Mi Lindo Novio (NaruSasu) [M-preg]

Capítulo 4

"¿Acepto?"

Sasuke

-Naruto, sal de baño ¿acaso eres idiota? -dije ya cansado.

-No quiero...-escuché como se quejaba.

-Voy a contar hasta diez, si no sales juro que me voy -amenacé -uno...dos...tres...cuatro...cinco -no había ningún sonido -ocho...nueve y...

-¡Ya! -se abrió la puerta de golpe, Naruto estaba despeinado y sudando.

-Pareces un niño, debes de tomar la medicina o no sanaras -digo mientras me cruzo de brazos.

-Pero es repugnante -dice con cara de asco.

Hace dos días que Naruto salió del hospital, acepte hacerme cargo de él, o mas bien me obligó la Hokage a hacerme cargo de él. Naruto era un irresponsable y la anciana sabia que él no tomaría la medina por su cuenta así que decidió que alguien debía cuidarlo ¿y quien mejor que yo para hacerlo?

-pero me alegro que Sasuke sea mi enfermero -dice con una sonrisa. Un sonrojo surco en mi rostro por su, no tan, adorable confesión.

-eres un idiota -dije para despistar lo avergonzado que estaba -oye ¿cuando es tu cita en el hospital?

-bueno, creo que hoy en la tarde -dijo tocando su mentón en forma pensativa.

-¿crees? -digo con molestia.

-si -dice dando una risa nerviosa, le tendí la medicina aún mirándolo con molestia.

-no eres un bebé ¿sabes?

-no te enojes amor, te prometo que de hoy en adelante pondré atención -dice dando su sonrisa boba de siempre.

-no me llames amor, y tú con tus promesas tontas que sabes que no cumplirás -él suspiro y negó.

-siempre cumplo mis promesas -lo mire con una ceja alzada.

-¿así? No sabía -dije con sarcasmo.

-claro que las cumplo, prometí que te traería de vuelta y aquí estás, ¿ves? Siempre cumplo mis promesas -dice ensanchando su sonrisa.

No respondí, no sabía que decir exactamente.

-me voy a mi casa -fue lo que pronuncie al estar cerca de la puerta -no olvides ir a la cita -sin más me marché.

Él no me hizo volver, yo lo decidí, yo soy el idiota que pensó que tenía una oportunidad en la aldea. Pero ahora solo me tachan de delincuente y lo merezco.

Llegué a casa y para no pensar en nada me puse a limpiar, quitar toda distracción de mi mente fue un tanto difícil "siempre cumplo mis promesas" esas palabras tan serenas al salir de sus labios.

Prepare la cena y como siempre mi puerta fue tocada a la misma hora, sabía quien era pero fingí no hacerlo.

Abrí la puerta y Naruto solo se lanzó a mis brazos, me rodeo y apretó sin tanta fuerza, su aliento lo podía sentir sobre mi cuello, me estremecí al sentir su mano bajar por mi espalda y al estar cerca de mi trasero lo agarre del cuello.

-no te pases de pervertido -digo con furia e incrementando mi fuerza en su cuello, su cara se puso roja y asintió varias veces.

-lo...siento -dice al soltarlo, inhaló un par de veces antes de enderezar su postura.

-lo que sea -dije dándole la espalda. Regresé a la cocina, ordene la mesa y mire a Naruto que aún no se había movido de la entrada -¿te quedarás ahí toda la noche? -pregunte con ironía.