Pilas y pilas de papeles se amontonan a mi alrededor mientras aguardo a que el oficial me haga las preguntas necesarias para el expediente . La verdad es que no me apetece nada estar aquí sentada, lo que realmente quiero es simplemente ir a mi casa, llorar e ir a su tumba a ponerle flores. Llevo cinco minutos sentada y ya me estoy poniendo nerviosa cuando el inspector se acerca a mí junto a otro oficial y me conduce hacia su despacho. El otro oficial coge unos papeles y se va dejándonos solos.
-¿Te apetece un café o algo?- Me pregunta y yo niego con la cabeza- Bien pues empecemos. ¿De qué conocía a la fallecida?
-Era mi pareja.
-¿Sabe usted la razón por la que pudo haberse suicidado?- Mis ojos se empiezan a humedecerse y suelto un sollozo.
-No lo sé- Digo- Lo siento.