Capítulo 21.

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POV CAMILA:

Esto era enorme. Y eso era realmente una palabra que le quedaba corta. Y ni siquiera habíamos llegado a su verdadera casa todavía. Acabábamos de pasar un portón eléctrico de metal, con varios hombres enfrente de este haciendo guardia.

Alejandro bajó la ventana de su auto e inmediatamente el portón se abrió. Él volvió a acelerar a todo lo que le daba, siguiendo el sendero. Esto podría ser dos parque unidos, por el tamaño que tenía.

Cuando detuvo el auto enfrente de una enorme casa, mejor dicho mansión, casi se me salen los ojos de la impresión. Alejandro se bajó del auto, cerrando la puerta de un fuerte golpe. Rodeó el mismo y subió las pocas escaleras que había para llegar a la puerta principal, en el mismo instante, dos hombres enormes estaban a su costado, también dos señoras con ropa de servicio.

-¿Qué demonios?.-Murmuro Lauren haciéndome salir de mi sorpresa.

Abrí la puerta y apenas puse un pie en el suelo, todo el personal volteó su mirada hacia mi. Alejandro les dio unas cuentas indicaciones a los dos gigantes e ingresó a la mansión.

Lauren me siguió mientras trataba de seguirle el paso a Alejandro, quien al parecer tenía un problema en los pies, ya que caminaba como si estuviera corriendo una maratón. Sorprendentemente, el interior de la mansión era aún más bonito. Finas pinturas colgaban en las paredes y en su lugar. Podía ver mi reflejo en el mármol del suelo. Imagínense.

Pasamos varios ambientes de la casa hasta lo que parecía ser una cocina. Y les juro que podría grabarse aquí un costoso programa de cocina. ¿Hay algo en esta casa que no sea hermoso? al parecer nada en lo absoluto.

-Mira quién está en casa, mi hermano favorito.

Un chico alto entro en la enorme habitación con una enrome sonrisa en sus labios, su cabello era oscuro y estaba corto. Le tomó varios segundos darse cuenta de nuestra presencia en la cocina.

-Así que me trajiste compañía.-Dijo evaluándome con la cabeza, sin ninguna discreción.-¿Y quién es esta otra?-Con un leve levantamiento de cabeza señaló a Lauren. Quien de inmediato paso su brazo por encima de mis hombros, acercándome a ella.

-Su novia.-Masculló Jauregui en respuesta.

-No entiendo nada, me traes a dos chicas lesbianas para...

-Yo que tú, cuidaría lo que vas a decir.-Le advirtió Lauren.

-Y una novia celosa.-Terminó la oración con una mirada divertida.

-Deberías ir a casa de tus padres y dejarme de molestar por aquí, ya sabes, algunas personas hacen algo con su vida.-Alejandro sacó una botella de agua del refrigerador, sin prestarle mucha atención a la situación. Tomó todo el contenido de la botella, de un solo sorbo. ¿Sediento? Poco.

-Nuestros padres, hermano.-corrigió el moreno, rodando los ojos.-Aunque no lo admitas, disfrutas mi compañía. ¿Qué harías sin mí?

-Podría vivir en paz, créeme.

El moreno volvió a reír y su mirada regreso a mí.

-¿Quién es ella?.-Preguntó curioso.

-Mi supuesta hija.-Contestó Alejandro arrojando la botella de plástico a la basura. El moreno fruncido el ceño realmente confundido.

-¿Y le crees? Digo, ¿Cuántas veces millones de mujeres han venido con el mismo cuento? Sin ofender, claro.-Dijo dedicándome una sonrisa coqueta al final.

-Es diferente. Como sea, nada de esto a papá o mamá. Ahora piérdete y ve a hacer algo productivo.

-¿Te avergüenzas de tu hermano menor?.-Preguntó haciendo puchero.

-¿Seguro que quieres escuchar la verdad, Sean?

Sean rio y le dio un fuerte golpe cuando paso por el lado de Alejandro. Quien solo le votó los ojos. Eso parecía ser una manía de él.

