CAPITULO 28

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Los ojos de Daniel van de Marco a mi y, después, otra vez hacia mi. Intenta dar un paso hacia delante pero lo freno empujando poco su cuerpo.

- Daniel -digo intentando que controle todo el cabreo que tiene dentro-.

Al segundo da media vuelta y sale hacia los vestuarios. Me giro y veo a Marco.

- ¿Hacia falta Marco? -le pregunto sin creérmelo-.

- Oh vamos, ¿ya no puedo decir un cumplido a una amiga solo porque él exnovio matón estaba delante? -me dice Marco riéndose-.

- No hacia falta gracias -digo pasando por su lado-.

- Elena espera -insiste Marco -.

Antes de que pueda seguir patino hasta el pasillo de los vestuarios. Entro en cada uno de ellos y no hay ni rastro de Daniel. Me quito los patines, me pongo los zapatos y salgo fuera del polideportivo. Al no encontrarlo vuelvo y me junto con Alexia y Cris que ya les toca competir.

- ¿Habéis visto a Daniel? -les pregunto preocupada-.

- No, no a vuelto cuando tú te has ido fuera- me dice Alexia-.

Media hora después Cris sale a la pista. Ejecuta un baile espectacular e increíble, haciendo que en la categoría inferior ósea la suya, quede primera. Cuando Alexia sale algunos nervios se apoderan de ella haciendo que falle un salto, pero por lo demás hace un baile fabuloso, a ella le dan el segundo puesto.

La competición va siguiendo poco a poco. Cuando las tres ya hemos acabado les aviso de que voy a buscar a Kate y a los demás.

Subo unas escaleras, haciendo que esté en la parte de las gradas. Entre todos intento ver dónde están, los localizo y me acerco. Veo a Kat y a Kate pero ni rastro de Jesús ni Daniel.

Cuando me ven saltan de emoción.

- NO ME LO PUEDO CREER! Por ahora sigues yendo primera -salta Kate impresionada-.

- Felicidades Elena -me dice Kat abrazándome fuerte-.

- Oye, ¿y Jesús? -le pregunto a Kat-.

Entre ellas dos se miran y luego fijan la mirada en mi.

- Has visto quien estaba, Daniel. -empieza a decir Kat- Jesús le hizo prometer que vendría y eso ha hecho. No se que coño ha pasado allí a bajo pero desde aquí se veía que algo feo estaba pasando. Así que Jesús ha desaparecido minutos después y aún no a vuelto- me comenta Kat-.

- Vuelve a mirar por el polideportivo, no estarán muy lejos -me dice Kate- ¿puedo acompañarte?

- No Kate, será mejor que te quedes con Kat -digo acariciandole la cara-.

Me despido de ellas y empiezo a dar vueltas por el polideportivo. No hay manera de que los encuentre, hasta que en uno de los pasillos de abajo del todo los encuentro hablando.

- QUÉ COÑO TE PASA DANIEL -le chilla Jesús- ¿SABES LA QUE PODRÍAS HABER LIADO?

- Tu no lo entiendes Jesús -le responde él enfadado y seco-.

- ¿Qué no lo entiendo? Y, ¿qué coño he de entender de toda esta puta situación? -suelta Jesús enfadado-.

- Tu no has de entender nada -dice Daniel apartándolo de su lado-.

Jesús le coge del brazo y lo hace girar para después quedarse mirándose el uno al otro.

- ¿Qué te ha pasado hermano?- le pregunta Jesús-.

- Mira viene aquí porque me lo pediste, ella lo dejó conmigo no al revés así que no tengo que dar ninguna explicación- dice Daniel cabreado-.

- Y entonces, si tan cabreado estás, ¿porqué la has besado? -le pregunta Jesús-.

Antes de que pueda responder Daniel, salgo de de la pared donde estaba y me dirijo hasta su encuentro.

- Eso, ¿porqué lo has hecho? -le pregunto con los ojos llorosos-.

Jesús se gira y me mira.

- Elena no deberías estar aquí- me dice Jesús acercándose a mi-.

No le hago ningún caso a Jesús, me quedo donde estoy esperando la respuesta de Daniel. Que por ahora no aparece.

- ¿Jesús puedes dejarnos a solas? -le pido -.

Suspira, me mira y luego se va, dejándonos solos.

- Si no querías verme no tenías que venir y lo sabes -le digo cabreada a Daniel-.

- ¿Enserio? Ahora no me vengas con esas Elena, todo esto lo has hecho tu sola -me empieza a decir Daniel- y ese gilipollas merecía que le partiese la cara- dice refiriéndose a Marco-.

- Ahora no meta a Marco en esto porque él ya no tiene nada que ver conmigo porque no estamos juntos- le digo a Daniel seca-.

- Sabes, no debería haber venido. A sido una estupidez -dice Daniel empezando a caminar-.

Antes de que pueda dar un paso hacia atrás lo cojo del brazo y me lo quedo mirando.

- Solo intenté no hacerte daño -le digo-.

- Pero sí que saliste con él, ¿verdad, para no hacerme daño? -dice Daniel enfadado- no me jodas Elena-.

- Y YO QUE SABÍA -le chillo perdiendo los nervios-. MIRA LO SIENTO VALE.

- Sabes que con eso no me basta, me has destrozado lo hiciste en el momento que me dejaste y te subiste a ese puto avión desapareciendo de mi vista durante un puto mes, ¿Cómo crees que me he sentido todos los días eh? -me dice con lágrimas en los ojos-.

- Si tanto me odias, ¿porque me has besado? ¿Porqué coño has venido? -le pregunto histérica-.

Como si nada me coge de los hombros y me estampa contra la pared. Acerca su cuerpo al mío, tanto que puedo notas todos sus músculos moverse. Nuestras caras estás tan juntas que con un movimiento nuestros labios podrían tocarse.

Mi respiración se vuelve irregular ante su presencia. Sus ojos transmitiendo un fuego abrasador se cruzan con los míos haciendo que no los pueda quitar de él.

- Porqué aunque me destrozaste este corazón haciéndolo pedazos, eres mi salvación -me dice con un hilo de voz-.

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Continuará....😱

Espero que os esté gustando❤️

SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora