalmente la custodia de Mike mientras que todos extrañaban cada día más a Sydney sobre todo Milo, todas noches pensaba de que Sydney estaba con vida y que pronto estarían juntos.

Pero aun que fuera real, no pasaría Sydney estaba muchísimo más que muerta y aun que suene feo, ella ya no estaba para hacer feliz a Milo.

Aún que haya pasado un año de su pérdida Milo aún la recordaba cada día, cada hora y a casa instante. Era como un alma sin vida que sólo quería de vuelta a su amada Sydney.

—Vamos cariño... —Comento Camryn

Pero este hacía caso omiso, o simplemente no quería ir a algún lugar las grabaciones de su película para él cada vez eran más difíciles, pensar que en algún momento Sydney iba a actuar con él, eso lo apenaba aún más.

El timbre sonaba con rapidez o más bien con algo de apuro, Milo sin nada más que hacer se levanto para ponerse de pie y fue a abrir la puerta una chica con cabellos rizados, castaño claro estaba allí.

—¿Sydney? —Deliro este. La chica negó.

—Te equivocas, soy Alison.

La chica sonrió podría tener sus dieciocho años de edad en ese entonces la pequeña veía con una caja gigante que decía Sydney mientras que sus mejillas se ponían rojas o sentía como su cara ardía la pequeña chica que se parecía tanto a Sydney simplemente le dio una cálida sonrisa.

—Son algunas cosas de ella, creí que era mejor que las tuvieras tú —Comentó la menor —Yo ahora debo irme a California junto con Peter.

Milo tomo en sus manos aquellas pertenencias que eran de la antigua, Alison era la viva imagen de Sydney se veía tan libre, tan fuerte y tan feliz mientras que sus mejillas solo le daban una cálida sonrisa al chico.

La bocina sonó mientras que la chica miraba a sus espaldas.

—Debo irme —La chica se giró y luego volvió a él —¿Sabes, Milo? Sydney quería que siempre fueras feliz aún que no fuera a su lado, busca a alguien, sé feliz. Estoy seguro que ella  querría eso. Adiós, Manheim.

La pequeña muchacha de rizos dorados salió corriendo de su puerta llegando al auto del chico ambos se fueron, mientras que Milo aún que la caja en su mano comenzó a caminar a su pieza. La caja estaba llena de post-it mientras que decía.

Cosas que amo de Manheim.

Leyó todo atentamente mientras que se reía de algunas cosas, las encontraba totalmente tierna por parte de la chica.

Abrió una página de cualquier libro mientras que tenía un pequeño texto en la esquina.

"¿Por qué Manheim no puede salir de mi mente? Lo amo, pero a la vez lo detesto tanto"

Comenzó a reírse de cada cosa que la pequeña chica había escrito sobre él y por último un millón de fotos impresas de ellos, felices y siendo el uno por el otro amados.

Había un pequeño texto en la foto que le había sacado para el concurso de fotografía.

"Espero verte sonreír para mi, en mi próxima vida contigo"

El chico simplemente sonrió nuevamente, para ver una foto de ellos dos, besándose mientras que la chica sonreía durante el beso.

Sin más guardo todas las cosas de Sydney en aquella caja para guardarla debajo de la cama, pero la foto aún la tenía en su mano. Tomo un lápiz y escribió en esta.

"Te sonreiré en tú próxima vida, pero esta vez tendremos nuestro final feliz".

Sin más se puso su suéter para subirse a su auto, comenzó a conducir mientras que luego de un par de minutos ya había llegado se estaciono y bajo del auto, comenzó a caminar paso apurado al llegar a las lápidas busco la de Sydney al encontrarla.

Le sonrió, mientras que el vidrio dejaba la pequeña foto con el pequeño mensaje que le había escrito.

—Sydney, es hora de dejarte ir —Comentó mientras que botaba algunas lágrimas —Gracias por dejarme amarte, Sydney Johnson.

El chico sin más se fue de aquél lugar con sus sentimientos a flor de piel, pero debía dejar atrás lo que había pasado y si en otra vida debía estar con el gran amor de su vida, lo haría pero por ahora. Él, tenía que vivir lo poco que que quedaba de la suya.

—¡Oh, disculpa! —Exclamó mientras que ayudaba a la pelirroja.

—Tranquilo, yo veía distraída —Sonrió.

La pelirroja tomo todas sus cosas mientras que le daba una pequeña sonrisa al chico, el corazón de Milo comenzaba a latir nuevamente.

Aun que en su corazón aún tenía Sydney, pero le prometió a ella ser feliz.

Y eso haría desde ahora, mientras que Milo estaba haciendo su vida nuevamente.

Sin su Sydney, pero con ella aún en su corazón.

"Siempre te voy a amar, Milo Manheim" —Recordó sus palabras.

"Te voy a amar siempre, aún que no estés a mi lado como quería"  —Y él sonrió.

Era hora de dejar atrás a Sydney, era hora de hacer su vida. Luego de las desgracias venía un arcoíris, en ese tiempo su arcoíris era Sydney, pero ahora debía el solo pintar su cielo de colores lindos y brillantes, estando solo o sin nadie.

broken heart - ❝ milo manheim ❞ [TERMINADA]Where stories live. Discover now