-Te veo después, linda.-Dijo dándome un guiño coqueto.-Y novia.-Dijo riéndose de la amargada expresión en el rostro de Lauren.

Sean abandono la cocina y cuando se marcho la cocina quedo en absoluto silencio. Alejandro y yo estábamos entre un concurso de miradas intensas y ninguno de los dos parecía dispuesto a renunciar.

Tenía muchas preguntas que hacerle y realmente a mi no se me había cruzado la idea de que el pudiera venir a buscarme a mi y no al revés. Al parecer me había creído o simplemente tenia interés. Cualquiera de las dos opciones era muy posible.

-¿Qué quisiste decir con...-Empezamos ambos al mismo tiempo.

-¿Puedes esperarnos afuera?.-Le preguntó Alejandro directamente a Lauren.

Quien asintió con la cabeza, me dio un beso fugaz en los labios y abandonó la habitación. Era muy probablemente, la primer vez que Alejandro Cabello pedía algo educadamente a cualquier persona existente en la tierra.

-Necesito saber que exactamente quisiste decir con que mi madre no me había dicho la historia entera, porque tengo la cabeza hecha un lio.

-De acuerdo, pero...antes de eso yo también tengo una pregunta. ¿Qué quisiste decir con que no quieres nada de mi dinero?

-Lo mismo. No estoy cazando tu fortuna ni nada por el estilo, no quiero quitarte todo tu dinero...

-¿Entonces por qué buscarme? Me he estado cuestionando lo mismo desde que te vi por primera vez.

-Porque...-Me demore ordenando las ideas en mi cabeza.-Toda mi vida he vivido con la idea de que es estúpido hijo de puta que llegaba ebrio a mi casa nos pegaba a mi madre y a mi era mi padre. No quería tener nada de ese animal, por más que me haya dado la vida. Pero después, enterarme de que esa bestia no fue el hombre que me dio la vida fue...un alivio.

-¿Él...

-Sí, a mi madre y a mi. Cada vez que se le daba la gana, abandoné Arizona cuando tenía solo catorce años. Regresé apenas hace meses, para enterarme de que está muerta...gracias a ese idiota. No quiero tu dinero...solo quiero un padre.

-No creo estar listo para ser padre, Camila.-Confesó.

.Eso es genial ya que ya superamos la parte de los pañales y horas de llanto hace mucho.

-¿Qué se supone que debo hacer?.-Preguntó frunciendo el ceño.

-Estar ahí para mí, eso es más que suficiente.

-Igual vamos a necesitar esas pruebas de ADN, o sino mi equipo de abogados se va a volver locos. ¿Te molesta?

-Para nada.

-¿Estas viviendo en Nueva York, verdad?

-Sí, vivo con mi novia en un departamento cerca a....

-¿Qué?.-Tecnicamente grito haciéndome estremecer.

-¿Qué de qué?.-Pregunté realmente confundida.

-¿Estás viviendo con tu novia? ¿Cuántos años tienes? Ni siquiera has terminado el instinto aún, ¿La madre de esa chica sabe esto? No voy a permitir que...-Viré mis ojos con cada oración que él dijo.-Y no me vires los ojos, señorita.

-Es algo de familia, lo siento.

Él no puedo evitar que una sonrisa se dibujara en sus labios.

-No me voy a meter en tus asuntos y tú tampoco en los míos. Lauren y yo heos vivido desde siempre juntas. Somos novias recién hace unos meses y...

-Tengo que contarte algunas cosas de mí, como que odio las historias cursis y todas esas cosas.

No pude evitarlo y antes de tener tiempo de razonarlo en mi cabeza y arrepentirme me lancé en sus brazos, dandole un muy fuerte abrazo de oso. Al principio se tensó completamente, pero segundos después rodeó con sus brazos mi cuerpo, respondiéndome el abrazo. 

Promises of love. (Segunda parte de Lies network)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora