VII. Secuelas de guerra

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La guerra deja secuelas

Deja sangre y muerte

Y el dolor de los sobrevivientes.


Abby pudo oler el nerviosismo de Sammy antes de siquiera entrar al salón. Fue la última en llegar, debido a que el llamado llegó un poco atrasado a ella y no podía dejar a sus pacientes cuando acababa incluso de tomar turno.

Se recogió su rubio cabello en una cola de caballo y trató de calmarse, las reuniones apresuradas siempre eran un mal augurio.

Se sentó en el sofá al lado de Dominic que fumaba tranquilamente un puro. En el sofá de enfrente se encontraba Michael, Ava y Ally en medio de estos dos. Abby podía sentir cierta tensión entre la sirena y el hombre lobo, tal vez Ava sabía de quién era Michael padre.

—Bien —comenzó a hablar Sammy que se alejaba de la chimenea. A Abby siempre le pareció curioso aquello, puesto que se había dado cuenta la fascinación que al parecer tenían los hechiceros por el fuego pero de igual forma mantenerse un poco alejados de él. Era como si con el fuego pudieran demostrar su poder—. Les seré totalmente sincero, ustedes son los líderes de sus clanes y son los que deben saberlo: Estamos en guerra.

—Eso no es nada nuevo, niño —gruñó Dominic. Abby estaba siempre al pendiente de él, ya que se notaba que estaba muriendo de ansias por lanzarse a Ava y atacarla debido a la muerte de su hijo menor. Abby lo entendía, pero la violencia no era la solución cuando estabas buscando hacer la paz. Y de hecho, le había sorprendido que el lugar no fuese una zona de guerra antes de ella llegar.

Tal vez Sammy sabía cómo mantenerlos controlados. Ángela, por el contrario, le gustaba verlos pelear, ahora ya sabían por qué.

—Lo sé. Solo que la guerra comenzó siendo tan solo una declaración, esta vez el bando del enemigo a atacado —dijo con los dientes apretados. Abby levantó la mirada y se encontró con los ojos preocupados de Michael observándola. Luego ambos miraron al hechicero—. Mi padre me comunicó sobre un ataque a la manada de hombres lobo en Escocia, con su experiencia, sabe que fue la Dama la que atacó —las miradas volvieron a Michael. Ya no era un secreto, ya todos sabían que Opal era su hija, y sobre todo, quién era ella.

—¿Qué van a hacer? —preguntó el hombre lobo.

—Mi madre está preparando todo. Ha estado buscando, persiguiendo, haciendo todo lo posible por hallarlas —Abby se dió cuenta que no mencionó a Alex y suspiró con alivio, al parecer aún la Reina no quiere revelar su as bajo la manga.

—La van matar ¿Verdad? —preguntó Ava mirando de reojo a Michael— No pueden dejar viva a una amenaza.

—¿Entonces por qué tú sí lo estás? —comentó Dominic.

Carajo, esto no irá bien. Pensó Abby.

Ava enarcó una ceja mirando al dragón.

—¿Perdón?

—Mi hijo, Ava. Y todos los que ustedes asesinaron...

—Ustedes no son inocentes, Dominic —contraatacó Ava mirando sus uñas como si estás tuvieran más importancia que el dragón, luego le lanzó una mirada a Abby—, Abigail asesinó a una de mis sirenas...

—Luego de que trajera el cuerpo sin vida del niño y se burlara —contestó Abby a la acusación, luego suspiró—. Nadie aquí tiene las manos limpias, pero lo importante no son las acusaciones ahora...

—Michael y yo no participamos en batalla —murmuró Ally, hablando por primera vez. Abby sabía que era cierto.

—Pero Michael es el padre del monstruo que hizo todo esto —atacó Ava, lo cual al parecer ocasionó que el ambiente se oscureciera. Michael le lanzó una horrible mirada, Abby sabía que a un padre no se le debía hablar mal de su hija.

Dama de la noche [Los traidores #2] «TERMINADA»Where stories live. Discover now