Capítulo 1: El sicario

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Lo lamento pero con tantas historias no sé cuándo se podrá actualizar esta, pero si te gusta esta pareja, puedes pasarte por otras dos que tengo en actualización constante los domingos.

- Ace of hearts.

- El cirujano de la muerte.

Capítulo 1: El sicario

El silencio reinó en todo el recinto. Podrían creer que en aquella enorme mansión era algo normal, tan sólo algunos esclavos encargados de satisfacer las necesidades de los nobles tenían el derecho a pisar los pasillos de mármol. Aun así, Luffy se quedó estático con la jarra de cerámica entre las manos, escondido tras una de las esquinas intentando mentalizarse que había escuchado mal aquella conversación entre el noble y ese hombre al que llamó "un sicario".

¡Iban a matar a su hermano! Ese hombre de elegante abrigo largo oscuro, con una katana en su mano y un gorro extraño, sonreía en silencio al escuchar la escalofriante cifra de quinientos cincuenta millones de berries, eso iban a pagarle por acabar con Portgas D. Ace.

Ni siquiera entendía el motivo para llamar a un sicario como aquel, su hermano, esclavo como él desde hacía años, había estado boxeando en el sótano de aquella mansión, obligado a entretener a los nobles sedientos de sangre y ahora... querían terminar con su vida. Ningún otro boxeador había podido derrotarle aún, quizá por eso habían llamado a ese hombre, a un sicario sin escrúpulos. ¡No podía dejar que le hicieran daño a su hermano! No cuando él luchaba todas las noches y sufría aquellos golpes para evitar que Luffy entrase en esa jaula mortal.

Sus manos temblaban ante la idea de perder a Ace, era la única familia que le quedaba. Ace siempre le había protegido, seguía haciéndolo todos los días, cada vez que se levantaba del suelo tras una paliza y todo... porque era su hermano mayor. Él siempre decía que su obligación era cuidar de su hermanito y, a sus catorce años, no podía hacer nada para ayudarle. Se sentía indefenso.

Se armó de valor, no podía quedarse siempre a la espalda de su hermano esperando ser protegido. Ésta vez él tenía que hacer algo y la habitación del sicario estaba allí... frente a él.

Sus piernas se negaban a avanzar pese a que el pasillo se había quedado desierto. Ese hombre ya debía estar relajándose en su cómodo cuarto y eso sólo conseguía enfadarle, sabiendo que su hermano se moría en una maloliente y fría celda del sótano. Ese sicario... tendría todos los lujos y comodidades, pero no podía pensar en eso, sino en hacer cualquier cosa para eliminar de la cabeza de aquel hombre la idea de matar a su hermano. Pero... ¿Cómo competir contra quinientos cincuenta mil berries? Él no tenía dinero ni nada de valor que ofrecerle.

No tenía tiempo de pensar, sino que era el momento de actuar. Durante esos años, su hermano le había protegido, boxeando y recibiendo palizas para evitárselas a él, ahora era su momento de devolverle el favor.

Con decisión, salió de su escondite y caminó hasta la puerta de la habitación. Él sólo tenía permitido entrar en las habitaciones cuando se requería de su servicio y eso generalmente... solía referirse a un servicio "sexual" o para "bañar a su señor", cosas de esa índole de las que él no estaba satisfecho, pero nada podía hacer.

Frente a la puerta, su cuerpo tembló. Sólo tenía una cosa que ofrecer: ¡su cuerpo! Y ni siquiera estaba seguro si sería suficiente para ese hombre. Lo más seguro es que no. No conocía mucho sobre los sicarios, pero debía ser codicioso y reconocía que la cifra pagada por su hermano era demasiado tentadora como para dejarla escapar sólo por un revolcón. Aun así, tenía que intentarlo. Cerró los ojos, levantó el brazo y cerró los dedos para golpear con los nudillos la firme puerta de roble.

Deadly boxing (One piece, Law-Ace)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora