Epílogo

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Respiró hondo tomando el amarillento líquido de su vaso y así adquirir valor, se coloco la chaqueta sobre sus brazos acomodando su corbata tiempo después, estaba nervioso de ver ah Magnus después de tanto tiempo, Máx y Rafael tendrían una pequeña exposición de arte en una hora y ninguno de los dos podía faltar.

Hacia dos meses que no lo veía, después de lo ocurrido en el dojo Alec no se había atrevido ah buscar ah su ahora ex esposo, no merecía si quiera mirarlo ah la cara después de engañarlo de esa forma, él era un miserables, lo sabia, un idiota qué dejo ir ah lo más hermoso que la vida le dio y no merecía el perdón de su ángel.

Alec no merecía todo su amor, todos esos años de alegría que se le habían sido otorgados, esa feliz y hermosa familia de cuento de hadas.

No se sentía bien con eso.

Él los amaba con cada fragmento de su corazón, con cada célula. Magnus le encantaba, él era la persona más hermosa, alegre eh increíble de todas y aun así había caído por unos bonitos ojos y sonrisa de comercial. Le había roto el corazón ah Magnus y lo sabia, no había nadie que se comparará con él y aun así lo hizo. Él moreno era el mejor amante, amigo y protector que alguien pudiera tener.

Esos últimos días que Alec tuvo con él se dio cuenta de todo, recordó por que había deseado una vida ah su lado en un principio por que lo amaba como lo hacía y también el motivo por el cual lucho por ese amor tantas veces. Él lo olvido y su ex pareja hizo lo imposible por hacercelo saber y él solo... solo se dedico ah acabar con su matrimonio. Era un hijo de puta.

Encerio quería ir ah buscarlo, decirle que aún lo amaba. Pero quizás era muy injusto.

Él lo había cuidado siempre, de diferentes maneras y siempre lo hizo parecer una mejor persona alguien más amable y capaz, Maggs lo apoyo en cada uno de sus sueños incluso cuando se equivocaba, él tomaba sus hombro con suavidad y lo besaba  susurrando en su oido que todo iba ah estar bien, todo se volvia coherente al compás de su presencia y la hermosa sonrisa de Alexander se abría paso con solo escuchar su voz, la emoción se le desbordaba con solo tenerlo cerca. Con él siempre pudo ser él mismo, sin miedo ah ser juzgado Magnus siempre fue la luz en la oscuridad qué necesitaba en su vida y sabia que el miedo ah que se fuera era irracional, porque nunca lo dejaría por alguien más, estaba en lo cierto, así fue. Se alejo de algo que quería en su vida por siempre... y esa fue la peor de las devastaciónes.

Bajo de su auto apagando el cigarrillo que estuvo en sus labios durante todo el camino, él no fumaba, pero hasta ahora lo sentía como una necesidad adsoluta.

Suspiro un segundo antes de dar el primer paso sin poder evitar ver ah su chico en un corto laxo de tiempo, tenía al pequeño Máx en sus brazos y a Rafael abrazando sus delgadas y esbeltas piernas. Miro su vientre con determinación, ya tenía 5 meses de embarazo y aunque Magnus le pedía distancia había dejado que fuera ah una de sus citas, aquella en la que te dicen el sexo de tú bebé, Alec lloro cuando le dijeron que sería niña, tendría una hermosa niña en algunos meses más y estaba tan feliz y orgulloso por ello.

- Papá - los gemelos corrieron ah paso veloz cargando ah cada uno en un fuerte abrazo lleno de risas soñadoras - ¡viniste! -

- No podía faltar, se que se han esforzado mucho por esto - beso la mejilla de Máx y luego la de Rafa - son los más importante para mi -

- Alexander - su cuerpo se estremeció ante aquel llamado

Lo miro ah los ojos sintiendolos brillar, devoró su bella sonrisa con la mirada y escucho su dulce voz.

Siguió siendo capaz de decir que esto era lo que quería.

Planes de divorcio - MalecDonde viven las historias. Descúbrelo ahora