CAPITULO CINCO.

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Desperté por el sonido de la licuadora en uso, bostezé estirándome en la cama, me reincorporé con ayuda de mis manos, miré a mi alrededor, mi bella habitación color rosa pastel con un azul cielo.
—¡Thara, se te hará tarde! —ese fue mi hermano.
Mi padre no estaría en casa por dos semanas.
—¡Enseguida bajo!
Me puse mi calzado para la ducha, hice mis necesidades, me bañé y demás cosas.
Salí del baño tiritando, frío, frío.
Me vestí y por último el uniforme que tanto amo. Mi falda azul de cuadros, mis medias azules, mi blusa blanca de botones y su corbatín también azul, una coleta mal hecha y salí de mi hermosa habitación.
—¿Tan temprano dulces, Thara? No has desayunado.
—Son ricos.
—Se que son ricos pero primero come algo, anda. —dijo, me tendió el plato con pan tostado y nutella, ¡lo amo! Y un jugo de naranja, el perfecto desayuno.
De cuatro mordidas me comí uno y el otro de seis lo terminé, tomé mi jugo y lo bebí, tal vez, solo tal vez, ¡sólo tal vez! Tenía hambre.
Pocas veces tenía hambre y eso bueno... No se porque.
—Woah, tan rápido.
Bajé de la silla en un salto, tomé mi mochila poniendo mis audífonos y ambos salimos de casa.
—Iré a tú escuela, es imprudente ese uniforme.
—Mhm.—asentí.
[...]
—Vendré por ti, ¿entendido? No quiero que te regreses sola.
Asentí sonriendo, di media vuelta viendo en una esquina a mi prima guardando sus cosas en su casillero, corrí hasta ella sonriente.
—¡Brenda!
—¡Oh por Dios! Me asustaste tonta.
—Lo siento.
—¿Por qué tan alegre baby doll si no aceptaron representar la Academia? —inquirió cerrando su casillero.
—Uhm, —saqué el chupetín de mi boca — no lo sé, sabes que siempre estoy feliz y en movimiento.
—Ajá, hay algo por ahí, yo lo se.
—Mhm, ¿a qué te refieres?
—Olvídalo baby doll.
La chicharra sonó por toda la escuela, algunos alumnos corrieron por los pasillos y nosotras aceleramos el paso para llegar a clase de Diseño gráfico.

CANDYWhere stories live. Discover now