Robin's book

Situación

Un noche como cualquiera otra, los batboys y Batman llegaron de una misión de la cual salieron victoriosos.
Todos estaban cansados por la ardua batalla así que fueron a descansar en los sillones de la sala.

Por muy cansado que Dick se sintiera, su energía nunca terminaba, al igual que su alegría... Y su hambre, obviamente, por ello fue a buscar un poco de cereal en la alacena y, mientras lo hacía hacia, practicaba  uno que otro baile que vió la semana pasada en internet. De ese tipo de bailes que se vuelven virales en redes sociales.

Empezó moviendo las manos, luego los brazos, pies y así hasta que terminó perreando.
Él estaba tan concentrado que no escuchó cuando Jason entró a la cocina.
Este lo miró anonadado.

Jason: ¿Qué onda contigo, Grayson? ¿Por qué perreas en la cocina?

La voz de su hermano menor lo sorprendió e hizo que parara de hacer el pequeño baile justo cuando ya había llegado hasta abajo. Se quedó allí, en cuclillas.

Dick: Solo estoy... Festejando nuestra victoria... ¡Espera un momento, ¿Conoces este tipo de baile?!
Jason: Ay, por favor, con quién crees que estás hablando.
Dick: Con Superman, tú crees.
No, ya en serio, ¿De dónde lo conoces?
Jason: Actualmente ya todo mundo lo conoce, no seas tarado.
Si quieres yo te puedo dar unas clases.

En ese momento, el de mechones blancos puso una cara pícara. Su hermano solo le siguió el juego.

Dick: ¿Tú? ¿Darme clases a mí?
Para hacer perreo no solo se necesita experiencia, sino también estilo y por supuesto un muy buen trasero para moverlo bien.

Grayson puso una mano sobre su trasero y sonrió orgulloso de tenerlo.
Entonces el otro lo retó con la mirada.

Jason: ¡Ja! Eso ya lo veremos. Aprende del maestro.

Sus palabras sonaron con un tono presumido. Y una vez dichas, el mercenario empezó a ir hacia abajo moviendo sus caderas sensualmente de adelante hacia afuera.

Damian: ¡¿Pero qué es esto?!

Preguntó el menor con los ojos abiertos como platos. Luego empezó a reír por la cara de sorpresa de sus hermanos.

Damian: Jaja, se ven ridículos.
Jason: No creo que las nenas piensen lo mismo.
Eso solo lo dices porque tienes celos de que nosotros seamos sensuales y tú no.
Damian: ¿Y para ser sensual, se necesita perrear? ¡Ja! No me contesten, yo sé que no es necesario. Tan sólo miren a mí.

Jason y Dick se miraron mutuamente y negaron con la cabeza.

Dick: No, no es necesario. Pero esto es divertido y así atraes a más nenas.
No vale la pena que lo intentes, tú no sabes hacerlo.
Damian: ¿Quién dijo que no?

Una sonrisa divertida se dibujo en el rostro del más joven, mientras que en respuesta, sus hermanos arquearon las cejas.

Damian: Les daré la versión resumida de esto.
Sé perrear porque un día en Gotham Academy perdí una apuesta y acepté el reto sin saber qué era. Entonces los mocosos malditos de mi salón me retaron a perrear amenazandome con decirle al director que fui yo quien golpeó a su hijo por hacerme enojar... Así que tuve que aceptar sus condiciones... Además yo me aproveché de la situación porque allí estaba la chica que me gustaba y si bien antes quería que me hiciera caso, me puse a buscar en internet "¿Cómo le hago para que ella me tome en cuenta?", los resultados de la búsqueda decían que con un buen perreo sería suficiente para que me hiciera caso.
Entonces como sabrán, lo hice así sin pensarlo y por eso sé perrear.

Jason: No te creo, enano de dos pulgadas.
Damian: Nunca dudes de mí.
Dick: Jason, Damian está diciendo la verdad. Lo aprendí por las malas.
Jason: Bien, ¿Qué sabes hacer?
Damian: Mucho más que ustedes.
Jason: Demúestralo.
Damian: Todos juntos, ¿Va?

Ambos chicos aceptaron, así que los tres comenzaron a hacer sus pasos moviendo cada parte que ellos consideraban sexy en sí mismos.
Justo cuando estaban a punto de llegar al suelo, llegó Tim.
El tercer Robin también abrió los ojos como dos grandes platos.

Tim: ¿Qué rayos pasa a...
Jason: ¡Cállate y únete!
Tim: Pero...
Jason: ¡Será divertido!
Damian: Drake, si vas a arruinar esto mejor lárgate de aquí.
Dick: Un poco de diversión no hace daño, Tim.
Tim: Perrear por... ¿Diversión?
Jason: ¡Sí, inténtalo!
Damian: A puesto a que este estúpido no sabe hacer nada más que operaciones matemáticas.
Lo siento Tim, pero tu hermano menor es mejor que tú en algo.

Una sonrisa traviesa se volvió a dibujar en el rostro del pequeño.

Tim: ¡Estúpido tu abuelo!
Yo sé hacer más cosas que tú.
Damian: ¡Uno, con mi abuelo no te metas!
Dos, yo soy más independiente que tú, rata de biblioteca.
Dick: ¡Ya! ¡No peleen! ¡Mejor bailen por nuestra victoria!
Jason: Ok, yo empiezo.
Vean a un experto maestro bailar muy sexy.

El segundo Robin se tiró al piso boca abajo; cómo su mano derecha subía y bajaba al mismo tiempo que también lo hacía con su trasero, luego Nightwing movió su retaguardia de arriba a abajo rápidamente, después Damian movió sus caderas de lado a lado y de atrás hacia adelante y por último Tim se unió a su pequeña fiesta ridícula dando pasos torpes pero sensuales para ser su primera vez perreando.

Los batboys continuaron así por unos minutos, riendo entre ellos y bromeando... Hasta que llegó Batman y con su voz seria y gruesa los interrumpió.

Batman: ¿QUÉ DIABLOS PASA AQUÍ?
Inmediatamente los chicos se congelaron y sus expresiones cambiaron de unas risueñas a unas bastante serias.
Todos miraron a Dick hechándole la culpa.
El pobre chico de circo tragó saliva y dijo muy nervioso:
Dick: Estamos celebrando la victoria de esta noche.

Bruce se mantuvo inexpresivo por unos segundos, hasta que se atrevió a hablar.

Batman: ¡Y por qué no lo dijeron antes! ¡Celebremos que le pateamos el trasero a los malos! No todos los días se gana.

Los Robin's se miraron entre ellos sonriendose y a la vez un poco confundidos por la actitud de su padre.

En un principio dudaron en bailar pero poco después todos entraron en confianza hasta armar un escándalo

que impresionó y dejó sin palabras al buen Alfred...
En realidad hasta dejaría a los fans de Batman un poco en shock al saber e imaginar que Batman también se había unido al perreo intenso.