MONEY - HS 💵 #1

IV: Hombres Dentro De La Casa

Amanda

Él tomó mis mejillas con fuerza y me besó, me reí en medio del beso abrazándolo por la cintura, cuando se separó, besó mi frente. 

Era un poco mas baja que él así que su barbilla quedó sobre mi coronilla, él jugó con mi cabello en mi espalda en lo que disfrutamos del sonido de la brisa, el frío de la noche noche y a lo lejos el sonido de los autos.

—¿Todas tus cosas están aquí?—susurró mirando la pequeña ciudad de Roger Woods desde nuestro balcón.

Yo asentí, me solté y lo miré a los ojos. 

Habían pasado un par de días y ya casi todo estaba en la nueva casa, sobre todo cosas mías, quería hacerle saber que de verdad quería esto también. 

Él sonrió sin dientes, mirándome fijamente al rostro, su mirada me demostraba que estaba feliz, demasiado feliz y, siendo sincera, yo también lo estaba; realmente no sabía si me estaba apresurando a las cosas pero sentía que era hora de cambiar con respecto a Harry.

—Te amo —soltó suavemente sin dejar de jugar con mis mechones de cabello—. Te amo muchísimo.

Sentí que un nudo se me hizo en la garganta y sólo pude deaviar mi mirada nerviosamente, llevé mis manos a su abdomen acariciandolo, él llevó las suyas a mi cintura, metiendo sus manos debajo de mi blusa acariciando mi piel, en lo que yo llevaba mis manos hasta su cuello acariciandolo mientras lo miraba a los ojos.

—¿Cómo te fue con las niñas? —susurré curiosa, queriendo saber hacer de Anne y Evelyn acerca de esta decisión.

Él negó con la cabeza haciendo una mueca preocupada.

—Anne dijo que me odiaba, pero eso es normal — se encogió de hombros, apretó mi cintura y se recostó del balcón de la habitación del pent-house—. Pero Evelyn dijo que estaba muy feliz de vivir en una nueva casa.

Asentí encogiéndome de hombros—: Evelyn es muy dulce.

Harry hizo una mueca.

Fruncí mi ceño, extrañada.

—Yo... Uhm, —él me soltó de la cintura y pasó sus manos a cada lado de mi cuerpo, apoyándose del barandal del balcón, bajando la mirada—. Yo hablé con Evelyn, y... Bueno, ella, ella ya te ve como una madre, y te llama segunda-mamá.

Lo vi nervioso pero yo solo me encogí de hombros de nuevo.

—Está bien, solo mantendré un poco la distancia —susurré tornandome seria.

—¿Segura?

—Todo estará bien, solo es una niña, —medio sonreí.

Sabía que había una esperanza en su corazón de que algún día aceptara a su hija como mía.

Pero no sabía si eso de verdad podría pasar.

Un silencio incomodo se apoderó se la situación, pude notar que Harry se sintió incómodo con mi silencio, sus ojos me lo dijeron todo pero no hice esfuerzo por hacerlo sentir bien; Evelyn seguía siendo su hija y ya era bastante para mi, tener que lidiar con ella.

—Compré algo para ti —me dijo parándose derecho y rompiendo el silencio —. Sé que te encantará.

Fue dentro de la habitación, suspiré cruzándome de brazos en lo que esperaba a Harry.