Otra oportunidad

Capítulo 10

Capítulo:

– Por un demonio lo que faltaba –mordí mi labio para evitar gritar debido a mi confusión.

Me dejé caer sobre mis piernas, mi pecho parecía que lo golpeaban con un martillo dejándome sin respiración, la cabeza me daba vueltas... lo que acababa de ver no podía ser cierto ¿o sí? Me quedé viendo al infinito tratando de digerir la marca de mi mejor amigo, quería golpearlo, pero también me sentía ligeramente en paz porque se trataba de él. Era una ola de emociones contradictorias.

– No puedo creer que seas tú –lo miré algo molesto con un nudo en mi estómago – solo prométeme que la cuidarás cuando me haya ido para siempre –susurré.

– Jack –su voz adormilada me llamó provocando que me sobresaltara, miré a Jamie esperando que se terminara de despertar, pero al ver que no reaccionaba volví a sentarme para tratar de analizar todo lo que acababa de pasar.

Abrí ligeramente la ventana de su cuarto esperando que la ventisca nocturna sirviera de consuelo para relajar el torbellino de emociones que me embargaba cada vez que recordaba la figura de aquella marca, era algo muy complicado de digerir tomando en cuenta lo que había visto; una parte de mí se alegraba al saber que ella disfrutaría el resto de vida junto a alguien tan amable y especial como Jamie, sin embargo, me deprimía un poco el saber que una parte de lo que quería hacer ya estaba resuelta, y lo peor es que no sabía cómo podría ayudarme en mi situación actual.

Me mantuve despierto el resto de la noche intentando aclarar mi sentir, sabía que no podía cuestionarlo por su marca, después de todo no es su culpa, todos nacemos con ella y al final termina siendo la elección correcta, o por lo menos, en los casos en los que yo he visto. Aunque los que había visto estos últimos días no terminaban de convencerme de que podrían funcionar para toda la vida.

– Necesito hablar con ella, espero que pueda calmarme un poco –me dije antes de salir volando a través de la ventana.

El viento nocturno recorría cada parte de mi ser ayudándome a sentirme más relajado, no sabía la razón, pero algo me decía que tan pronto llegara con ella podría aclarar mis ideas. Me asomé en su ventana para asegurarme de que estuviera en condiciones para poder conversar, la vi sobre su cama, ella leía un libro y tenía su laptop abierta, pensé que estaría haciendo tarea, no obstante, deseché ese pensamiento al recordar que estaba de vacaciones. Respiré profundamente y toqué su ventana, ella brincó ligeramente al percatarse de mi presencia.

– ¿No es algo temprano para visitas? –me preguntó una vez que me escabullí en su cuarto, su mirada seria y brazos cruzados le daban una pequeña aura de madurez.

Me quedé mirándola sin procesar lo que me había dicho, mi mente se había quedado en blanco cuando la vi... ella sería una universitaria en cuestión de meses y se alejaría de mí para siempre, al fin y al cabo, después de lo que había vivido aquí es normal que quisiera dejar este lugar en la primera oportunidad que tuviera.

Por unos instantes mi imaginación vio una Alice ligeramente mayor, terminando su carrera profesional y dejando atrás todo el dolor que guardaba en su corazón; esa visión me dio esperanza al pensar que también significaba que Emma tendría otra oportunidad para que ella también fuera feliz. Una mano sacudiéndose frente a mí me devolvió a la realidad, haciéndome recordar la razón detrás de mi visita, por qué necesitaba de su apoyo y comprensión.

– Lo siento –le sonreí tratando de ocultar toda la presión que embargaba mi pecho –pero también ¿no es algo temprano para estar despierta?

– No tenía sueño –me respondió desviando sus hermosos ojos verdes de los míos, en ese momento me di cuenta de las marcadas ojeras mismas que le daban un aspecto más oscuro a su rostro.