Capítulo 5

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Que mi primer día de universidad haya sido un viernes tiene muchas ventajas. Para empezar, hoy, día sábado, no tendré que preocuparme por las clases, por hacer amigos y por mantenerme al día con los apuntes. Hoy dedicaré mi día a relajarme y a intentar olvidar el desastre de ayer, y quizás, con un poco de suerte, el resto de los alumnos me olviden a mí también en este fin de semana. 

—Hoy a las 5 de la tarde te quiero fuera de mi habitación—me dice Ashley con la misma simpatía habitual y ante mi cara de confusión continúa diciendo:—Viene mi novio a pasar la tarde conmigo.

—Me quiero quedar hoy aquí descansando, pero no os molestaré, de verdad.

—No he dicho que fuera una opción— me interrumpe ella.

—Ya, pero estoy muy cansada y realmente me vendría bien descansar—la intento explicar.

—Joder, nunca das tu brazo a torcer eh— dice de brazos cruzados mientras piensa una estrategia para convencerme.

—Ni tú tampoco—la contesto.

—Por favor, hace mucho que no viene a pasar la tarde conmigo—insiste ella y yo pongo los ojos en blanco. 

—Vaaale...— contesto finalmente derrotada. 

—Gracias, gracias, gracias—dice emocionada y dando saltitos por la habitación. A mí, sin embargo, se me han vuelto a truncar los planes. No sé que haré esta tarde, sin embargo estoy bastante satisfecha con ver la cara de felicidad de mi compañera. Ashley no es una chica muy amable que se diga, pero por lo poco que la conozco, la cuesta ocultar sus emociones, y se nota perfectamente cuando está feliz y cuando no lo está. Ayer, conocí a la Ashley agría y borde, y sin embargo hoy estoy viendo una nueva versión que da las gracias y sonríe.

—Entonces a las 5 te piras— dice como si me hubiera leído el pensamiento y demostrándome que sigue siendo la misma de siempre. 

—Sí, sí, vaya manera más brusca de echarme— la digo y ella sonríe.

Paso prácticamente toda la mañana estudiándome y leyéndome todos los apuntes que mi compañera sorprendentemente me ha prestado. Como ambas estudiamos la misma carrera, sus apuntes me vienen perfectamente, además están tan bien hechos que estudiarlos resulta hasta entretenido. Yo, ni esforzándome muchísimo, podría tener unos apuntes tan ordenados y bonitos como los suyos, y que me los haya dejado es todo un detalle por su parte. Mientras tanto, ella se pasa horas y horas ante el espejo, decidiendo qué modelito ponerse para está tarde. No entiendo por qué se molesta tanto si no va a salir de la habitación, pero según ella hay que estar siempre guapa sin importar la ocasión. 

—Yo elegiría el rojo— la digo mientras ella me enseña dos de sus vestidos. Es realmente precioso, llega justo por encima de la rodilla y la parte de arriba entallada, se asienta completamente a su cuerpo resaltándola su gran figura. Ashley es el tipo de chica con la que cualquier chico querría estar, es guapa y su impresionante cuerpo de gimnasio no pasa desapercibido. Se preocupa mucho por su aspecto y se nota.

—¿Tú crees?—asiento y ella se vuelve a mirar otra vez en el espejo insegura.—Es que no sé, lo veo muy atrevido, creo que escogeré el otro—me enseña el segundo vestido. También es bonito, pero ni comparación con el rojo. Este es un poco más largo, de color rosa palo y no es tan entallado como el otro. 

Las horas siguen pasando y yo sigo sin saber a dónde voy a ir esta tarde. No tengo ningún lugar donde poder quedarme, y pasar toda la tarde en la biblioteca yo sola no es una opción. De repente, una notificación salta en mi móvil. Es Emma:

"Hey Alexis! Vente a mi habitación YA (346 por si no la apuntaste), tengo planazo para esta tarde. Besos."

