CAPÍTULO 51: SABRINA

246 24 43
                                    

Sabrina se vio obligada a convocar una reunión de extrema urgencia a la mañana siguiente con todos los representantes. Esta vez, Leo y ella encabezaron la mesa y lideraron como uno solo. No sabía por qué, pero la imagen de ambos gobernando su reinado, mano a mano como iguales, pareció reconfortar a todos en la sala. Un frente unido listo para defenderse.

Antes de comenzar a dar explicaciones, lo primero que tuvieron que preguntar fue:

- ¿Qué Hades te ha pasado en la cara, Valdez? – preguntó Calipso señalando el ojo morado del latino.

- Sin comentarios al respecto – contestó Leo de muy mal humor.

Rápidamente les explicaron a sus aliados la nueva habilidad de Sabrina y en qué había consistido la expedición de Nastia y Anteros.

- ¿Entonces eres como Charles Xavier? – preguntó Connor Stoll, con Oriana sentada en sus piernas. – Ya sabes, el X-men.

Sabrina resopló entre dientes.

- No, en realidad no sé hasta donde llegan mis fuerzas – explicó. – Supuestamente, como Nastia y Anteros han superado la prueba de Mnemósine, ella deberá ayudarme a aprender a manejar el don que me dio años atrás.

Frank asintió en silencio, dando vueltas a una figurita de un águila sobre el mapa del mundo que había extendido sobre la mesa. Aparentemente esa era la distribución de fuerzas inicial, pero después de las últimas noticias todos los planes que habían desarrollado parecían inexactos. Incompletos. Les faltaba incluir el eslabón más importante: Sabrina.

- Entonces esto significa que tú eres nuestra mejor baza, Sabrina – dijo Frank llegando a la misma conclusión a la que ella había llegado segundos atrás. – Si destruimos a Valerie... Habremos ganado.

- Eso mismo estará pensando ella ahora mismo en su guarida de ratas, - intervino Octavio crujiendo sus dedos uno a uno. – Valerie tiene algo que nosotros no tenemos: una mente retorcida. A ella no le importa el sacrificio de tropas, ella sólo piensa en el poder. Hará lo que haga falta para trepar a la cima, y sabe más que de sobra que su mayor obstáculo es Sabrina. Irá a por ella.

- También no os olvidéis que para matar a uno de sus perros necesitamos a tres de nosotros, - dijo Jordan Romane jugueteando con las mangas de su camisa de lino negro. – Eso si son tres semidioses medianamente hábiles. Nos doblan en tamaño y en experiencia. Deberíamos estar entrenando a cada uno de nuestros reclutas día y noche.

En parte Jordan tenía algo de razón. Contaban con un número mermado de tropas que cuya edad media era la de 15 años. Eran niños a los que habían dado armas y habían arrastrado a una guerra contra la amenaza de la estirpe humana y divina.

- Estamos haciendo todo lo posible para que esos chicos estén preparados – dijo Nico di Angelo con una mirada casi preocupada. – Nuestras fraguas no descansan para proporcionarles armamento, y nuestros mejores soldados están entrenando a los más jóvenes.

- Aunque no vamos a llevar a la batalla a niños – recordó Oriana irguiéndose en las piernas de su novio.

Walt Stone se apoyó sobre la mesa de ping-pong con una mirada casi tétrica. Sabrina casi podía sentir al dios meditando la cantidad de muertes que supondría un enfrentamiento directo.

- Entonces tendremos que hacer nuestros mejores esfuerzos para mantener a Sabrina segura. Si Valerie ha colocado una diana luminosa en la frente de Sabrina descuidará los demás frentes – razonó. – Haré algunos amuletos para ocultarla de las malas magias y me encargaré de mantener las guardas de los campamentos listas para cualquier ataque.

LA HEROÍNA; HÉROES DEL OLIMPO ▪Leo Valdez▪(N°3)Where stories live. Discover now