CAPÍTULO 30: SABRINA

179 30 35
                                    

Un mes y medio más tarde

Lo que estaba a punto de hacer estaba mal. Muy mal. De hecho, si la descubriesen, perdería la ayuda de Nastia y todos sus progresos. Era muy peligroso, pero sólo necesitaba verle una vez. Una y podría aguantar un par de meses más. Cualquier tipo de riesgo merecía la pena si es Leo del que se hablaba.

Desde que había aceptado aquel trato con la bruja, Sabrina se había convertido en su chica de los recados. Bueno, más bien en su mercenaria privada. Tecnicismos.

Cuando no estaba matando monstruos y consiguiendo objetos extraños a modo de pago, se encontraba o trabajando ejercicios de meditación en mitad del bosque, o ensayando hechizos con la bruja, o entrenando como una posesa o simplemente pensando en Leo.

Sí, Leo había sido su ancla todos esos días. Él era su por qué. Su amor incondicional. Y, aunque supiera que al marcharse lo había perdido para siempre, una pequeña parte de ella quería verlo. Saber cómo era su vida ahora que ella ya no estaba.

Así que aprovechando que sus poderes estaban mucho más estables y que Nastia se había marchado por una temporada, decidió que era el momento idóneo para hacer una escapadita a Nueva York.

Ya no podía utilizar su magia de elegida. Lo tenía prohibido si quería estar en plena forma para el regreso de Apolo, así que sus medios de transporte se habían quedado reducidos a la mínima potencia.

No podía utilizar su tarjeta de crédito porque sabía que Leo estaría esperando a que lo hiciera como la ocurrió la última vez. Eso de comprarse un cappuccino en un Starbucks en Austria después de masacrar a unos demonios no fue buena idea. Sí, definitivamente no lo pensó demasiado. En menos de dos horas el dragón de Leo llegó a Viena, pero para entonces Sabrina ya se había ido.

La estaban siguiendo la pista, y lo estaban haciendo realmente bien. Se sentía orgullosa de los esfuerzos que estaba haciendo Leo para mantener el frente unido que Sabrina había construido estos últimos meses. Sabía por Nastia que las cosas no les iban mal, pero aun así sentía la necesidad de verlo por sus propios ojos.

Como consecuencia de los esfuerzos que estaban haciendo para encontrar a Sabrina necesitaba tomar todas las medidas posibles. Cruzar el Océano Atlántico en un su yegua Gypsy era un completo suicidio, hacer un portal con su magia era algo impensable, tampoco tenía dinero para viajar como un mortal, así que le quedaban unas opciones mínimas.

O le pedía ayuda a Céfiro y se arriesgaba a ser descubierta, o utilizaba un portal de arena egipcio siguiendo las leyes y los horarios que sigue cualquier mago que respete a la naturaleza. Antes podía forzar el viaje con su magia... Ahora eso sólo era un buen recuerdo.

Con mucho cuidado viajó en su caballo hasta el museo ruso con reliquias egipcias más cercano. Logró abrir un portal a la hora exacta y una vez el remolino de tierra estuvo delante de sus narices entró dentro.

Al segundo de después estaba en la brillante Nueva York. Cómo había echado de menos ese ambiente ajetreado de la gran ciudad. Observó la estancia con una sonrisa: Había aterrizado en el Obelisco de Central Park pasando completamente inadvertida para los mortales que pasaban por ahí. No debían de ser más de las doce de la mañana, por lo que tenía todo un día por delante para escabullirse y ver a Leo una sola vez. Se cubrió con su reciente adquisición mágica; una capa que te ayuda a viajar por las sombras. Es como hacerlo con Nico, pero sin Nico y utilizando pociones para darle fuerza al objeto. Muy práctico para trayectos cortos.

Sacó de su gran bandolera de cuero un pequeño botecillo de cristal lleno de hiervas secas. Nastia le había enseñado que la magia se puede canalizar de muchas formas distintas. La mayoría de los hijos de Hécate tienen que apoyarse en pociones y en talismanes. ¿Por qué ella no? Unas pocas hiervas, un poco de sangre de ninfa... ¡Y Voilà! Una poción para viajar por las sombras. Adiós portales mágicos, hola pociones caseras.

LA HEROÍNA; HÉROES DEL OLIMPO ▪Leo Valdez▪(N°3)Where stories live. Discover now