Sonrío ante el hecho de que el mensaje ha llegado en el mejor momento y me visto lo más rápido que puedo, intrigada por el plan de Emma. Me pongo unos vaqueros negros y una sudadera granate y me recojo el pelo en una coleta alta. Me despido de mi compañera y salgo en busca de la habitación. Por el camino rezo mentalmente para no encontrarme con gente indeseada y me voy guiando por los cartelitos de las paredes que indican el camino de las habitaciones. La residencia es enorme y encontrar la dichosa 346 se me hace un mundo hasta que finalmente consigo llegar. Llamo varias veces a la puerta y una Emma entusiasmada me abre, y junto a ella dos chicas más.

—¡Alexis has venido!— exclama nada más verme.—Te presento a mis compañeras de habitación y amigas Jane y Clara—dice señalando a dos chicas idénticas morenas. Sin ninguna duda son gemelas.—Sé que son iguales, pero cuando las conozcas más, las diferenciarás sin ningún problema.

—Emma nos ha hablado mucho de ti— dice una de ellas. Jane creo.

—Sí, estábamos deseando conocerte—dice la otra. Sonrío halagada y camino con ellas a dentro de la habitación. En la cama se encuentra sentado Arthur también, el cual me saluda haciendo un gesto con la mano. Emma y las gemelas se sientan a su lado haciendo medio círculo, y dejando un pequeño hueco para que me siente yo.

—Bueno, pues contarme cuál es el planazo— las digo intrigada. 

—Buah, vas a flipar—dice Emma antes de comenzar a explicar:—Hemos descubierto en qué casa hacen hoy la fiesta de los sábados.

—Y...—digo yo sin pillarlo.

—Que vamos a ir—dice Arthur.

—¿Qué? No. Yo pensaba estar hoy tranquila en la habitación o ver una peli, no pienso ir a ninguna fiesta—digo tajante.

—Aaanda Alexis, casi nunca vamos y nos hace mucha ilusión— dice Emma haciendo pucheros.

—Pero podeis ir vosotros perfectamente, yo os esperaré aquí.—propongo y ella niega con la cabeza.

—Queremos ir contigo, además solo va a ser un rato y Arthur ya tiene el carnet de conducir y nos podrá llevar de vuelta a la residencia cuando nos cansemos.—me explica para tratar de convencerme.

—No sé...

—Venga Alexis, será divertido— insiste ella de nuevo y yo finalmente asiento. Esto va a ser un desastre.—¿Vienes?

—Vaaaale—digo derrotada por segunda vez en el día de hoy, y vuelvo a ver la misma reacción de felicidad de mi compañera de habitación en mi amiga Emma.

De repente, se levantan los cuatro y comienzan a arreglarse y peinarse ilusionados. Al cabo de una hora, ya se encuentran prácticamente listos. 

Las gemelas están muy guapas, han escogido vestidos muy diferentes y después de estar un buen rato observándolas consigo distinguirlas. Jane lleva un precioso vestido ajustado blanco y Clara sin embargo ha optado por uno más ancho en color negro. 

Arthur también está muy guapo, se ha arreglado bastante y lleva pantalones azul marino combinados con una camisa blanca. Se ha peinado el pelo de lado y no parece el mismo.

La última en salir del baño es Emma. Todos nos quedamos sorprendidos al verla salir. El vestido color salmón ajustado destaca sus curvas, y las ondas que se ha hecho en su oscuro pelo, resaltan mucho sus enormes ojos. Sin duda alguna, va a llamar mucho la atención esta noche.

—¿Todavía no te has cambiado?—me dice al verme.—Corree...

—Pensaba ir así— la digo y ella niega con la cabeza poco convencida.—Igualmente no tengo demasiada ropa que ponerme.

—Seguro que en nuestros armarios ves algo, echa un vistazo— dice Jane y yo la hago caso. No quiero ponerme vestido, ni arreglarme tanto como ellos, así que finalmente cojo un sencillo top negro y mantengo mis vaqueros puestos. Decido soltarme el pelo, para parecer más "arreglada" y me echo un poco de rímel en las pestañas. Al salir del baño, noto como mis amigos me miran decepcionados al ver lo poco que me he hecho, pero no le doy importancia y hago un gesto para que nos vayamos ya.

Fiesta, allá vamos.

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