Emma y los Romano crecieron juntos como parte de la misma familia. Luego de una tragedia familiar fueron separados y no volvieron a verse por cuatro largos años.
Noah Romano es el mayor, no ha hecho más que hacerse cargo de sus hermanos en los últi...
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NOAH
Mierda.
Voy a matar a Matteo.
Son las cuatro y media de la madrugada, ya no queda casi nadie en la fiesta y no podemos encontrar a Dante.
Intento una vez más llamarlo por teléfono, pero al igual que las diez veces anteriores no obtengo respuesta.
—¿A qué hora fue la última vez que lo viste? —pregunto, pasándome la mano por el cabello.
Su voz suena avergonzada, baja la mirada al suelo y se rasca detrás de la cabeza.
—Cuando llegamos.
—Eres un idiota, era tu responsabilidad hoy —reclamo, aunque él ya lo sabe, no ha dejado de pedirme disculpas durante la última media hora.
—Lo siento Noah, él nunca me da problemas, yo conocí a una chica y...
—Pedir perdón no va a solucionar nada, ¿Qué vamos a hacer?
—Tú —le dice a Olivia que está sentada en un sofá— ¿No tienen conexión de gemelos o algo así? ¿Dónde está?
Sé que estamos desesperados, pero eso suena realmente ridículo.
—No es un GPS, idiota —reclama ella, acercándose a nosotros con cara de sueño—. Estaba con Alex, después lo vi con Emma en el jardín, y luego ya no lo vi más.
Emma, obviamente ella tenía que estar involucrada en esto.
—Nunca le pedí su teléfono, pero supongo que puedo conseguirlo —dice Matteo en lo que saco mi celular del bolsillo.
—Yo lo tengo, silencio por favor.
El teléfono suena una sola vez y ella responde.
—¿Qué quieres, Gruñón? Estamos durmiendo aquí.
¿Acaba de llamarme como al enano de Blancanieves? Eso es muy ridículo, mido un metro ochenta y tres.
Un momento... ¿Dijo "estamos"?
Ella está con alguien, está durmiendo con alguien.
Esa idea me revuelve el estómago por completo, realmente odio sentirme así, me da como furia, es inexplicable y a la vez necesito dejar de sentirlo ya; entonces recuerdo a Dante y recupero el foco.
—Lo siento, no quiero interrumpir, pero es importante.
Su voz suena como si aún no lograra abrir siquiera los ojos.
—¿Qué sucede?
—No podemos encontrar a Dante, ¿sabes algo de él?
Emma ahoga una risa que suena muy irónica, es realmente increíble la capacidad para irritarme que tiene.
