Robin's book

Fanfic

Título: Gracias
Personaje:  Jason Todd

Caminaba por las oscuras y misteriosas calles de Gotham mientras iba camino a casa.
La verdad es que no me sentía muy segura ya que a esta hora de la noche las calles se volvían algo peligrosas e inseguras, pero que más hacía si por este rumbo tenía que pasar y justamente a estas horas.
Mis padres ya me habían advertido que cuidara de todo y todos ya que esta cuidad era un criadero de villanos, sin embargo comenze a tener confianza al caminar, después de todo ya llevaba dos años como una persona independiente y por ningún motivo me había sucedido algo malo.
Sin embargo esta noche era la excepción. Cuando salí del trabajo me sentí como era observada y una persona estuviera detrás de mí a manera de acecharme o... Tal vez sólo era mi imaginación.
Doblé una esquina, caminé dos cuadras de manera recte y atravece un pequeño muelle, y aún así me sentía observada y con la presencia de alguien detrás mio.
Me detuve a observar a mi alrededor a la búsqueda de alguien pero mi intento fallo pues no logre ver a nadie.
De pronto mi mente me estaba advirtiendo de algún problema  y al sentir esa sensación de peligro el corazón me latió un poco más de lo normal entonces apresure mi paso.
Escuche el crujir de una rama seca mientras volvía a doblar otra esquina.
-¿Quién anda allí?- pregunté en seco, a lo que nadie me respondió- Fue tan estúpido haber hecho esa pregunta sabiendo que nadie me iba a responder- me dije a mí misma.
-Pues no fue tan estúpido como tú creías porque yo te respondí- me dijo alguien que ni  siquiera logré reconocer debido a la ausencia de luz.
-¿Quién eres?- cuestioné algo asustada.
-No hace falta decírtelo muñeca porque solamente vine a robarte.
La persona resultó ser un delincuente que me acorralo.
-Yo no me voy dejar- traté de decir firme para no parecer una cobarde pero por dentro sentía como el miedo comenzaba a invadir mi cuerpo.
-Pues eso es lo que tú crees.
Acto seguido me acorralo un poco más y sacó una navaja del lado derecho de su bolsillo del pantalón para después acercarmelo a la mi mejilla izquierda.
-¡Dejame en paz, idiota! ¡No sabes con quien te estás metiendo!
-Entonces ahora mismo lo descubriré.
El muy desgraciado me contestó, cosa que hizo que me enojara y le diera un cachetada.
-Eso no funcionó, maldita.
Una vez más me acercó la navaja a la mejilla izquierda y me dio un rozón que me provocó un pequeño dolor.
-¡Dame todo lo que traes!
-¡No!
Con esa respuesta únicamente empeore la situación ya que la navaja la había movido hacia la otra mejilla y me proporcionó otra rozón, pero esta vez más fuerte y doloroso que el anterior.
-¡Te estoy ordenando, no te estoy pidiendo permiso, bruja malnacida inútil!
-¿Cómo me dijiste, pedazo de idiota?.
- Mejor que la navaja responda por mí.
En ese instante sentí cómo una superficie fría hacia contacto con mi piel y atravesaba poco o poco en mi brazo izquierdo mientras que por el lado derecho de mi cara sentía un objeto metálico.
¿Qu- qué es...eso?- le pregunté con mucha dificultad.
-Si no me das todo los objetos de valor que tengas ahora mismo te vas para el infierno.
-N-no...¡Por fa-por favor no me hagas da-daño!
-Pues si no coperas muñequita si te haré daño.
Entonces me tiro a piso y se colocó encima mio para luego pasar la pistola de mi cara hacia mi estómago.
-No si yo puedo evitarlo- comentó una voz masculina con enojo y rebeldía.
-Pero, ¿qué...
Lo único que pude percibir fue ver cómo caía el delincuente hacia el piso después de haber recibido un golpe fuerte de la otra persona...finalmente me desmayé.
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.
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-¿Hola?¿Estás bien?
-Hola...¿quién eres?
-Red Hood y yo te salvé de aquel monstruo que quería asaltarte, después te desmayaste y ahora estás aquí.
-Gracias...¡Muchísimas gracias, de verdad gracias!.
Creí que podía defenderme por si sola pero ya veo que el miedo me ganó.
-Para parecer una hermosa joven que tiene cara de inocente no sabría que te defenderías de esa cochinada asquerosa.
Hermosura, te recomiendo una cosa, ya no camines por la calle a estas horas, ni mucho menos salgas sola, ¿de acuerdo?
- De acuerdo.
- Ya sabes, soy Red Hood y puedes contar con mi apoyo si algún día te sucede algo. Soy el del casco rojo.
Me plantó un beso en la mejilla y se fue.