D o c e . 💞

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Medio día ha sido más que suficientes para conocerlo; al menos las cosas que ama.

Él porque de su gusto por la pintura o él porque odia tanto a las personas en general.

Su cama es el escenario perfecto que se complementa con sus cuerpos tan cerca, casi como siempre ocurre en las historias de amor.

—Estas tonto, Joel— se carcajea.

—Claro que no, no me hace tonto temerle a las mariposas— frunce la nariz.

—Por supuesto que sí, todos aman las mariposas—

—Yo no— hace una mueca —Aunque creo que no me dan miedo, me dan asco, duhg—

—Eso es ridículo— ríe.

—No es ridículo— entrecierra los ojos.

—Tu eres ridículo—

—Tu eres hermoso— le sonríe acariciando su rostro.

Erick muerde su labio inferior, y lo hace. Se pega a su boca, mordiendo solo un poco.

—Besame, como hace rato— susurra el rizado a centímetros de su rostro.

—No, Joel entiende— frota sus narices entre sí.

—Por favor— juega con sus dedos en su cintura.

—Superalo, chupe tu lengua una vez mientras nos besabamos y tú clavaste tus dientes casi en toda mi boca. Eso no volverá a suceder— regaña.

—Es que se siente rico— pasea si lengua por los labios del más bajo.

—No se siente rico que te muerdan toda la boca— trata de girarse para darle fin al tema, pero él no lo deja.

—Si lo haces, yo hago lo que tú quieres— hace que lo mire a los ojos, con ayuda de su mano.

—¿De verdad?— lo observa asentir, con una ceja levantada.

—Consigues postre para cuando vayamos a dormir—

—¿Vas a dormir acá?— interroga procesando mentalmente, si es que entendió bien.

—¿No quieres?— mira sus orbes unos segundos, le gusta como se ve reflejado en sus ojos brillantes.

—Yo quiero que te quedes conmigo aquí siempre, porque me hace feliz— ataca de vuelta.

—Yo quiero hacerte feliz— besa su nariz.

—Oye, mi lengua está esperando— cierra los ojos estirando sus labios al frente.

Tres golpes, desesperados en la madera los asustan, lanzándose Erick al suelo al escuchar como abren.

—La señorita quiere verte abajo, y también al chico frente a tu habitación, ¿Puedes avisarle tú? A mí me da miedo, es malo— susurra desde el marco de la puerta.

—¿No te enseñaron que se pide permiso?— lo mira confundido.

—Si, pero ella dijo que era urgente. Específicamente dijo: "¡Christopher, ven acá, ¿Donde están Erick y Joel?, no se han presentado, ¡Ve por ellos rápidamente es muy urgente!— cuenta asintiendo varias veces.

—¿Gracias?—

—De nada— sale tumbando la puerta tras él.

—¿Crees que vaya a regañarnos por no salir en casi todo él día?— susurra Erick desde el suelo, con un semblante asustado.

—Y según el tipo de ha e un rato eres malo. Yo opino que eres tierno— sonríe en su dirección.

¡Odio San Valentín! ¡! TerminadaWhere stories live. Discover now