Capítulo 9: Roces

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Miguel Ángel reaccionó de inmediato, el alcohol y su excitación pensaban por él, Axel se alejó un poco y avergonzado, además de rojo, se dio la vuelta y volvió a tomar asiento mientras revisaba su teléfono. El chef fue al baño y se detuvo a mirarse frente al espejo para intentar controlar aquellos impulsos, pero sabía que sería una tarea difícil, en ese ambiente no había ni disciplina ni control, solo instintos. 

-Tardaste un rato. -Axel volvió a sonreír, intentando evadir el beso (frenético) que se habían dado. 

-Lo siento, es que el vino me ha dado una buena bofetada. -Seguía nervioso, y Axel lo intimidaba por su ternura y amabilidad.

-Am... Miguel, ya es un poco tarde, ¿quieres dormir aquí? -El joven universitario lo decía de la mejor manera, pero conocía los riesgos, los dulces riesgos que conllevaba dormir a su lado. 

-No quiero incomodar, ya he sido bastante inoportuno el día de hoy. -Quería con todas sus fuerzas estar a su lado, sentir el olor de su piel, mezclar su respiración y conectar sus labios en aquel acto llamado amor. 

-Sabes que no es ningún problema, y bueno, así podemos platicar más tiempo.

-Vale, solo porque estoy un poco ebrio y sería irresponsable de mi parte salir en este estado. 

-Perfecto, ven conmigo. 

Los dos chicos subieron al cuarto de Axel y se acomodaron como pudieron en aquella reducida cama, pero para ellos era lo más cómodo del mundo, se sentían bien y seguros, era extraño para ser la primera vez conociéndose. 

La noche fue la más agradable de todas las que aquellos dos chicos podían describir, la conexión aunque no era sexual, definitivamente era mágica. Mientras conversaban acerca del helado de chocolate con chispas y galletas, se observaron el uno al otro, fijándose en la cálida respiración de ambos; Miguel tomó la mano de Axel y se atrevió a besarlo, era un beso tierno, un beso que transportó a aquellos dos fuera de lo conocido. Después de aquel dulce beso, ambos miraron el techo, sus dedos se rozaban de forma lenta, jugando y entrelazandose poco a poco, el alcohol había causado cansancio, y el cansancio provocó que los dos personajes durmieran profundamente.

Al día siguiente, había ruido en la parte de abajo, y el primero en abrir los ojos fue Axel, sus padres estaban en la casa y él lo sabía, incluso se replanteó el haber dejado dormir a Miguel en su hogar. Abrió la puerta del cuarto con cuidado y miró hacía las escaleras.

- ¡Que buena noche! -Gritó su hermano saliendo del baño, provocando que Axel diera un salto, se tropezara con su zapato y cayera directo en el suelo.
- ¡¿Qué pasó?! -Miguel se levantó de inmediato, dando un salto gracioso.
-No hagas ruido, vamos a salir con cuidado. -Axel habló desde el suelo, sobando su cabeza. Tomó de la mano a Miguel y salieron, mientras que su mamá subía las escaleras; eso definitivamente sería un grandioso encuentro, pero la astucia de Axel logró evitarlo. Empujó a Miguel al baño y cerró la puerta, mientras su mamá no tomó importancia. Axel estaba pegado a la puerta, escuchando los gritos de su mamá hacia su hermano, mientras que Miguel seguía confundido y con sueño, pero encantando viendo el trasero de Axel.
Cuando el joven estudiante se dio la vuelta, se topó con la erección matutina de Miguel Ángel, mientras que Ángel ni siquiera se había percatado de aquello.
Axel fue hipnotizado, pues su imaginación ascendió a otros niveles, creando una deliciosa fantasía...
De pronto tocaron la puerta del baño y se escuchó una voz dulce, pero atemorizante.

- ¡Cariño, ya llevas mucho tiempo en el baño, baja a desayunar! - Axel regresó en sí, y despertó del trance, Miguel reaccionó casi de inmediato y se asustó.

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⏰ Last updated: Oct 07, 2019 ⏰

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El Amor de un DesconocidoWhere stories live. Discover now