Capítulo IV: Campamento del infierno.

1K 112 53
                                    

Una semana, una jodida semana había pasado desde aquel incidente con Youngjae, que después de eso no se separaba de los otros cuatro muchachos, lo que había empezado con dos ahora ya eran cuatro, y eso me provocaba pensar ¿En que jodidos piensas Park Jimin?

Admito que me sigue llamando la atención más que el primer día que le vi.

Dejando a Park Jimin de lado, pasemos a algo también de gran importancia que hace que mi mente este al mil por mil y no he podido explicar. Una disculpa.

Y es sobre las constantes desapariciones y asesinatos, por más raro que parezca, ninguno estaba acostumbrado a este tipo de acontecimientos, ninguno estaba preparado. Así que con la llegada de los Park y Jeon, también fue la llegada de estos misteriosos casos, se han de preguntar: ¿ Y este mocoso cómo es que tiene conocimiento de esta mierda? Verán, el padre de Hoseok es detective, y desde la última vez que fui a su casa; o sea cuando pasó que Hoseok y yo seguimos a Jimin y terminó perturbado. Bueno, pues esa ocasión fue, su padre terminó contándonos sobre sus resientes casos, pidiendo de favor que los tres tuviéramos mucho cuidado; después de darnos una mirada cómplice accedimos, sólo para acabar ya con esa mierda.

Lo sé, lo sé, pero déjenme dar más detalles. Después que supiéramos de las cosas y tonaramos rumbo a nuestro departamento, me puse en modo <<Agente Kim>> y comencé a ver todo tipo de cosas en Google; que de algo tenía que servir, al igual que algunos periódicos locales y claro, libros.

En Google y los periódicos decía...

Cuerpos en estado de descomposición avanzada, con perforaciones, heridas graves y un trisquel en cualquier parte del cuerpo.

Mientras que en algunos libros buscaba coincidencias, basándome en mi investigación reciente, y lo único que había en mi pequeña biblioteca personal era un libro sobre misteriosamente lo mismo, pero la diferencia era que fue en los años 50's. Nunca encontraron al culpable.

Vaya dato perturbador.

En este mismo me encontraba caminando junto con Jin y Hoseok rumbo al departamento, mientras ellos discutían sobre Dios sabe que cosa, yo venía completamente en silencio perdido en mis pensamientos, con la mirada hacia al frente, pequeños mechones de mis cabellos castaños caían sobre mis pestañas, pare de golpe al notar una silueta muy bien conocida para mí.

Santo Dios del pepino.

¿Por qué no me podía librar de él este fin de semana? ¿Por qué no mejor me doy un tiro? ¿Qué hacía Jimin ahí?

—Mierda.

Ni Hoseok ni Jin se habían percatado de su presencia, por lo tanto seguían hablando.

—La Luna está sola— Se defendió Hoseok.

—No es cierto.—Comenté.— Está rodeada de asteroides, estrellas y saber cuanta cosa más.—

—Shh~ cáyese.— Me miro con el ceño fruncido.— ¿De qué lado estás?— Me encogí de hombros.

Jin sonrió victorioso.— ¿Ves, cabeza de zanahoria? Te lo dije.—

—Sólo digo que... Mierda— ja, ja. Ya lo vio.— ¿Y si vamos a comer comida italiana?— Se puso ansioso mirado a todos lados menos al frente.— Ó mexicana me han comentado que las enchiladas son ricas— Sonrió forzadamente.

—¿Estás bien, Hoseok?— Jin, como toda madre sobreprotectora; le tocó la frente con la palma. Frunció el ceño.—Estás frío y pálido. No creo que sea buena idea ir a comer. Iremos al departamento, te darás un baño con agua tibia y dormirás—

—No se diga más. Andando.— Comencé a caminar.

Pasando por el lado de Jimin sin que él se percatara de mi presencia. Soy bien sigiloso. ¿Sí o no, raza?









Within Your tusks© ♡ MinvWhere stories live. Discover now