LXII

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JUAN LE COMPRA ROPA INTERIOR

Había ocurrido que cierto día Juan le hizo un regalo a Reina, le compró un braseir y tres truzas de muy buena calidad. Juan todavía seguía sintiendo cariño por ella es por eso que seguía haciéndole obsequios. Le compraba rosas y cualquier otra cosa que sabía que le gustaba. Reina se sentía complacida por ello. Había días que se llevaban muy bien. Salían juntos a realizar compras, a comer, a bailar. Ella por su lado continuaba manteniendo relación inestable con ambos amantes sin que lo supieran ellos, pues uno trabajaba por el norte y el otro por el sur. Juan estaba entre ambos amantes. Juan lo sabía,  aquello no le importaba. Solo quería tenerla a Reina a su lado y pasarla bien con ella. Aquellos regalos estaban dirigidos a mantener una buena amistad entre ambos. Los años se le venía encima a Reina. Estaba perdiendo lozanía y juventud. Eso no le importaba a Juan. Solo quería verla y salir juntos, eso le tranquilizaba a Juan. Le producía una tranquilidad emocional. Juan estaba atento a toda solicitud de Reina. Toda cosa que ella le pedía inmediatamente corría a atenderla. Lo llamaba a su celular o le enviaba mensajes a menudo Reina a él. Se trataban como buenos amigos en ciertas ocasiones. Parece ser que Juan se estaba acostumbrando a ella. Empezó a desearla en secreto. Tenía sueños eróticos con Reina y despertaba entonces, solo era un sueño. Estaba muy mojado. Frente a ella aparentaba estar tranquilo. Dentro de casa, las veces que visitaba Reina a sus hijos, procuraba Juan ignorarla. Pero en el fondo la deseaba. Quería invitarla a salir a bailar. No tenía el valor para hacerlo. Se le metió aquella idea y de ahí pensaba llevarla a un hotel a pasar una noche con ella. Despúés de todo había sido su esposa.

Luis Alvarez Aponte
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INFIDELIDADWhere stories live. Discover now