CAPITULO SEIS

55 10 0
                                    

—Mhm.
—Thara...¿Thara me estás oyendo?
—¿Eh? Si, si te estoy oyendo.
—Yo sabía que pasaba algo, Baby doll.
—No entiendo a qué te refieres.
—Últimamente estás en otro mundo, más eufórica e hiperactiva y...
—Quiero helado. —cambié de tema. Brenda tenía razón, bueno, si, ya lo sé, es solo que desde que aquel hombre de nombre desconocido y mirada intensa dijo que no podía dar a conocer la Academia me hizo dudar de mi talento, realmente no se si soy buena.
—Espera, ¿helado? ¡Thara!
Últimamente el clima de París estaba loco, un día hacia frío y al otro calor, o inclusive llovía, hacia calor y frío el mismo día.
Hice para atrás mis gafas con mis nudillos y sonreí hacia Brenda.
—Agh, ¿de qué sabor tu helado baby doll? —me preguntó.
—¡Fresa!
El señor me tendió mi cono con helado de fresa, sonreí y agradecí a los dos.
—Thara Monroe Alba.
Fruncí el ceño, detesto que me digan o hablen por mi segundo nombre. Volteé y, ¡santos helados de fresa!
—Oh, usted.
—Es verdaderamente un placer volver a verte.
—Oh.
Miró a mi prima y volvió a verme, me escaneó y, de nuevo, se detuvo en mis muslos, siendo sincera, amo vestir con faldas pero empiezo a considerar los pantalones.
—Esa noche no tuve la oportunidad de decirte que eres buena en lo que haces, tocas explendido, dile a tu padre que me vaya a ver, podemos llegar a un trato.
Y se fue, sin más ni más... Pero, ¿¡trato!?

CANDYOnde histórias criam vida. Descubra agora