Promises of love. (Segunda parte de Lies network)

Capítulo 9.

POV CAMILA:

-Así que...no estabas bromeando.-Dije sacando el libro de "Cincuenta sombreas de Grey" y mostrándole el mismo. Ella sonrío y se acerco al estante donde yo estaba.

-Te dije que no.-Me arrebato el libro de mis manos y lo abrazo en su pecho, como si fuera un pequeño tesoro.

-Tienes muchos libros aquí, ¿Para qué vas a las librerías? Puedes hacer tu propia librería.

-Ya leí la mayoría de estos.-Dijo dejando el libro en su lugar.-Tengo esto para ti.-Dijo mientras sacaba un pequeño libro del estante.

El titulo decía "Orgullo y prejuicio" habia oído mucho de este libro, pero nunca se me había pasado por la cabeza comprarlo. Margot me lo extendió, lo recibí con ambas manos.

-Parece antiguo.-Comenté.

-El libro ha pasado por mi familia desde hace cien años, si le pasa algo quedara en tu conciencia.

-¿Qué? No puedo recibirlo.-Dije intentando devolvérselo. Margot se rio.

-Solo estaba bromeando. Solo fueron 99 años.

-No es gracioso.-Dije dandole un golpe en su hombro.

-Auch, ¿Estas golpeando a tu pareja de baile, recuerdas? Si me lastimo te quedaras bailando sola. -Dijo.

-Gracias por recordarme lo del baile, sigue siendo una tortura.-Dejé que un largo suspiro se escapara de mis labios.

-No sabía que bailar conmigo era tan "torturarte".-Bromeó haciendo el movimiento de ls comillas imaginarias.

-Sabes que no eres tú. Odio bailar.

-Ayer no parecías odiar bailar.-Dijo frunciendo el ceño.

-Así que me viste bailar.-Dije dandole un empujón.- Eso es Campeona.

-Dinah estaba en lo cierto cuando dijo que estabas obsesionada con esa palabra.-Dijo, el tono rojo de sus mejillas no pasaba inadvertido.

-Dices eso, porque no quieres que vea como te sonrojas. Muy tarde, campeona.

Ambas reímos.

Margot podría ser la chica perfecta para cualquier persona y cualquier persona disfrutaría pasar tiempo a su lado. Y era muy linda, en esta semana su cabello había crecido más, demasiado para ser solo una semana. Y de alguna manera la hacia ver más linda de lo que era. Levanté la mirada y me encontré con sus ojos, quienes estaban sobre mi fijamente.

Mi teléfono sonó invadiendo toda la habitación. Me acerque a mi bolsa, la cual estaba en el mueble de la sala. Saqué mi teléfono y respondí lo más rápido que pude.

-¿Ho-hola?.-Tartamudeé.

-Por fin contestas, ¿Dónde estás, Camila? Mi mamá y yo te hemos estado llamando hace como una hora entera.-La voz de Lauren sonaba enojada.

-Estoy con Margot, en su departamento.-Confesé.-¿Qué pasa? ¿Por qué estas tan enojada?

-No lo sé, tal vez porque prometiste llamar a mi mamá cuando llegaras a casa. Y eso debió haber sido como hace dos horas, según mi madre. Sabes lo paranoica que es, Camila. Le prometiste una llamada y nunca llamaste. Ha estado llamando una hora y no atendías el teléfono.

-Estaba en una librería. No debí haberlo escuchado. ¿No debes estar en las entrevistas con las universidades?

-Me salí.-Masculló.

-¿Qué? ¿Cómo que te saliste de las entrevistas? Esas son oportunidades muy importantes.

-Me importa un carajo, Camila. Eso es lo que menos me importa ahora. ¿Sabes lo preocupada que estaba? Mi mamá me llamó y dijo que no habías llamado. ¿Sabes todos los presentimientos que llegaron a mi cabeza? Te llamé miles de veces antes de dejar las entrevistas.

No me había dado de cuentas hasta este momento, que me había llamado por mi nombre. Nada de Camz. Ella debe de estar realmente enojada y me imagino porque. Yo también lo estaría. Un sentimiento de culpa me recorrió.

-Lo siento.-Fue lo único que pudo salir de mis labios.

Un largo suspiro se escuchó desde el otro lado de la línea.

-¿Dónde dijiste que estaba? No logré escucharte, de todas maneras.

-En el departamento de Margot.-Respondí.

Y después de un largo silencio dijo: ¿Cómo llego ahí?

{...}

El camino a casa fue en silencio absoluto. Lauren no dijo ni una sola palabra. Estaciono el auto y ambas bajamos al mismo tiempo. Llamó al ascensor y puso la tarjeta de entrada. Llegamos a nuestro piso. Ella bajo antes que yo y saco su juego de llaves, entro al departamento dejando la puerta abierta.

Cuando entre ella estaba entrado a su habitación. ¿Qué debería hacer ahora? Sabía que tenia que disculparme, pero no sabia cómo hacerlo exactamente. Sentí que un simple "Lo siento" no iba a ser suficiente. La había hecho abandonar una de las entrevistas más importantes.

Había olvidado por completo que tenia que llamar a Clara y realmente deseé no haberlo hecho. Después de la llamada con Lauren, Margot no dijo nada. Cuando Lauren volvió a llamar para decirme que estaba abajo, me despedí de ella con un simple adiós y baje las escaleras corriendo, como si hubiera fuego en el edificio.

Para algunas personas pedir perdón es difícil. Pero no cuando a la personas a la que le debes esas disculpas, es la persona que amas.

POV LAUREN:

Aventé las prendas de vestir que estaban en la cama al suelo y me recosté en la cama. El perfume de Camz llegó hasta mí. La almohada de al lado, tenia su perfume impregnado.

Camz dormía la mayoría de noches aquí, conmigo. Después de que regresamos de Arizona no había ningún día que durmiéramos separadas. O era en su cuarto o en el mío.Y las pesadillas habían desaparecido, por suerte. Odiaba verla despertar con lagrimas en los ojos, supongo que cerrar ese capítulo en Arizona ayudo mucho.

Odiaba estar enojada con ella, pero había pasado un mal rato pensando en dónde podía estar. Y lamentablemente haré el fin paranoico de mi madre. No fue bonito pensar en todas las cosas malas que le pudieron haber pasado. O lo que pensamos que le había pasado, solo porque no contestaba el móvil.

Alguien tocó la puerta y sabia quien era ese alguien.

-Pasa.-Dije.

Camila entro a la habitación con media sonrisa en su rostro y una...¿Caja de pizza en sus manos? Fruncí el ceño. ¿Pizza? Debes ser lo que menos esperaba en este momento.

-¿Quieres pizza?.-Preguntó.

-Supongo.-Dije sentándome a su lado.

Camila vio la caja enfrente de mí. Encima de la pizza, con pepperoni estaba escrito un "Lo siento". Camz dejo la pizza a un lado y me abrazó.

-Realmente lo siento, Lau. No tienes idea.-Dijo sin soltarme.

-¿Cómo hiciste eso?.-Pregunté riendo.

-Lo hice yo aquí, lo que más amas es la pizza.-Dijo ahora con una sonrisa entera.

-No.-Dije sujetándola mas fuerte y haciéndola sentarse sobre mis piernas.-Lo que más amo es a ti.-Dije robándole un beso de sus labios.