23- Ya no quiero olvidarla

10.8K 1K 325
                                    

EMMA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

EMMA

Noah permanece en silencio y entonces me obligo a continuar hablando.

—Yo me sentí tentada y él dijo que tú no pensabas en mí cuando te cogías a Eva. Entonces por un momento yo...

Silencio, más maldito silencio, sé que va a odiarme, pero prefiero que lo sepa de mí y no viendo ese puto video.

—Esta es la última vez que pregunto esto —dice por fin, luego de lo que pareció una eternidad— ¿Tú sientes algo por él?

—¡No! —me apresuro a responder—. Yo solo... No sé qué sucedió conmigo, lo siento.

Arruga su nariz, extrañado. Deja pasar algunos segundos más y luego continúa hablando con calma.

—No entiendo a qué te refieres con que Matteo tomó la culpa, él me dijo exactamente lo que sucedió esa misma noche.

—Bueno, pero yo lo consideré por un momento.

—Él dijo textualmente "intenté besarla, pero ella me rechazó" y eso fue exactamente lo que sucedió, pero no es como si fuera tan trascendente.

Lo miro, confundida por su falta de reacción, de algún modo siento que de algo me estoy perdiendo.

—¿No estás molesto? ¿No me odias?

—No, para nada. ¿Podrías volver a mi pecho ahora? Estoy extrañándote ya. —Extiende sus brazos dejando un hueco justo para mí y mis neuronas no pueden hacer conexión.

—No lo comprendo... —susurro suavemente con mi mirada perdida.

—Keyla me mostró el vídeo de la cámara de seguridad hoy, vi todo lo que sucedió. Y también escuché lo que dijiste, me amas y yo te creo.

No puedo evitar reírme un poco, aunque lo bajo que a caído mi examiga no la hace merecen ni siquiera la corrección de su nombre.

—Es Katia —lo corrijo.

—Da igual, la misma mierda con diferente olor.

Vuelvo a reírme y ocupo nuevamente mi lugar en su pecho.

—¿No estás molesto? ¿De verdad?

—No, ambos hemos hecho todo mal Emma. Estoy un poco cansado de pelear ya. —Sus dedos hacen circulitos en mi espalda y cierro brevemente los ojos.

—¿Qué significa eso? —pregunto mientras escucho con atención el ritmo tranquilo de su corazón.

—Quiero estar contigo ¿No quieres ser mi novia? Está bien, entiendo que tienes miedo y yo no he hecho más que presionar. Pero estemos juntos así, déjame dormir a tu lado cada noche y besarte cada mañana, sin ataduras ni compromisos, solo tú y yo siendo nosotros mismos, pero juntos.

Tontas promesasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora