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La madre superiora tapo su nariz justamente al tiempo de estornudar. Habia estado sintiéndose mal los últimos días, tal vez porque habia trabajado sin parar. Legalizar los procesos de adopción agotaba bastante y quitaban el suficiente tiempo para ni siquiera dormir. Para alivio de ella ya habia finalizado todo aquello, y dentro de dos horas los niños escogidos se irían con sus nuevas familias.

Tomaría un descanso e iría al médico para hacerse una revisión. Limpio su nariz y salió de su despacho. Llevando consigo nueve sobres en los cuales estaban los documentos aprobados de los niños adoptantes. Los cuales tendría que entregar a sus nuevas familias.

Pasó por el comedor y encontró a los niños desayunando animadamente. Laura suspiro y siguió su camino hasta la cocina, en donde tomo asiento junto a las otras que ya descasaban y desayuno.

El tiempo voló y de un momento a otro. Ya Vivian y Luisa le avisaban que los padres estaban listos para llevarse a sus hijos.

Laura observo los rostros sonrientes de padres e hijos. Los niños no cabían de la dicha aunque también se les notaba triste por abandonar a sus otros hermanos. Era una sensación que odiaba experimentar y observar pero era algo que hacia parte de la vida.

Entrego los documentos a cada uno de los padres y beso a cada uno de los niños. Algunos aguantaros las lágrimas y otros simplemente lloraron.

—Y-yo.... —Murmuro uno de ellos, Aarón—Yo... yo escribiré, lo prometo—susurro a la madre superiora—A mis hermanos...les escribiré.

La abadesa asintió, y se despidió de cada uno de ellos en la entrada del orfanato.

Sintió un peso en su estómago al observar cómo se marchaban.... Sus niños.—Que Dios los bendiga—Murmuro y con los ojos humedecidos cerró la puerta y suplico a Dios que tuvieran una vida sin ningún percance.

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Severus observo como Wendy se recostaba en la manta en la que él se encontraba sentado. Ambos y algunos otros estaban en el patio del orfanato disfrutando del sol.

—Que aburrido—Dijo la niña cerrando los ojos—Ya comenzaran las clases de nuevo y clara ya no estará para molestarla.

El niño tiro el pequeño librito que leía y también se recostó—Pronto llegara el invierno—Dijo Severus— y navidad.

Wendy asintió y observo como una florecita caía sobre ella ya marchita—Pobrecita—Dijo y se sentó— ¿no... no puedes arreglar, Sev?—Murmuro ella en voz baja.

Aldhelmo enarco una ceja—Arreglarla?—repitió—No arreglo flores, Wendy. Es imposible.

La niña rodo los ojos—Sev... ¡Sé que puedes hacerlo! Esa vez... arreglaste el lápiz que...—Severus el pellizco y ella chillo— ¡Sev!

—Te dije que no hablar de eso, Wendy—Murmuro sentándose—No quiero... que me regañen—dijo nervioso.

La niña negó—Pero si no le dicho a nadie, Sev...—Dijo y le entrego la flor— ¿No puedes hacer que se haga bonita de nuevo? ¿Por favor?

Severus maldijo mentalmente. Agarro la flor pero también agarro a Wendy para salir del patio. Llegaron hasta el pasillo para subir las escaleras—Allí alguien podría ver—Dijo el niño. Agarro la flor y de un momento la florecilla recobro su color y su vitalidad.

— ¡Wow, Sev!—Dijo Wendy impresionada, agarro la flor y se la puso de tras de la oreja— ¡Eres impresionante!—Murmuro.—Tu magia... ¡Es impresionante!

—Lo sé—Dijo Severus sonriendo—Soy genial.

Wendy rio y le agarró del brazo— ¡Vamos a buscar una pelota, Sev!—Dijo ella— ¡Para jugar en el patio!

El niño asintió, y se dejó arrastrar por la pequeña piso arriba, sin notar que alguien más habia sido testigo de su truco.

—Así que era eso...—Murmuro la abadesa sintiéndose una tonta por completo. Habia ido a buscar algo de té para refrescarse a la cocina y justamente cuando habia regresado habia sido testigo de la hazaña—Que tonta eres, Laura, que tonta eres—Susurro regresando a la oficina para luego reír.

Tomo asiento y busco sus pastillas para aligerar sus dolores. —Un niño mago, claro—susurro, y bebió del te—con razón explotaron los floreros, era magia accidental.

Laura Black rio ligeramente—Mi niño.....pobrecillo—Dijo ella suspirando—pronto hablare con él.

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Las clases habían comenzado para su alegraría. Se aburría de estar sin hacer nada durante el día y aunque repitieran algo que ya el sabia era más enriquecedor que estar coloreando.

—El rey Jorge II estaba dispuesto a tomar la ciudad de Cartagena así que el 13 de marzo al 20 de mayo de 1741, se llevó acabo el episodio decisivo que marcó el desenlace de la guerra del Asiento — Murmuro el profesor mostrando un enorme mapamundi— La guerra del Asiento fue un conflicto bélico que duró de 1739 a 1748, en el que se enfrentaron las flotas y tropas del Reino de Gran Bretaña y del Imperio español principalmente en el área del Caribe.

El profesor Alfred continuo con su explicación—Lastimosamente la toma a la ciudad amurallada no se dio posible, y fue una de las más grandes derrotas de las tropas de gran Bretaña. A pesar de que flota británica contaba con 186 naves y casi 27 000 hombres a manos de una guarnición española compuesta por unos 3500 hombres y seis navíos de línea.

Severus anoto todo aquello en su cuarto y continúo escuchando al profesor hablar.

—Una derrota que aun a pesar de que hayan pasado 228 años, me da vergüenza leerlo—murmuro el profesor.

Los niños rieron.

Pasaron los minutos hasta que la campanilla sonó. Todos salieron para ir almorzar y descansar. Cuando bajaron al primer piso Severus reconoció al doctor Víctor, el cual le habia revisado dos días después de su llega al orfanato.

Jane y Vivian hablaban con él y se mostraban algo preocupadas, afino su oído para escucharlos.

— ¿U-usted cree que pronto ella estará mejor?—Murmuro Vivian preocupada—Si la habia visto algo pálida pero...

Víctor trato de calmarlas—Con los medicamentos que le envié se recuperara—Murmuro—Si presenta fiebre nuevamente llámenme.

Las mujeres asintieron y acompañaron al hombre hasta la salida.

Severus fue junto con Wendy, Jorge e Isaac hasta la mesa para almorzar.

— ¿La abuela está enferma?—Le murmuro Wendy.

Severus observo su comida. Papitas horneadas con pescado empanizado y salsa tártara—Creo que si...—Murmuro y tomo algo del batido de chocolate que habían servido—Creo que si...

El viaje al pasado de Severus Snape IOù les histoires vivent. Découvrez maintenant